Capítulo 4: Dos amaneceres después.

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"No era la gran cosa, despertamos en la cafetería, fui el primero en hacerlo, vi a la madre en posición fetal a un lado de su hijo en el suelo, ese niño estaba tapado con el chaleco de su madre, mientras ella con un par de servilletas, triste pero conmovedor. Mientras, mis dos "compañeros" estaban abrazados para conservar el calor"

-Bien, creo que es hora de ver que hay afuera-dijo Dent mientras se dirigía a una de las ventanas del primer piso, sin quitar la barricada observo desde lejos un vehículo blindado parecido a un tanque, e primaria instancia pensó que era eso, pero por la forma de caparazón de tortuga sin cañón alargado, olvido esa posibilidad y dejo unánime el nombre del vehículo, ahora bien, primero se alegró de esa fuera su esperanza, regreso al segundo piso del local para despertar a su compañía, pero en él un pensamiento lo hizo casi arrepentirse-¿debería despertarlos a todos?- algo paranoico porque creyó que ocurriría una desgracia si despertaba a todos de una vez, inmediatamente, voces comenzaron a hablar en su cabeza.

- ¿Cuál es el problema? - dijo una voz algo gruesa.

-No lo sé, siento que va a pasar algo.

-Esas películas sí que te marcaron una raya, déjalo y despiértalos para darles las buenas noticias.

-Pero y si los miliares nos confundes con esas personas que estallaron en purga o en una de esas cosas- dijo otra voz un poco más aguda, como si la de un niño asustado se tratara.

-Tiene razón- dijo Dent

-Eso solo pasa en las películas, vamos.

-Pero y si quieren desorientarnos e interrogarnos.

- ¿En qué estás pensando?

-Silencio, necesito pensar- Dijo Dent.

-O claro, y esto es una reunión para beber él te.

-Silencio insensato.

-Silencio ambos- Dijo Dent.

- ¿Ocurre algo?, porque te levantaste tan temprano- Dijo Angelina, aun bostezando.

-Disculpe si la desperté, vuelva a dormir, no ocurre nada- Dijo Dent con un tono más bajo de voz.

-Está bien lo que tú digas- Dijo sin mientras se recostaba y sin importancia.

Dent procedió a regresar al primer piso, donde observo como el camino se despejo y los soldados se iban alejando por la avenida. Procedió que, con café trato de escribir "no salgan" en una servilleta, pues no había lápiz o pluma. Saliendo del lugar con mucha cautela, desarmando la barricada un poco para salir por la puerta, desde fuera solo cerró la puerta y puso un pedazo de cartón sobre ella que encontró en el suelo.

A pasos lentos y silenciosos, observaba como ropa manchada, de lo que parecía ser sangre, cubría todas las calles en conjunto de basura y autos en ciertas esquinas. Llego hasta el final de la cuadra, por la avenida donde se marcharon los soldados, despejado, avanzo sin antes mirar a sus laterales, llegando al final de la cuadra nuevamente, ve hacia los lados, las calles de la derecha y la izquierda es por donde los militares avanzan, mientras que la calle frente a Dent, lo que parece una multitud marcha hacia él, pero se da cuenta de que su andar es un inusual, pues parecen que deambulan y unos van cayendo sobre otros, con camisas y rostros manchados de rojo, sabe que esas "cosas" lo tienen en la mira. Asustado decide disparar al cielo, escondiéndose entre la basura, esperando que los soldados se acercaran, y en efecto lo hicieron, disparando nuevamente solo que esta vez a la multitud, escapa del lugar de regreso a la cafetería, de nuevo, esperando a que la militarizada con sus vehículos se encarguen de las denominadas "cosas".

Regresando a la cafetería, ve como Roger salió de esta.

-Hay idiota- Le grito Roger mientras le apuntaba.

Dent.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora