Capítulo 13: Futura LunaMe despierto cuando el sol pega en mi cara, e inconscientemente suelto un quejido. No quería levantarme, pues ayer me desvelé pensando en mis niños; pero sabía que no podría volver a dormir, ya que una vez me despierto, la realidad me golpea con dureza.
Con pereza, empiezo a estirarme y me siento en la orilla de la cama. Justo enfrente de mí hay un gran espejo, por lo que veo mi cuerpo completo. Mi cabello está hecho nudo, aún lado de mi labio hay una línea recta de saliva y los tirantes de mi blusa están caídos. Doy asco.
— Buenos Días, mis pequeños.— Murmuro, deseando que ellos lo escuchen.
Me paro y voy al baño, hago mis necesidades para luego lavarme los dientes y... hacer mi rutina diaria.
Estaba a nada de sentarme enfrente de la ventana, cuando alguien toca la puerta.
Pero decidí no decir el clásico "pase", porque sería patético. La encerrada, la secuestrada, la cautiva... soy yo.
— Señorita Alissa, somos sus sirvientas.— Era la voz de Alin se hace presente.— Vamos a pasar.
Pasa y, como es de esperarse, viene acompañada de Anna y Cara. Las tres hacen una reverencia — Que a mi parecer, es algo exagerado— y abren el armario de ropa, dispuestas a elegir mi vestimenta.
Raro.
— Señorita, hoy hay que dejarla muy guapa, porque es día de gala.
Miro a Alin con confusión. ¿Día de gala? Entonces, eso significa que...
— Las personas ya están empezando a llegar. Alphas de todo el país estarán pisando estos suelos dentro de poco. ¡Mi señor tiene que presentarla ante la sociedad!
Noto cómo las tres suspiran, mientras me miran con rareza.
— Bien, ya basta de suspiros, hora de transformarla...
(...)
Mi estómago se revuelve a cada paso que doy, y por mi mente cruzan mil y un imágenes de cómo podría caerme, por estos tacones. Estaba rodeada por las tres mujeres, como si ellas fueran mis guardaespaldas; me sentía como una princesa, pero decidí no comentarlo, ya que sería vergonzoso.
Nos acercamos a otras escaleras, y antes de tocar el primer escalón, mi corazón empieza a palpitar como loco. Sé que ahí abajo está Nathaniel, y por la Diosa Matb, no sé si estoy emocionada o aterrada.
Bajo escalón por escalón, con la cabeza gacha. No soy capaz de mirarlo a los ojos, ni mucho menos sonreírle; no obstante, en cuanto termino de bajar las escaleras siento unas manos tocar mis caderas, rodeándolas con suavidad.
— Ese vestido te queda genial.— Susurra cerca de mi cuello, y unas increíbles ganas de besarlo me atacan.
Aprieto mis dientes con fuerza, mientras mis mejillas adquieren un color rojizo. ¡Como desearía no sentir estos cosquilleos en mi cuerpo!
Las tres damas se alejan, no sin antes hacer una reverencia, y él procede a hacerme avanzar hasta el patio, en donde —Tal y como Alin dijo— hay muchas personas.
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La loba de la manada
WerewolfSer la más grande es una mierda. Pero una mierda muy bonita. Tengo que cuidar de mi pequeña manada. Mis hermanos y hermanas. Jamás conté con otra persona para protegerlos, y no es como que los necesite. Antes de mi transformación, supe de la exist...