Capítulo 15: Bienvenida

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《 Pequeños detalles pueden causar una felicidad en una persona que es inimaginable, cómo por ejemplo, una bienvenida con los brazos abiertos 


    Soushi hundido en la rabia dejo caer hacia el suelo a aquel hombre dejándolo al fin respirar. Una gota de sudor cayó por su frente, lleva sus manos a su cuello intentando en disimular el dolor que aquel Youkai le había ocasionado.


De a partir de ahora no quiero saber nada de usted, y muchos menos saber que usted seguirá mandando trabajo a _____-sama. Así que, no piense en mandarle más trabajo, porque yo se lo impediré y me asegurare en que usted desaparezca—Amenaza, para destransformarse y salir junto a Yamato de aquella oficina, dejando al hombre con el miedo y la preocupación atormenándolo.


    No tenían nada, ninguna información del paradero de _____ y al no saber, cada vez más, la desesperación aparecía. No tienen lugares por buscarla, teniendo solamente la idea en esperar su llegada o hasta que tengan una minima señal de su paradero. 


    Por primera vez, el aura de _____, no la presentían.


  (.........)


    La sangre escurría por los suelos, aquel cuerpo en el suelo dio sus últimos quejidos, sus últimas bocanadas de oxígeno, sus últimos parpadeos para dejarla en el olvido. El alma de aquella mujer muerta salió de su cuerpo para ser comida por la muerte, Lucifer.


    No había lágrimas caer por ojos ajenos, mucho menos un sentimiento de tristeza, culpabilidad o remordimiento. Sobre todo, no aparecían en aquel chico, el propio hijo de aquella mujer. Solo observaba el cuerpo frío en un charco con la sangre de su madre, aunque solamente sentía unos sentimientos; lástima y vergüenza.


    Lástima, por ver a su madre en aquel asqueroso charco carmesí, y no haberla visto muerta en otras circunstancias que su madre le había dicho. Claramente, la muerte nadie lo puede planear ni mucho menos evitar. 


    Y vergüenza, por ser el hijo de aquella mujer que hacía sucesos repugnantes, en vez de usar el dinero en cosas verdaderamente útiles que le servirá para ella y sobre todo para su hijo.


Lo lamento, pero tenía que hacerlo—Se disculpa _____ mirándolo de reojo.


    Él solamente asiente tragando saliva.


Y-Yo...—Tartamudea nervioso.


    _____ se dirige hacía el cuerpo muerto, saca el dinero de las manos, las cuenta y al contar el último billete, suspira aliviada al tener el dinero de vuelta.


    Se gira para observar de frente al chico que intentaba en decir algo, pero los nervios en él, lo estaban dominando.


Y-Yo igual... igual lo lamento por que hayas tenido este problema con...—Dirige su leve mirada hacía su madre—... ella.

Mi Eternidad [Miketsukami Soushi] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora