06: Disculpa Fallida.

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Nota: Holaaaa, una vez que lean este cap, podrían decirme qué tal les va pareciendo la historia, necesito algo de retroalimentación, con las historias nuevas me pongo super ansiosa e insegura D: 

Amorsh pal mundo. 

***



Mitch se encontraba paseando de arriba abajo por su departamento, en parte porque su cabeza era todo un lío y en parte porque su cuerpo en celo se seguía revelando.

Kirstie se había pasado por ahí temprano y Mitch había ocultado toda evidencia de su locura, utilizando un polerón muy grande con gorro y la excusa de sentirse muy mal con el celo, lo que era cierto, pero no era la verdadera razón de la ansiedad por la que estaba pasando su cuerpo y su mente.

Una vez que estuvo solo otra vez, se obligó a salir de la cama y tomar otra de sus duchas frías. El agua lo calmó un poco, pero todo el efecto de relajación se vio perdido cuando, al salir de la ducha, encontró su reflejo en el espejo de cuerpo entero.

Ahí estaba él, con su misma figura de siempre, pero totalmente diferente. Sus ojos estaban brillando, incluso su piel parecía brillar en la luz y, en su cuello, había una indiscutible marca de mordida. El recuerdo le produjo un escalofrío de satisfacción e inmediatamente después vino la ira.

No podía ser. Debía ser alguna especia de broma, o un sueño. Si, era un sueño.

Pero Mitch sabía que era real, podía sentirlo en lo profundo de su ser. Algo había cambiado en él, de forma permanente, ya no era el mismo Mitch.

Comenzó a pasear de un lado a otro,  una vez se vistió para cubrir su marca; su mente corría a toda velocidad, tenía que haber una salida, una solución para que el pudiera seguir con su vida como siempre. Solo se detenía de vez en cuando algunos espasmos lo recorrían y la fiebre de su celo volvía a quemar sus entrañas: y luego volvía a pasear.

Imágenes del hombre rubio llegaban a su mente. Imágenes del Alfa cuando estaba sobre él, cuando lo tenía en sus brazos, cuando lo besaba. Con rabia, envió todas esos pensamientos al fondo de su mente. ¿Qué Alfa tan irresponsable haría algo así? Seguramente era un maldito abusador, el típico macho que se aprovecha de los Omegas.

Entonces Mitch recordaba la suavidad con que lo había tratado, la delicadeza de sus caricias, de sus besos... NO! Él no era una buena persona, no podía serlo.

Sabía que era un impulso tonto, pero se sintió mejor cuando tomó un vaso de encima de la mesa y lo azotó contra la pared, convirtiéndolo en miles de cristales pequeños, desparramados por el piso de la cocina.

TOC TOC TOC 

Un gruñido de pura frustración se formó en su garganta. ¿Quién demonios venía molestarlo ahora? Guardó silencio por un momento, quizá podía fingir que no había nadie en el departamento. Pero no sería muy convincente cuando acababa de quebrar sonoramente un vaso.

Toc Toc Toc, otra vez.

Toc Toc Toc, y otra más.

Mitch, con todos sus sentidos alerta, fue a abrir la puerta.

Apenas sintió el particular aroma, retrocedió como si hubiese visto al diablo. Nada bueno iba a resultar de esa visita.

*

En el marco de la puerta estaba el Alfa rubio, el mismo que lo había hecho gemir la noche anterior. El mismo que lo había marcado.

Su rostro estaba tallado en granito, tenía las manos empuñadas a sus costados, con tanta fuerza que sus nudillos estaban blancos. Mitch sabía a qué se debía, él mismo podía sentir el olor de su celo expandirse ante la presencia del Alfa, su cuerpo le gritaba que se abalanzase contra él, pero su mente estaba demasiada corrompida. Mitch estaba furioso, asustado y, bueno... caliente, pero esa era una respuesta totalmente involuntaria en su estado.

My Alpha? No thanks. (Scömiche)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora