Capítulo 4: Un momento excitante

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- No, no me toques hay!!!.....es mas para abajo...si...hay...justo hay....un poquito más fuerte...- sus manos se movían con total destreza y agilidad sobre mi cuerpo, mientras que la habitación se llenaba de jadeos y suspiros.

- ¿De esta manera? - me preguntó Jerald, haciendo mas presión en mis puntos débiles.

- Si, justo hay. - luego de ese suculento consentimiento, me pare de la cama y me puse mi bata. -otro día perfecto en el spa.

- Ya se siente mejor señorita Stevens?- me preguntó el masajista.

- Si, gracias por hacer tu magia en mi cuerpo. -le hable de vuelta a Jerald, el cual solo asintió con una sonrisa en los labios y se fue a atender a otra clienta.

Después de hacerme la manicura y la pedicura, me dirigí al bosque de las ánimas. Este es un lugar hermoso, ya que es tranquilo y muy pacífico.

Me encanta venir aquí para leer y escribir, pues mi mente vuela y se transporta a lugares extraordinarios e inexistentes. Este es un lugar en el cual siento que realmente encajó y me hace salir de la  monotonía.

Entra tanto leer bajo uno de los árboles de roble, siento que me observan. Miro a mi alrededor intentado localizar al causante de esta incomodidad, pero solo localizo a unas cuantas  parejas paseándose por el lugar con mucha naturalidad.

Creo que estoy siendo paranoica, la verdad es que estoy ansiosa por el  viaje, y eso solo provoca que mis nervios estén a flor de piel.

Con eso en mente, me levante de mi cómodo lugar y me fui a mi departamento. Aunque es un poco tedioso tener la misma rutina siempre, no me puedo quejar, soy feliz....o eso creo...

Pasada las horas ya me encontraba dentro del avión, sentada en mi lugar favorito, el cual es junto a la ventana. Como había de esperarse el vuelo es de primera clase.

Tome mis audífonos y me los coloque aislando el ruido del exterior y sumergiéndome en la canción que salia de estos.

Mi mente fue divagando y mis párpados comenzaron a pesar, hasta quedarme totalmente rendida.

Sentí como me tocaban y sacudían el hombro, así que manotie a la que supongo yo, era la azafata, para que me deje seguir durmiendo en paz, pero no, esta molestia repitió la misma acción de antes, provocando que yo mi sueño se terminara de esfumar y mi mal humos saliera a la luz.

Cuando me enderece en el asiento y mire fijamente a la persona que estaba a mi lado me lleve una gran sorpresa.

- Por qué me despertaste? -hable con mi voz adormilada y mirando mal al chico que tenia a mi lado, este solo soltó una pequeña risita.

-  Por qué sera que siempre te levantas de mal humor cuando te despierto yo?, si lo hiciera Nicol, a puesto a que no tendrías esa...- y justo hay se callo. No entendí de quien hablaba, así que me limité a mirarlo mal.

Él se removió un poco incómodo en el asiento y yo me quite los audífonos.

- De que rayos hablas? - le pregunte mirándolo acusadora mente.

- No, de nada... solo...es que me recuerdas a alguien...- hablo Louis vacilando en cada palabra, pero esta vez manteniendo su vista en mi.

- Ok...oye...yo...pensé que no ibas a venir..-

- Lo siento por eso, es que tuve unos problemas antes de salir. -en ese momento solo me limite a asentir.

La verdad es que me gustaba tener a Louis de compañero, él es muy divertido y estando a su lado no podía quedarme seria, siempre encontraba la manera de  hacerme sonreír.

Obviamente al viajar de Japón a R.D., había que tomar varios aviones, pero siempre que vas en compañía el viaje se hace mas corto.

Como no conocía el país al cual viaje, Louis se encargó de ser mi guía y acompañarse hasta el hotel. Después de llevarme se despidió de mi y se fue a su casa...

A la mañana siguiente me dispuse a ir a un centro comercial, pues el clima de aquí era muy caluroso y yo solo había traído ropas abrigadas... Lo se, mala mía.

Entre a una tienda que llamo mucho mi atención, y comencé a comprar de todo, como la loca impulsiva que soy.

De repente una chica que esta de espaldas a mi, llama mi atención. Su cabello es negro cenizo al igual que el carbón y sus gestos al hablar con dos chicas mas que andaban con ella, eran realmente excesivos. Una de sus amigas se percata de que llevo rato observando las y hace un gesto para que miraran en mi dirección.

Realmente esta chica de espaldas a mi me parece muy conocida al igual que las demás... Pero de donde?

Por un segundo mi vista baja al suelo y un nudo se forma en mi garganta, luego escuche unos gritos.

- Yuraimy no te atrevas!!!!- cuando levantó la vista veo que la chica que antes estaba de espaldas a mi, viene corriendo en mi dirección y cuando esta cerca de mi, da un pequeño brinquito abrazando me...y yo solo me quedo en estado de shock.

- Paola!!! Volviste!!...te extrañe mucho!!- abrí los ojos como platos ante su conducta y aun mas frisada. Luego vi como las otras chicas mas se aproximaron hasta donde nosotros y como pudieron me sacaron a la otra de encima.

- Yuraimy, deja la en paz, ella no puede!!!- hablo la que tenia el pelo rojizo.

- Enserio no me recuerdas. - la tal Yuraimy, me miro con ojos suplicantes, pero yo solo negué y al instante a ella se le aguaron los ojos. - MALDITA SEA!!!!  PORQUE NO ME RECUERDAS!!!?!! - grito a todo pulmón ganándose algunas miradas de las personas que estaban en ese lugar. Luego salio corriendo, dejando a sus amigas atrás.

- Lo siento mucho...ella te confundió con otra persona...perdón por las molestias y adiós. - la chica pelirroja después de hablar miro a su amiga y también se fueron corriendo, dejándome a mi confundida.

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Hello!!

Que tal esta quedando la historia??
No olviden comentar y dar su voto!!

Se despide: Paw ;v



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