"No soy humana... pero tampoco soy una maquina..."

Capitulo 17: Resaca absoluta, tiempo de familia.

*Aun en el sótano*

Confuso, era lo que sentía ahora, mareos, falta que respiración... poco a poco Megatron comenzó a reincorporarse hasta quedar sentado, por lo que parecía sentir, en la mesa metálica y apenas levantando poco a poco la mirada, la mirada de asombro no iba a desaparecer por un tiempo: pudo ver su antiguo cuerpo totalmente desconectado y sin ningún rastro de vida mientras miraba con incredulidad su nuevo cuerpo; el tejido de la piel era muy idéntica a parte de las partes metálicas que habían en su interior, sentía recorrer el energon por las venas, podía sentir todo su cuerpo en funcionamiento... hasta que se había volteado y vio que su amada esposa estaba dormida apoyando su cabeza en la mesa... se veía tan linda y pacifica que no pudo evitar soltar una leve risa, pero como Amara a veces tenia el sueño ligero se despertó de repente y miraba algo mareada a sus alrededores, hasta que poco a poco lo vio... Era tal como lo había echo, tanto que el sonrojo se hizo muy notable a los pocos segundos y por reflejo de timidez, desvío solo un poco la mirada, sólo para terminar que este la tomara del mentón metálico con delicadeza hasta que sus ópticos estaban frente a frente... Hasta nuevamente terminar besándola tan apasionadamente, era diferente como lo sentía, pudo sentir aquella calidez y hormigueos que sentían los humanos al estar con la persona que tanto amaban... Pudo comprender como se sentía su esposa cuando estaba con el; apenas se separaron apoyo su frente con la de ella.

Amara_ Creo que no tendré que hacerte las pruebas de movimiento...

Megatron_ Al fin podre estar contigo y con los niños...

Amara_ Se que no querías lastimarlos debido al metal afilado de tu cuerpo... Hiciste algo por ellos por primera vez... Y eso me hace sentir feliz.

Megatron_ No tanto como yo ahora... Podre comenzar desde cero... Con lo que mas amo y aprecio... He cambiado gracias a ti, mi amor.

Se sintió tan nostálgica que no pudo evitar llorar de felicidad, al fin había echo algo bien en su vida que no tenia nada que ver con la guerra y las armas... Al fin se libero de la culpa que la atormentaba cada día; se sintió libre por primera vez después de tanto tiempo vivido que su esposo le limpio las lágrimas sin evitar sonreirle con tanta dulzura y cariño, amaba verla así de feliz, tanto que al fin le devolvió a la femme que tanto amaba aquella calidez que había perdido... Ambos eran tan diferentes y al mismo tiempo tan parecidos que no querían que aquel momento terminara, habían sufrido tanto que el no se dio cuenta que todo el tiempo que estuvo en la tierra, era para estar con el amor de su vida, y ella, cegada por los sentimientos negativos y la soledad nunca pudo perdonar a alguien y tampoco así misma... Al fin el tormento término.

Amara_ Estoy segura que llegare algo tarde... pero al menos valdrá la pena.

*En Japón, casa de Kasane*

Ya habiendo siendo las horas de la mañana, tanto Kazane como Soundwave se habían levantado bien como siempre ya que los niños habían jugado toda la noche y lograron dormirse que ella fue a la cocina y el otro fue a ver como estaban los niños, todos aun seguían dormidos como pequeños ángeles y los dejo dormir un poco mas volviendo a la cocina con su esposa que estaba preparando el desayuno.

Kazane_ Como están los niños??

Soundwave_ Después de jugar tanto anoche, están muy dormidos y dentro de poco estarán despertando.

Kazane_ En verdad ellos son muy traviesos, pero a veces me imagino como serán cuando sean un poco mas grande.

Soundwave_ De seguro harán travesuras de las que nunca se arrepentirán.

Ambos rieron mientras el la abrazaba por detrás y ella le daba besos tiernos en su mejilla metálica, ambos disfrutaban los momentos que se hacían mimos ya que al principio eran muy tímidos para mostrarse así, pero gracias a Amara lograron ser mas abiertos hasta el punto de llegar a donde están ahora, casados y con un hijo al cual aman demasiado. Minutos después los cinco bebes habían despertado mientras bebían el energon de cada respectivo biberón, ya que al ser mestizos podían comer tanto el energon como los alimentos humanos; hasta que apareció el Vórtice de la nada y de este salio Amara, con una leve sonrisa que de alguna forma, irradiaba tranquilidad.