No todo es casualidad

4. Malditos sueños

Abrí los ojos.
Miré la tele, ya no se estaba emitiendo Modern Family.
Miré la ventana, entraba mucha menos luz.
Alzé mi mano hacia mi móvil para comprobar que hora era.
Modo shock en 3... 2... 1...
¡SON LAS 6 Y MEDIA!
Intenté relajarme mientras me dirijía a mi armario, tenía que elegir un conjunto rápido si no quería llegar tarde. Obviamente no quería llegar tarde. Por ello cojí una de mis jerseys favoritos y unos jeans cualquieras.
Me vestí super rápido mientras intentaba avanzar hasta el baño para poder asearme. Para cuando ya había terminado, eran las menos diez, tenía suficiente tiempo para llegar al cine tranquilamente. De hecho, llegue justo a la hora. Llevaba cinco minutos esperando a quien me cito allí, pero no había nadie que se dirijiera hacia mi.
- No te asustes. - Oí una voz femenina que provenía de detrás de mi. Alguien me agarró los brazos, sin hacerme daño, mientras otra persona me tapaba los ojos con un pañuelo azulado. Estaba verdaderamente asustada. De repente, también sentí algo en mis orejas, algo frío no muy grande, que me cabía perfectamente en el orificio de mi oreja. Me tranquilizé más cuando empezé a oir mi canción preferida a todo volumen y alguien me cojió y me puso en algún lugar algo incómodo. Empezaba a avanzar hacia delante, algunas veces girabamos a la derecha o a la izquierda pero la mayoría del trayecto, que no duró más de 10 min, fue en línea recta. Sentía el fresco de la noche, que ya se acercaba y una brisa que hacía que mi pelo volase un poco.

Dejé de oir música, ahora todo estaba en completo silecio, tampoco sentía el viento ni tampoco oia los ruidos de los coches ni tampoco la gente caminando, los sonidos más típicos de las calles de Madrid. No lo he dicho antes pero sí, vivo en el centro de Madrid. Ya estaba quieta, no me sentía el movimiento de antes. Alguien me quito los auriculares. La curiosidad y los nervios me mataban asi que sin pensarlo mucho me intenté desatar el pañuelo de mis ojos para poder ver exactamente donde estaba.

Cuando los abrí y no vi nada, no había ninguna luz. Un pequeño rayo de luz que asomó por lo que parecía una puerta fue lo que me ayudó a situarme. Mi corazón se iba acelerando, por extrañas razones que hasta ese momento no comprendía. Creía que me habían secuestrado o algo por el estilo, pero es que, ¿cómo podía ser que pensase eso si me habían puesto la nota en mi casa? Fui muy estúpida al pensar eso, pero que quieres que le haga, algunas veces me pongo dramática y empiezo a imaginar demasiadas tonterías para algunos, verdaderas pesadillas para mi.

Se encendío una luz del techo de aquel lugar y pude observar con mis propios ojos a todos mis amigos y toda mi familia al final de una enorme sala, sosteniendo varios globos, guirnaldas y confeti que acto seguido soltaron al gritar al unísono:
- ¡Feliz fiesta de despedida!

No me esperaba para nada que me preparasen esta fiesta sorpresa todos ellos, poniendose de acuerdo en tan poco tiempo y preparando todo esto. Estábamos en un salón de actos que se alquila para celebrar cumpleaños, bodas, comuniones... y ellos lo habían alquilado y lo habían decorado tan bien todo... Había una gran mesa llena de comidas como: sanwiches de nutella, jamón, mermeladas y queso... También había gran variedad de dulces: magdalenas, donuts, palmeras, galletas, queques y una gran tarta en el centro, de muchos colores. Obviamente no podían faltar lo típico: patatas fritas, frutos secos y refrescos.

Laura, mi amiga, la que me había dicho que fuese a esta fiesta se acercó a mi con paso ligero después de haber hablado largo rato con mi madre y algunos invitados más.

- Laura, ¿donde esta la caca envasada que fuiste a comprar?
- JAJAJAJA, no me pegues porfavor, solo era una excusa, ya tu sabes mamita.
- Ahhh, no lo sé Rick, parece falso.
- ¿Me rio ahora o qué?
- Deberías AJIOO AJIOO (risa de goffie)
- JAJAJAJA AJIIOO AJIOOO.

Después de más cosas estúpidas como estás, hablé también con mi padre y Luke.

- Asi que era esto... no me lo esperaba.
- Es que nuestro nivel de sorprederte cada día aumenta un 7%. - dijo mi hermano.
- JAJAJAJA, muchas gracias.

También tuve tiempo de hablar con Carlos, mi novio, que me informó de algunas novedades de su equipo de futbol. Él es uno de los participantes de el mejor equipo infantil de futbol de la ciudad, y practica casi todos los días de la semana.
- ¿Sabes qué? Nuestro equipo y otro femenino van a competir en un partido amistoso, al parecer van a recaudar dinero para las personas pobres de aquí... Pero lo que me sorprende es que compitamos contra ellas, cuando nunca lo hemos hecho.
- Como les ganen, me voy a reir de ustedes, se suponen que son los mejores y si les supera un equipo, encima femenino, que se supone, y digo se supone que son menos talentosas... ¿Cuando es? Para saber si estoy aquí para verlo.
- La semana que viene. Y tranquila, vamos a ganar nosotros. Te apuesto lo que sea. Esas son unas patosas, seguro JAJAJA
- ¿Seguro? Pues apostemos. Si ganan ellas... Tú tendrás que conocer una de las participantes de ese equipo hasta el punto de ser amigos, eso conlleva, quedar con ella e intercambiar los números. Pero... si ganan ustedes... Yo tendré que hacer lo mismo que tú pero con algún chico de la academia de Londres. ¿De acuerdo?
- Vale, ya me irás avisando de como vas con él.
- JAJAJA, tus sueños. Otra cosa, cada día tendremos que avisarnos que hemos hecho con él o ella en tu caso.
- Me parece bien, pero voy a ganar yo. Mi equipo es demasiado invencible, además me han dicho que ese equipo femenino tiene solamente que no sean patosas a dos jugadoras, asi que no tienen nada que hacer.
- Ya veremos, no des nada por hecho.