Mi alma grita, llora, patalea, como un bebé, porque no puede correr, no puede ser libre. Mi corazón martilla en mi pecho y el aire me ahoga.
Y sé que es por tí, más sin embargo, no tienes la culpa, o tal vez sí. La cosa es que he decidido acabar con lo ficticio, con eso que va creciendo, con eso que no existe, no ahora. Me prometí no más esperanzas falsas, pero igualmente aparecieron, y si sigo con esto más me irán lastimando.
Y sí, deseo que nuestras miradas no se hubieran topado, porque entonces sería igual, no estaría atada a nada, aunque yo no elegí estarlo.
Se supone que hoy me despido de algo que no existe, ¿entonces porque duele?
No soy buena diciendo adiós, me parece tan melancólico, no creo en eso de que los caminos se separan y no vuelven a juntarse, por eso te diré -Hasta luego, y muy buenas... Hasta luego-
El amor es ese café amargo, que con azúcar logra gustarnos. Creo que no encontré la azúcar para esto.
Ahora me quedaré con tu mirada y tu sonrisa, me la quedaré para mí solita, como un recuerdo.
Y gracias por hacerme olvidar, lamentablemente no puedo agradecerte por nada más.
Un día serás un amor más, otra ilusión, y otro sueño que quedó como eso, un simple sueño.
"Hasta luego, y muy buenas..Hasta luego"
A.

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A de anonimato
PoesíaEstá no es una historia como las demás, es algo más privado. No lo llamaría diario, ni blog, sino cartas de esas experiencias vividas en carne propia que, posiblemente, tú en algún momento también las vivido. Así que te invito a leer A de anonimato...