Motivos para no merecer tu amor

14; El amor es profundo

Mentir me funcionaba bien.
Yo no era mucho de extrañar a los chicos, era más bien una mujer traicionera, de esas que los chicos piensan todo el día.. de esas que irradian misterio y siempre van un paso adelante.

Imparable, insaciable, manipuladora.

Llegó un tiempo en el que sabías que te engañaba y de todos modos no me dejaste, me atrevería a decía que aún así me amabas más.

Yo estaba acostumbrada a jurar amor, me iba y los dejaba queriendo más.
Incontrolable dicen.
Indomable dicen.

Mala resumo yo

Pero a la final nada de esto me sirvió, todo me fue arruinando poco a poquito.
Porque el amor es profundo y si no amas profundamente nunca vas a conocer el verdadero amor.

Yo perdí esa oportunidad que tuve contigo por preferir amar superficialmente y por eso no merezco tu amor.

¿Te puedo contar algo?
Las cosas están cada día peor aquí, es como si hubiera llegado una nube gris sobre nuestras cabezas.
Ha pasado ya un mes desde tu partida y aún no he podido recuperarme.

Jessica, mi amiga de la secundaria decidió venir a visitarme, se supone que mañana temprano llegará y de verdad espero que si lo haga, para poder salir de compras, hacer tartas de chocolate, pintarnos las uñas... Como si todo fuera tan sencillo como antes, como si el mayor de nuestros problemas fuera que nuestra manicura no combinara con el color de nuestro vestido de graduación.
Jess aún no sabe sobre ti y francamente no sé  si contarle. La historia oficial por ahora es que nosotros cancelamos la boda porque nos dimos cuenta de que no estábamos preparados para ese paso, yo viajé a Italia y ahí conocí a Roberth.
Sé que mi mejor amiga debería saber la verdad pero honestamente no sé si yo soportaría la mirada indignada que seguro me dedicará al enterarse de todo.

Santi... Te extraño demasiado, en serio desearía que estuvieras justo ahora a mi lado, sosteniendo mi mano y susurrándome al oído que todo va a estar bien.
Que vamos a estar bien.
Pero la realidad es que nada nunca volverá a estar bien.
Y si estás allá arriba regodeándote en cómo me hundo cada vez más en mi tristeza pues felicitaciones.
Conseguiste lo que querías.
Siéntete muy feliz.