Capitulo treinta y dos.

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Louis se había sorprendido un poco por lo que a Harry le dijo antes de marcharse, su corazón se sintió un poco aliviado, estaba muy feliz.

Se dirigió al armario a sacar un mameluco color rosa pastel, este también era uno de sus favoritos, aunque fueran sumamente afeminados. Ya se iba a dormir y probablemente no despertaría hasta el día siguiente.

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—¡No lo puedo creer!—gritó Liam emocionado.—Por fin dejaste de ser un maldito cobarde y le dijiste.

—Yo tampoco lo puedo creer.—dijo Harry contra la almohada.

Luego de irse de la habitación de Louis, se fue donde Liam para contarle todo lo ocurrido, este se emocionó de inmediato. Harry estaba recostado en la cama de Liam con una almohada en la cara y Liam estaba sentado a un costado.

—¿Crees que él te creyó? Digo, el estaba muy seguro de que no lo amas, porque no se lo habías dicho, pero ahora, ¿Crees que el lo haya tomado enserio?

—Supongo que si.

—Que bello todo.

—Lo sé.—dijo Harry sonriendo, aparto la almohada de su cara y quedo viendo fijamente a Liam.

—¿Que pasa?

—Es que...yo.—suspiró, probablemente lo que haría ahora sería un poco difícil pero tenía que hacerlo.—¿Piensas buscar a Zayn? ¿Después de todo esto?

—De hecho, eso te iba a comentar.—dijo sonrojándose.—Quiero ir a buscarle.

—Liam, sabes que te amo, eres mi mejor amigo, pero no creo que sea buena idea ir a buscarle.

—¿Porque no?—preguntó un poco molesto, el quería buscar a Zayn, sabía que este no podía pasar mucho tiempo enojado con el, así que quería ir a buscarlo.

—Porque, probablemente el no quiera verte, si vas a buscarle con el propósito de que vuelvan a tener una relación, creo que eso será muy difícil.

—¿Que me lo impide?

—El, ya tiene novio.—dijo y agacho la cabeza.

Liam, no sabía cómo sentirse, el no le creería a Harry y iría a buscarlo, tenía que hacerlo, seguramente todo esto Harry lo inventaba para que no buscará a Zayn.

—Mentiroso, ¡Eres un mentiroso!

—Liam, calm..—Harry intentó hablar pero Liam se levantó furioso y lo interrumpió.

—¡Cálmate tu! ¡Vete ya! No quiero seguir escuchándote.

—Pero.

—¡Pero nada, vete!

—Bueno, después no me digas que no te dije.

Harry tomó su mochila y se largó de la habitación, ya no tenía dónde ir, tenía su habitación claro, pero sabía que si iba a está, se sentiría solo, como todas las noches.

Así que, fue al lugar secreto (no tan secreto, porque era en él campus de la escuela) de Louis, comenzó a caminar, cruzando literalmente todo el campus, el aire chocaba contra su cara, sentía una sensación de libertad, no había nadie ahí más que el y se sentía muy bien, obviamente que quería a Louis con él, pero las cosas no siempre salen como tú quieres.

Llego al árbol y se sentó debajo de este, sacó un cigarrillo de su mochila y lo prendió, al dar la primera calada, sonrió ya que si Louis estuviera con el, probablemente le diría que no fume, que eso dentro de unos cuantos años lo Mataría.

Encantador [l.s] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora