Epílogo 1 "Una estrella a punto de apagarse"

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Me llamó Kim Mingyu, tengo 20 años y estoy decidido a que este será mi último mes de vida, no me vengan con que la vida es bella y que otra tanta porquería, nunca tuve una vida que valiera la pena, después de todo sólo hay gente que ha venido a sufrir a este mundo.

Mi familia siempre fue completamente disfuncional, mi padre fue un alcohólico y mi mamá, bueno ella se esfuerza por sacarnos adelante, es por eso que no tiene o nunca tuvo el suficiente tiempo para preocuparse de mí.

*Flashback*

  -¿¡ No entiendes?! trajiste al mundo a un maldito bastardo, es un blando por la forma en la que lo criaste maldita zorra -se escuchó como una botella de cerveza se rompía y más tarde los gritos de mi madre.
  - ¡¿Por qué... Nos haces esto?!... ¡Te he dado lo mejor... Y tú me tratas... Como la basura que tú eres! -volví a escuchar como la mano de mi padre colisionaba contra la mejilla de mi madre, así siguió por unos cuantos minutos, hasta que sentí pasos venir hacía la puerta, corrí a mi habitación, me escondí en el armario, sabía que hoy había sido un mal día para mi papá, había bebido más que de costumbre, en el fondo escuchaba los sollozos de mi madre.
 
  - Hey MinMin... ¿dón-de te... escondes pequeño travieso? -podía sentir sus pasos y mis lágrimas comenzaban a caer, cubrí mi boca para evitar sonidos, mi padre botaba todo lo que había a su paso, la puerta estaba semi abierta, pude ver que tomaba mi Pingüino y comenzaba a tirones a tratar de separar su cabeza.

  - Mingyu, ya me est-ás haciendo...enojar -sabía que eso era malo- niño idiota, sí no sales lo romperé -siguió tirando la cabeza de aquel pingüino, pude ver como ya se veía su relleno, salí de mi escondite llorando sin más.

Por primera vez supe lo que era que alguien viera tu cuerpo como un objeto  y que lo trataran a su gana, esa noche comenzó a manosear mi pequeño cuerpo por debajo de mi ropa, hasta que la quitó por completo. Metió cosas donde yo aún no sabía que podía ser posible, me obligó a tocar y hacer cosas tan desagradables que jamás se las hubiese deseado ni a mi peor enemigo, todo eso dolía sumado a los constantes golpes que recibía al intentar negarme.

Sentí por primera vez lo pesada que era la mano de mi papá, mi mejilla ardía por la intensidad de aquellos golpes, cuatro cachetadas llegaron a mí esa noche, quizás más, cuando por fin se cansó de torturarme me dejó en paz, pero yo solo lloraba y los sollozos descontrolados de mi mamá no parecían tener fin alguno, me escondí dentro del armario, abrazando mis piernas mientras lloraba en ellas, así pasé la noche, preguntándome por qué tenía que vivir todo eso, que tanto tendría que soportar para por fin ser feliz.

Esa fue la primera noche en que mi padre me levanto la mano, además de cometer abusos sexuales en mi contra, no sería la última vez, en aquel entonces solo tenía 5 años.

***

Al día siguiente mi mamá no estaba, mi padre tampoco, sólo me levanté y salí de casa sin entender que era lo que había ocurrido, pero cada vez que caminaba podía sentir como una punzada se posaba en mi trasero, pero no le dí importancia solo seguí jugando con mi pelota de fútbol en un parque cercano, sin darme cuenta la tiré muy fuerte ocasionando que impactara con un pequeño de cabello negro y ojos del mismo color, cayó sobre su trasero y comenzó a llorar, algo dentro de mí se removió pues no soporte verlo llorar, sin darme cuenta de que quería estar a su lado todo lo que quedaba de vida.

