Olimpijski Svijet| [Angelo Henriquez]

Capítulo 41: "Dolor"

3 años antes

Estaba tan cansada, me dolían las piernas. El empezar el entrenamiento para las sudamericanas no había sido fácil, había que tenido que dejar de lado muchas cosas. Ya no podía salir tanto con mis amigos, ya no podía llegar a descansar a mi casa después del colegio pero tenía la real esperanza de que me iba a servir, que todo este esfuerzo me serviría para poder sacar un buen lugar el próximo año y poder clasificar a los juegos olímpicos de Rusia. 

Realmente lo deseaba.

Mi celular comienza a sonar y antes de ver el numero sé perfectamente que es él y na sonrisa llega a mis labios más rápido de lo que alguna vez pensé que podría sonreír.

Pero resulta que mi sonrisa se va tan rápido como llegó cuando al contestar me doy cuenta que es mi madre, y que no me esta llamando para saludarme, ni de lejos.

-Mamá, ¿Que paso?-. Digo cuando contesto y solo escucho sollozos y sorbeteos desde el otro lado. Me comienzo a preocupar al tiro. Mi mamá no es na mujer sensible, no llora con cualquier cosa como yo, para que este llorando y me este llamando realmente debe haber sucedido algo.

-T-T...T...Tu...h...h...he...Her-He...Hermano-. Fue lo único que logre entender entre tanto lloriqueo.

-Mamá, ¿Que paso con Wells?

-V...V... Ven a la casa, por favor-. Me consta que hoy día, él me debería haber venido a buscar, debería estar por llegar pero la verdad por primera vez desde que empezamos a salir me importaba poco, por primera vez podía pensar en alguien que no fuera él así que corte y comencé a correr, todo lo rápido que pude. Deje de lado lo mucho que me dolía el cuerpo, deje de lado el hecho de que no podía hacer más ejercicio por hoy, deje de lado todo y solo corrí porque en lo único que podía pensar era en mi hermano, en mi madre, en mi familia.

Algo no estaba bien,

Lo sabía desde antes.

Desperté con un dolor en el pecho, con un dolor que no había sentido desde el día antes de que falleciera mi abuelo, había querido ignorarlo, había echo como que todo estaba bien pero ahora me daba cuenta lo tonta que había sido y me castigaba a mi misma por ello. No podía con el dolor que se estaba generando justo donde estaba mi corazón.

A penas llegue a la que se supone que era mi casa el dolor me atravesó aún más. Se supone que era mi casa porque desde la puerta pude ver que no era la misma, físicamente estaba igual peor no era así, lo sabía. Algo había pasado. Mi casa estaba lleno de dolor, de tristezas y de llanto.

Y a penas llegue al living supe porqué. Siento un dolor en mis rodillas cuando caen estrepitosamente contra el suelo. Dejo caer todo mi peso sobre ellas porque la vista que tengo al frente era digno de película. Estaba mi hermano, mi mellizo tirado en el piso, desde aquí no veía nada pero sabía que la verdad es que él no estaba aquí, estaba muerto. A su lado con la cabeza de mi hermano entre sus piernas lloraba desconsolada mi madre, quien solo preguntaba en voz baja "¿por que?" mi papá tenía su mano sobre el hombro de mi mamá. Y miraba a su hijo. No estaba llorando pero en algún momento lo hizo.

Cuando me ve se acerca hacia mi y aunque lo hace rápido lo veo en cámara lenta, me tiro a sus brazos y comienzo a llorar, igual como lo hacía cuando era pequeña y los otros niños me molestaban. La diferencia es que después de llorar siempre volvía mi hermano con las manos adoloridas de pegarle a los niños que me molestaban, siempre volvía con una caja de helado de Menta Chips, mi favorita, y una sonrisa ahora más que lo miraba sabía que no iba a volver y menos con un helado.

-¿Que le paso?-. No estaba segura que quisiera saber sin embargo me animé de valor y pregunte. Mi papá también parece armarse de valor para decirme la verdad.

-Tu mamá llegó y lo encontró así, solo sabemos lo que dicen los vecinos que un hombre entró a la casa, se escucharon gritos, muchos gritos, golpes fuertes y después el hombre salió pero nadie sospecho algo como esto.

-¿Y no se puede saber quien era?

-Si, la vecina le saco una foto. A él y su patente.

Él saca su celular y me muestra.

El dolor que sentía antes ya no era nada. 

Conocía perfectamente a ese auto.

Me había subido más de una vez en los últimos meses.

Conocía perfectamente ese rostro aunque ahora se veía extraño, no tenia la sonrisa tan característica, sus ojos no tenían ese brillo.

Su boca no se veía tan sensual como lo hacía cuando decía "Alexia" todos los días antes de juntar nuestros labios. 

El dolor era incontrolable.

-¿Lo conoces?

-No-. No sé si lo hice por querer protegerlo, por protegerme a mi y todas mis mentiras de los últimos meses o para ahorrar un poco el estúpido dolor de mi corazón.

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Al fin empieza el drama, estuve tanto esperando por esto jijiji