Dent.

Capítulo 2: Un pequeño cuento antes de dormir.

-Vas a hablar de una vez-dijo el policía. Dent estaba mirando a la pared blanca sin decir nada.

-Qué? -dijo al instante-lo siento, trato de recordar.

-Y?

-Es que recordarlo, me provoca algo de jaqueca.

-Te traigo algo?

-No, está bien, bien, vera, es que.

-Comienza de una vez.

-Bien, no recuerdo que hace cuanto fue, pero si recuerdo que era un viernes en la noche, sí, yo estaba caminando por un barrio cercano al puerto, parecía ir todo bien hasta que vi que una de las casas tenía la puerta abierta.

-Podría dar más detalles. - Dijo otra voz, exterior de la sala de interrogatorio.

-Era una casa de dos plantas, con un balcón en el segundo piso, por la parte de atrás con vista al mar y a la orilla de la playa.

-Continua por favor-dijo el policía del bigote.

-Caminaba por la acera, cuando vi esa puerta abierta, me acerque un poco, le seré sincero, para sacar algo de provecho para ver si ayudaba a alguien y quedarme con una recompensa.

-Ajá, continua.

-Luego de entrar, vi una cosa que me asusto un poco, vi un rastro de sangre, pensé que era una broma de cámara escondida, porque pude ver una pequeña camarita puesta en un jarrón, este tenía una abertura para el lente, pensé en no arruinar ese mal chiste y decidí hacerme el asustadizo.

-Después?

-Conforme avanzaba en el pasillo, y llegué a la sala, vi que todo estaba manchado de más sangre y todo estaba roto o puesto de cabeza, continué y llegue a la cocina, donde, donde vi el cadáver de una mujer, después la inspeccione y vi que no la habían apuñalado, los cuchillos aún seguían guardados en un cajón, después vi por una ventana cerca del refrigerador y fue cuando algo llamo mi atención, fue momentáneo, porque después escuche otros ruidos, unas pisadas, voltee y...y.

-Que te ocurre? -pregunto el policía muy incómodo, Dent comenzaba a lagrimear un poco y a parpadear cada cinco segundos.

-Es que yo-la voz de Dent se agudizo, su cara se puso roja y arrugada, estaba llorando-solo no podía creerlo, el niño llevaba su pijama azul con abejitas puesta, el... él estaba muy muy mal, solo quería salir de allí pero el niño no me dejo, estaba con toda cara mordisqueada y con moretones en los ojos, su ropa estaba manchada y el venia hacia a mi mientras balbuceaba, el solo fue a atacarme, me quiso morder, luego yo lo empuje pero él era bastante fuerte, me mordió el brazo y sin querer yo solo...

-Tu-dijo el policía mientras se levantaba de su silla y se alejaba de él dando pasos hacia atrás, directo a la puerta-eres el que mataste a la familia de los Parker hace un año.

-Le juro que yo no lo hice.

-Pero que hiciste con ese niño, tú le disparaste, cuando investigue la escena, si rostro estaba perforado por una bala, ¿acaso no es eso lo que estabas a punto de decir?

-Si-Dent cerro sus parpados mientas su lagrimas no dejaban de caer, bajo la cabeza mientras trataba de controlar su impulso por romper en llanto.

-Eres el culpable de tal atrocidad.

-NO!, ¡ESCUCHEME!, YO NO LO HICE!

-La mordida, la mordida-dijo la voz del exterior de la habitación.

El policía se acercó y le quito la manga a la camisa de Dent, donde no vio ni siquiera una pequeña cicatriz.

- ¿¡Dónde está?, eh!?

-Yo llevaba una chaqueta ese día, hacia frio, además llevaba una camisa debajo.

Fue entonces que dos policías más entraron, el del bigote le puso unas esposas a Dent y lo levanto del asiento.

- ¡¿Que estáa haciendo?!-el policía comenzó a decirle los derechos a Dent, tales como que tiene derecho a guardar silencio y el de tener un abogado. Los otros dos policías tomaron a Dent, cada uno del brazo, lo levantaron mientras este gritaba que había una cosa más que decir. Cuando salieron de la habitación, uno de las tres personas que estaban viendo interrogatorio, se acercó, este tenía una bata de color fiusha. Les hablo a los policías

-Que tienes que decir??

-Por favor déjenme decirles quien fue.

-Adelante-después otro de los tres, le llamo la atención llamándolo detective.

-Lo que vi en la ventana, fue a un hombre deambulando por la orilla de la playa.

-Nos lo podrías describir?

-Bueno, solo lo vi de espaldas, pero estaba manchado de sangre por todo el cuerpo.

-Suficiente, llévenselo.

-NO!, ¡ESPEREN!, POR FAVOR.

Los policías procedieron y se lo llevaron a unas celdas en el departamento de policía. El detective se dirigió aquel que le llamo la atención, llamándolo comisionado.

-Qué crees que debemos hacer? -pregunto el detective.

-Él fue el culpable, lo confeso.

-Sí, pero también menciono a un hombre desorientado en la playa.

-Y?

-No lo recuerda, durante la investigación, unos chicos dijeron haber acampado esa noche y que le tomaron una foto a un hombre vestido de azul, con manchas de color guindo en todo cuerpo, dirigiéndose a ellos.

-Su testimonio: "un hombre que parecía un zombi", deberás crees que eso ocurre?

-Lo que sea que está en esa foto, ha estado apareciendo y asustando a los ciudadanos.

-Vamos, ¿un muerto viviente?

-Si tienes razón, pero, ¿caníbales?

-Sea lo que sea, hay que descubrir lo que está ocurriendo, me preocupa.

Entonces, la conversación de ambos se dio por terminada al escuchar la de otros dos policías.

-Oye amigo, otra "llamada". -dijo uno, estaba frente a una computadora atendiendo las llamadas.

-Enserió?, esto ya me asusta.

-Lo sé, no sé qué decir.

-Una especie de campaña de marketing?

- ¡¿Cómo dices?!

-Sí, algunos hacen esas cosas para ganar algo de "publicidad".

-Comiendo animales callejeros?, dirás lo que quieras, pero no es marketing.

El detective y el comisionado se miraron fijamente y se dijeron mutuamente: "dese prisa".