Semidios es el término que se le atribuye al hijo entre un dios y un ser humano en la mitología griega. Tiene poderes divinos, y mortalidad.
El mundo está lleno de semidioses que viven escondidos en la oscuridad. Cualquiera podrías ser un semidios...
Rain - BTS (gracias a las dos Silvias por decírmela, oskm).
Lost - BTS.
Holes in the sky - M83.
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Jungkook encendió su móvil y miró la hora. Eran las tres y media de la mañana. Se despertó debido a los fuertes ronquidos de una de las personas que le rodeaban. Todos dormían en el refugio, a pesar de los ronquidos y de la tormenta de fuera. ¿Cómo? Jungkook no lo sabía.
Supuso que era cosa suya, pues siempre había tenido el sueño muy ligero. Se levantó con cuidado y se estiró, escuchando sus espalda crujir. Como un robot, decidió salir a tomar el aire.
Con dificultad, salió del edificio, evitando pisar los cuerpos de sus vecinos y hacer mucho ruido. Vio al señor Kim, dormido en la silla, y respirando profundamente.
La puerta se abrió, haciendo que varias gotas de agua entraran. Jungkook salió rápidamente, y cerró la puerta con cuidado. Por suerte, el edificio tenía un pequeño techado, así que no se mojó por la lluvia.
Se sentó en el suelo mientras se abrazaba las rodillas, intentando entrar en calor. No entendía por qué había salido, pero a pesar del frío y la lluvia, se sentía bien. Tranquilo.
De repente, la puerta del refugio se abrió. Jungkook, en un acto reflejo se levantó, preparado para dar explicaciones a cualquier vecino que se hubiera despertado. O peor, al señor Kim. Por lo poco que pudo ver, aquel anciano era una persona muy seria, y no muy amable precisamente.
Se sorprendió cuando el muchacho de cabellos grisáceos salió del edificio, se sentó en el suelo y le dijo:
—Tranquilo, no te voy a hacer nada.
Jungkook se sentó, un poco más tranquilo. No sabía por qué, pero aquel chico le transmitía confianza. Quizá porque parecía que tenían la misma edad, o porque se veía igual que él: perdido y solo.
—¿Quién eres?—le preguntó Jungkook después de unos minutos de silencio. El recién llegado sonrió sin dejar de mirar el suelo mojado, y respondió:
—Jimin. Y tú eres Jungkook, ¿verdad?—El muchacho abrió los ojos, con sorpresa. ¿Él también sabía su nombre? ¿De qué?
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—Sí. ¿De qué me conoces?—le preguntó a Jimin, el cual ahora le miraba con atención. Jungkook estaba alerta, pues muchas respuestas le vinieron a la mente. ¿Y si le conocía por la caja? ¿Y si él era el dueño de la caja y quería que se la devolviera? ¿Y si le iba a hacer daño? Jungkook no tenía fuerza para hacer nada, no había ido al gimnasio en su vida, y mucho menos metido en una pelea con alguien que parecía el doble de fuerte que él.
Jimin río con suavidad, y se pasó una mano por el cabello mojado. Jungkook no pudo evitar preguntarse por qué siempre tenía agua en el pelo—: No te preocupes, no voy a hacerte nada. Te conozco por la caja de Pandora. Tienes que venir conmigo.