*Wonwoo, siempre fuiste mi salvación, me trajiste a la vida aún cuando ya nada quedaba de ella, estás desde los inicios de mi sufrimiento y a pesar de todo jamás te apartaste.*

  - Hey Mingyu ¿Por que tienes tú mejilla morada? -pregunto mi nuevo amigo y yo solo sonreí, contagiándosela- ¡Tu colmillo te hacer ser realmente lindo MinMin!

Le prometí cuidarlo y así lo haría, sin siquiera pedirlo aquel día en dónde mi propio padre devastó mi vida por primera vez, gané a la única persona la cual estaría siempre conmigo.

*Fin flashback*

Así fue los siguientes 15 años, mi madre y yo sabíamos que aquel aborrecible hombre mantenía una relación con alguna puta fuera de nuestro hogar, donde aquellos niños veían un padre ejemplar y donde yo sólo deseaba éste no llegara a casa, pues sería sinónimo de abusos en contra de mi madre y a mi propio ser.

Que no intenté denunciarlo, por favor quién demonios quiere vivir de esa forma, pero los policías eran menos confiables que mi padre, jamás hicieron nada solo iban y archivaban nuestras denuncias.

Miles de ellas se habían perdido entre tanto papel, donde quizás si hubieran hecho algo habría podido estar junto a Wonwoo lo que me faltó vivir.

Solo quizás

*Flashback*

Necesitaba que me explicaran algunas cosas de matemáticas y mi más grande amigo, Wonwoo vendría a ayudarme con eso.

Había sido una tarde llena de risas, por fin había logrado entender esas tonterías, que algún día no sería útiles en nada.

Pero había un problema, hace algún tiempo me había dado cuenta de lo mucho que deseaba que Wonwoo fuese más que mi amigo. Además de que mi padre llegó unos minutos antes y nos encontró abrazados en mi cama, hoy me tendría que aguantar una larga golpiza, deseaba que mi madre no llegara esta noche.

  - ¿Qué hacías con ese muchacho Mingyu? -preguntó sentándose a mi lado.
  - Estudiar -susurré incómodo, aquel hombre posó su mano sobre mi pierna, y comenzaba a escalar hasta apretar mi miembro por sobre la tela.
  - ¡Mientes!
 
Traté de evitar mis gemidos pero me era imposible, comenzaba a masturbar mi miembro por sobre la tela, como intenté evitar cada asqueroso sonido que salía de mi boca, golpeó mi mejilla, y mis lágrimas salieron sin más, más golpes recibí y llegamos a la cama, en dónde con cada toque, rompía cada cosa que quedaba en mi interior, estaba acostado en mi cama con mis rodillas en mi pecho, llorando descontroladamente, odiaba todo esto, mi padre si así se le podría decir, se vestía tranquilamente a un lado de mi cama.

  - Debes aprender Mingyu que no me retes, o tal vez termines peor. -Se alejaba poco a poco- Tu mamá no llegara está noche y yo tampoco estaré.

Lloré todo lo que restaba de noche, solo pedía que Wonwoo jamás se enterara de toda esta mierda.

En aquel entonces tenía unos 15 años, recuerdo que me decías que era un jóven muy infantil.

***

  -Hey Mingyu! ¿Qué te sucedió en el rostro? -posaste tus suaves manos en mis mejillas-
  - Solo me golpeé, nuevamente me caí de la escalera.

Reíste, era música para mis oídos.

Eras mi felicidad, y siempre la serás.

*Fin flashback*

Por todo aquello mi vida estaba completamente desecha, lo único que me hacía dudar de mi desición, era tú sonrisa, tú risa, tú voz grave y tú cara de niño frío, me hacías llegar a las estrellas Wonwoo, ¿por qué  no fui capaz de soportarlo por tí?

•~•~•
Holanda!
Este es el primer epílogo, en uno de estos días subiré el según y será el final definitivo.

Espero que les haya gustado, boten y comenten lo que les parecio:3

Gracias pequeñas dinosaurios 💜💜

√Jun√

~Sleep ||수면~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora