Era un lunes, si un lunes el lunes que todo el mundo odia es despertar y decir ¡Dios es Lunes! Es el típico lunes en el cuál nos da mala suerte no suena la alarma, no te puedes arreglar bien, no te da tiempo de bañarte ni mucho menos de desayunar.
Eran las 5:59 am y Giselle seguía dormida profundamente, cuando suena la alarma ya eran las 6:00 am. Giselle se levanta muy frescamente, se sienta en su cama, se pone sus pantuflas toma una toalla y se mete a la regadera. Eran las 6:30 am y ya estaba lista para bajar a desayunar, se sentó a comer junto con su abuelo Mario.
-Buenos días abuelo *le da un beso en la mejilla*
-Buenos días mi amor
Se sientan a desayunar Cereal con leche.
-Abuelo, te quería decir algo
-Dime, ¿que es?
-Bueno ya voy a salir de vacaciones y te quería preguntar si haremos algo nuevo o saldremos a algún lugar
-No me había puesto a pensar en eso mi amor, muy buena idea déjame hablar con tu abuela y tu papá haber que planeamos
-Está bien abuelo, te amo ya me tengo que ir a estudiar, te veo en la tarde.
-Adiós, tienes cuidado.
-Eso siempre, adiooooooos.
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Había una vez...
Teen FictionGiselle Ortiz, una chica de 16 años, que desde muy pequeña ha sufrido. Una chica muy aventurera, atrevida, sincera, de casa pero sobre todo muy lastimada.