Una gota de lluvia cayó en su zapato. Es lo último que recuerdo de su despedida. No sé si tras algunos pasos volvió a buscarme con su mirada o si fríamente se alejo sin dudar cada paso. Ahora mismo ya no estoy seguro si fue la lluvia o alguna lágrima mía la que invadió su calzado. Pudo haber sido una tarde completamente clara, con un sol en lo alto que reflejaba el azul del cielo, pero para mí fue un día gris, nublado y húmedo.
Una gota de lluvia cayó en su zapato y yo me derrumbe en el andén, con la mirada vacía, con la marcha rítmica del tren que se despedía. Un rayo cruzo mi pecho y la humedad de mi rostro me alertaba que tal vez estuviera lloviendo; lo mejor sería dejar los lamentos para otra ocasión...
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Trozos
RomansaFragmentos que surgen de ideas inquietas, poemas en prosa que exploran diversos sentimientos, retazos...