Olimpijski Svijet| [Angelo Henriquez]

Capítulo 47: "Duele"

No podía creer que al fin había confesado la verdad.

Era un verdad que muy pocas personas sabían, no le había querido contar a nadie, porque me daba vergüenza, vergüenza de fingir que mi hermano no existía, de lo que le había pasado, de la verdadera razón por la que mis padres ya no estaban, el haber amado a la persona que mato a mi gemelo, pero sobre todas las cosas me daba vergüenza el no poder estar enojada con él. Juro que quería odiarlo, quería despreciarlo por haber matado a quien él sabía era la persona más importante para mi pero no podía, quizás por el amor que sentía hacia él hasta hace muy poco, creo que la verdad es que lo amaba hasta hace muy poco. Recién cuando conocí al Angelo lo olvidé.

-Tenias... Tienes... Tienes un hermano?

-Si.. Tenía-. Las lagrimas comienzan a salir precipitadamente y ya casi me duelen los ojos de tanto llorar y tanto aguantar las lagrimas por tantos años-. Tenía... El Luis lo mato... Hace 2 años... Yo estaba estudiando cuando mi madre me llamo porque habían entrado a robar... Eso se creía... Pero no, entraron a matarlo. Y solo lo supe cuando llegue a mi casa y me encontre a mis padres devastados, porque... porque mi gemelo ya no estaba... Mi papá tenía una foto del auto... Me pregunto si lo conocía y no pude. No pude decirle la verdad. Le mentí a mi papá, deje al asesino de mi hermano suelto, solo porque no me veía capaz de alejarme de él... Porque lo amaba de verdad... Porque tenía la puta esperanza de que no era verdad, de que él tenía alguna explicación pero no, era verdad. Y te juro que me duele más que la chucha, me duele el haber sido culpable o complice de la muerte de mi hermano, mi mejor amigo... Era mi todo. Y fui complice de su muerte Angelo. Yo sabía que el Luis andaba metido en hueas raras, sabía que mi hermano tambien pero no dije nada porque no quería que se fueran de mi lado. Despues... Después me di cuenta que yo le dí toda la información al Luis, conteste todas las pregutnas que necesitaba, le di las llaves de mi casa Angelo, yo... Yo sabía el "trabajo" del Luis y no dije nada... Yo maté a mi hermano Angelo. 

Esa era la verdad.

Lo que no me había atrevido a confesarle ni siquiera a mi madre. 

La verdad que quemaba mi cuerpo, día a día. 

Que creaba un dolor en el pecho.

Que me dolía todo los putos días.

Que me mataba día tras día. 

Que mata.

Me mató ayer.

Y me va a matar mañana.

-Hey...Hey no, No mataste a tu hermano. Él lo mato... No tu... No fue tu culpa, no podías saber lo que iba a pasar, lo amabas es Ale, es obvio que respondieras sus preguntas-. Me abraza y por primera vez en mucho tiempo su tacto no me duele, no me lastima solo me reconforta, me hace sentir bien, me hace sentir viva.

-Angelo, yo si sabía... Y no... No hice nada.

-¿Que sabías? ¿Que puede ser tan grave?

-Sabía que mi hermano estaba metido en peleas clandestina, sabía que había tenido problemas con un montón de gente, sabía que el Luis también estaba metido ahí, pero no solo eso, sabía que el Luis era un sicario, él me lo había dicho, y no me pareció sospechoso cuando me hizo preguntas porque por alguna razón lo amaba, y juro que el solo pensar en alejarme de él me dolía el corazón.

-¿Pero por que lo mato?

-Según sé, en una de estas peleas clandestinas mi hermano golpeo y dejo pal pico a un tipo, que resultó ser un familiar del Luis y... Y el Luis lo mato, lo mato porque su familia lo contrató pero además por venganza... Se vengó contra mi hermano, mi hermano que era el que lo recibía todos los días Angelo... Lo que más me duele era que no supe aprovechar a mi hermano, tengo solo una foto con él Angelo, una-. La saco de debajo de la cama, donde siempre la guardaba. La miro y no puedo evitar tocar con la punta de mis dedos la cara de mi gemelo. Una foto donde todo era feliz, él estaba con su estúpida sonrisa engreída en el rostro, riéndose, estaba feliz mientras que yo tenía cara de amargada porque para variar yo estaba intentando ensayar y él no me dejaba. Se supone que estaba ayudándome a practicar, me tenía tomado de las cintura pero mal, de hecho tengo el claro recuerdo que después de eso me boto. Nunca supe si fue intencional o accidental. La foto... La única foto que tengo de él, tomada solo meses antes su muerte. Se la entrego al Angelo.

Él se pone pálido

Como si hubiera visto un fantasma.

Lo miro a los ojos 

Y solo veo un dolor horrible.

Suelta la foto y se rompe en el piso.

Duele

Duele ver mi marco destruido.

Pero más duele ver el rostro de Angelo.

Él sabe algo.

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Me dio penita este capitulo): jajaja ya, adiós, 10-4

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