El celular de Martijn no dejaba de vibrar y no podía conciliar el sueño. Se levantó de mala gana y vio a Lynn dormir a su lado, salió al balcón y atendió otra llamada que le acababa de entrar.
— ¿Martijn? ¿Dónde estás? Dios, por fin atiendes
¿¡Quién lo mandaba a hablar!? Esto es un karma, un verdadero karma.
—.¿Ves la hora que es, Charelle? ¿Qué diablos haces despierta, mujer? —se sentía hasta un poco sorprendido. Tres de la mañana y esta loca lo llama como una histérica—
— Estaba preocupada, ¿Qué quieres? ¿Qué me duerma y no te llame y me preocupe? —refunfuñó con ironía—
Sería una buena idea.
Pensó Martijn.
— Definitivamente, necesito un nuevo trabajo.
— Me haría sentir más cómoda y no tendría que preocuparme tanto.
— Estoy entre vender pulseras en la playa o ser peluquero. ¿Qué preferirías tú, mujer? — siseó con sarcasmo—
Charelle se rió al otro lado de la línea.
— ¿Dónde estás? —típica pregunta—
— En el hospital —mintió—
— ¿Guardia, de nuevo? —demandó—
—Martijn suspiró— Aja, guardia de nuevo —respondió con fastidio y soltó un bostezo—
— Debes estar tan cansado... ¿Quieres que te lleve un helado, mañana? —¡JA! El colmo. Lo que llegan a sugerir por vigilarlo—
— No querida, aquí hay cafetería. Te dejo, operaré una pierna.
— Te amo, lindo. Di que me amas... —esto ya es propasar los limites—
— Ahora no —reprochó con cólera—
***
Martijn entró al hospital y firmó la hoja de asistencia. A tiempo y Katherine no estaba con su cara de mal follada esperándolo en la entrada. Hoy seguramente tenía que ser un buen día.
— Hola Katherine, ¿A dónde te diriges? ¿Venias a esperarme para joderme, acaso? —dijo cuando la vio dirigirse hacia él—
— Es un placer para mí saber que has llegado temprano, un día memorable —Martijn resopló. Entonces en ese momento entró ___, Martijn dirigió una mirada hacia ella quien venía feliz y muy contenta—
Oh, ¿por qué será?
— Tarde Doctora Oprel, ¿por qué será? Seguramente porque estaba visitando a su madre o a su amiga Haydee... Seguro... Seguro... —dijo con sarcástico a más no poder—
___ lo miró y le devolvió una fría mirada mientras firmaba en la carpeta de asistencia su nombre.
— Garritsen... —le advirtió en un simple susurro—
Pero él no iba a parar allí. ___ pasó de él con dirección al ascensor.
Martijn la siguió por atrás.
— ¿Cómo podría decirte ahora, colega? ¿Mosquita muerta? ¿Gatita mala?
___ respiró una buena zancada de aire. Las puertas se abrieron y no había nadie más allí, solo ella su fuerza de voluntad y el maldito de Garritsen.
___ marcó el piso cinco y el de él, que se sabía de memoria. Ella sintió la mirada de él en su espalda o quizás en su trasero... No había dicho nada, iba a ser decente por primera vez e iba a mantener la boca callada, hasta que...
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garritsen's women ✧ [m.g.] | ✓
Fanfiction❝nunca merecí a unas mujeres tan maravillosas como ustedes... porque soy un cobarde❞ Adaptada. Créditos a su respectiva autora. 2017-2018 ✓