Martes

15 5 0
                                    

Si existe algo peor que despertar temprano, definitivamente es despertar temprano con gripe. Así es, esta chica recibió el amanecer del día martes con mocos y un dolor de cabeza mortal.

Ahora me encuentro en cama entre peluches y mantitas, comiendo gelatina de cereza mientras miro la maratón de la saga de Harry Potter con un paquete de pañuelos (para los mocos) a mi lado. Realmente estoy disfrutando mi estado de enfermedad hasta que mi celular comienza a timbrar e interrumpe la buena y enfermiza vibra.

—¿Aló? —digo con la voz débil y congestionada. Escucho unos murmullos de una voz que se me hace un poco familiar.

—¡Joe! ¿Dónde rayos te has metido? —me apremia Harper desde el otro lado del teléfono.

—¿Acaso no escuchas los mocos? —me soplo la nariz ruidosamente para molestarla.

—Que asco me das, ugh —se queja, y una vez más escucho los murmullos de alguien más—. Shhh... Estoy hablando con mi mejor amiga. Por cierto, me acabo de enterar (por fuentes muy confiables) que Gabe dará una fiesta en su casa este viernes y que planea invitarnos —y más murmullos—. Es nuestra obligación ir jovencita, sería de muy mala educación faltar a una reunión tan importante y más si el anfitrión nos ha invitado personalmente.

—Tiene usted razón, mi lady. Es nuestro deber asistir a tan urgente tertulia —digo utilizando mi mejor y más elegante vocabulario.

—Oh, y Pipers preguntó por ti —murmullos—. De hecho, está sentado justo a mi lado, di hola Pips.

—¿QUÉ? —me limpio los mocos inmediatamente y aclaro mi voz.

—Ahora mismo está muy nervioso porque te estoy contando esto... ¡Oh! —la voz de Harper se distancia un poco, lo que me da a entender que se ha acercado a mi conejillo de indias— tú también debes ir a la fiesta.

—No creo estar invitado —dice Pipers lejanamente, y suena un poco irritado.

—¡Joe, convence a tu sujeto!

—Ponme en altavoz —ordeno, y ella me avisa cuando ya lo ha hecho—. Pipers, te recuerdo que aceptaste ayudarme con mi teoría la cual consiste en hacer que una persona salga de sus zona de confort, ésta es la oportunidad perfecta para empezar a salir de la tuya. Así que vas a ir sí o sí.

—No, me niego —lo escucho decir.

—Está poniendo resistencia —me informa Harper.

—Pipers, si quieres mantener tu nombre en secreto irás a esa fiesta. Te vemos ahí. Éste es chantaje definitivamente, lo uso muy seguido así que acostúmbrate amigo —y al final lo escucho murmurar algo que no repetiré.

—Se ha marchado, pero no luce enfadado.

—Perfecto.

—Es muy apuesto, creo que mis bragas se han empapado sólo con su presencia.

Río cual marmota moribunda (con algunos mocos saliendo de mi nariz) hasta que me duele tanto la barriga que sin querer dejo expuestos mis jugos gástricos.

Escucho a Harper chillar.

—Joder, ¿eso ha salido de mí? Creo que necesito llamar a un servicio de limpieza extrema.

La teoría de JoeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora