Astoria salía de su clase de pociones tan "emocionada" como siempre. Slughorn no era muy divertido, y lo único que se la pasaba haciendo todas las clases era alabar el "trabajo y esfuerzo" del querido Harry Potter. Por una vez en su vida desearía que él no fuese el centro de atención. Pero en fin. También terminaba siendo centro de atención de ella.
Al dar unos cuantos pasos en el pasillo y girar a la derecha, el rubio platino se cruzó con ella y la golpeó a propósito en el hombro. Ésta ni siquiera se inmutó. No tenías ganas de discutir, y menos de lidiar con Draco. Su baja estatura y delgadez la hacían presa fácil de alguien como él.Presa.
No entendía qué pasaba con ella. Le importaba demasiado ese estúpido, y no quería eso. No quería que le importara. Estaba cansada de asistir a los partidos de Quidditch para, supustamente, apoyar a su novio Oliver Wood, y terminar ensimismada con el juego y las habilidades del rubio.
Al chocarse con él, y decidir quedarse en silencio y seguir, éste se molestó. La parte que más le gustaba de acercarse a las chicas y pretenderlas era cómo ellas internamente se morían por él. Astoria no parecía seguir el esquema.Quizás de alguna manera eso era lo que le atraía de ella. Que no era como las demás que caían a sus pies. Que era diferente. Tan diferente como Hermione lo había sido.
Astoria no pudo evitar notar cómo Draco se había quedado observándola de pie en el pasillo mientras ella seguía, "ofendida", hacia donde originalmente se dirigía. La sala común de Gryffindor.
Siguió caminando. Últimamente no se sentía muy bien en su propia casa, Slytherin. Todas las otras chicas la rechazaban y la hacían a un lado siempre. En cenas, en clases, en competencias, en reuniones, en todo. Sus padres habían huido del país para no tener que seguir al-que-no-debe-ser-nombrado y eso, en Slytherin, no era algo de lo cual sentirse muy orgulloso.
Todo era diferente en Gryffindor. Allí tenía a su novio, Oliver, que estaba con ella desde hacía un año y que la comprendía muy bien siempre que ella se sentía mal o necesitaba ayuda. Quizas él no era lo mejor, pero llenaba esa parte de ella que necesitaba llenar. También, allí se encontraba su mejor amiga, Hermione, o como ella amaba decirle, gato. Antes de salir a vacaciones hablaban y compartían casi todos los días, y a veces, hasta dormían juntas. Durante y después de las vacaciones todo había cambiado. Quizás no tanto su amistad si no el comportamiento de Hermione en sí. Siempre esta distraída, faltaba a clases, no hablaba a borbotones, no compartía su vida ahora. Y esto la enfadaba. Varias veces le había preguntado qué había pasado en las vacaciones, pero después de escuchar obliviate y Draco juntos, esto le había dado muy mala espina. No podía vivir sin su mejor amiga, y haría lo que fuera para conseguir la verdad.Aunque costara jugar con su interno amor por el rubio para conseguirlo.
Por fin, tras un largo viaje, llegó a la entrada de la sala común de Gryffindor con los pies algo adoloridos. La dama gorda la miró amable y le pidió la contraseña. Después de tanto ver a Astoria ahí ya no era una serpiente desconocida, peligrosa. - Calabazas flipeantes - Contestó la castaña, sonriendo y colocando un mechón de cabello detrás de su oreja.
La pintura se abrió y ella entró, bajando cuidadosamente las escaleras. Al levantar la mirada, se encontró con Oliver esperándola, sosteniendo en sus manos un ramo de Tulipanes, el cual le ofreció estirando su brazo apenas ella se acercó unos metros más.
Aquella tomó el ramo por la base rozando sus dedos con los de él y, tras unos eternos segundos de no saber qué decir, contestó.
- Gracias, cariño... - susurró, tomando los pétalos suavemente y oliendo el aroma de sus flores.
Oliver soltó una sonrisa inocente y le abrazó, apretando su pequeño cuerpo en sus grandes brazos. Tras un rato de un incómodo (para Astoria) abrazo, el chico la soltó y tomó con su mano derecha un sobre que una lechuza ágilmente había soltado sobre él en el momento preciso.
Tomó aquel sobre en sus manos y lo rasgó, sacando de su interior un retazo de pergamino mal cortado que le avisaba que su equipo de Quidditch iba a tener un entrenamiento de emergencia, ya que tenían que ponerse en forma para su próximo partido con Ravenclaw.
Astoria suspiró resignada, sabiendo que esto era lo que siempre iba a pasar estando con Oliver. Él iba a intentar ser tierno y prestarle atención, y luego simplemente iba a desmoronar absolutamente todo por su primer amor, amor antes que el de ella. El juego.
Oliver al terminar de leer abrió los ojos y rápidamente le explicó a la castaña que debía irse y que no tenía mucho tiempo, que guardara su regalo, las flores, y que se verían más tarde, o mañana.
Ella sólo asintió y le observó en su recorrido hacia la salida de la sala. Sonrió débilmente al fijar sus ojos esmeralda de nuevo en las flores y salió también de allí, a paso lento y distraído, pensando en ver a Luna para preguntarle cómo cuidar su ramo con magia, y también para sacarle algo de información sobre su comentario respecto a Hermione & Draco.No notó que unos ojos grises ocultos tras un cabello rubiamente plateado y unos ojos marrones asustados debajo de una gran maraña de cabello castaño claro le observaban desde un pasillo justo al frente de la escalera queconducía a la entrada de Gryffindor de donde recién había salido.
Draco y hermione.
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Forgotten. (Dramione-Drastoria)
FanfictionDraco Malfoy siempre ha sido el chico más atractivo de Hogwarts. Hermione Granger siempre lo ha odiado... ¿O quizás no? Sexto año. Astoria Greengrass llega para literalmente destruir su mundo. El pasado se revelará poco a poco. El verdadero pasado. ...