Recuerdos Perdidos...

Capítulo 6: Abandono

"Eres una existencia molesta"... Esas palabras resonaban una y otra vez en mi cabeza impidiéndome, pensar con claridad. " Estas loca y deben encerrarte en un manicomio, pues allí es a donde perteneces", Ush!, otra de sus oraciones que detestaba, y no olvidemos el "Tu no sirves para nada". Mi madre siempre decía que debía cuidar a las personas que están a mi alrededor, pues no sé cuando voy a necesitar de ellas. Me repetía una y otra vez que por mi personalidad me iba a quedar sola.

Mis padres siempre decían cosas parecidas cuando estaban enojados, porque yo había cometido algún error. Mis amigas siempre me decían que yo era como la chica perfecta, y yo siempre se los negaba. No importaba cuanto me esforzaba o cuanto sacrificaba, ellos nunca estaban contentos con mis logros, siempre querían más, no pasaba ni un día sin que ellos me pelearan o me regañaran.

Aveces intentaba ignorar sus palabras, pero no funcionaba, por el simple hecho de que me las decían unas de las personas que más yo amo en este mundo.

No me gustaba enojarme con ellos, pues se que no tienen la culpa de que yo sea una inútil y no tenga ningún valor. Siempre fui una persona con mucha paciencia y mucha tranquilidad, intentaba nunca tomar decisiones apresuradas, pero muchas veces me encantaría que dejaran de restregarme los errores que he cometido y comiencen a dejar de recordármelos. No estoy ciega para no ver los errores que cometo, creeme cuando digo que cuando fallo me siento muy mal, me siento como la peor persona del mundo, pero es algo que no puedo evitar soy una humana y como tal voy a cometer muchos errores.

Nunca juzgo a las personas por algo malo que hicieron, sino que digo "Debió tener alguna razón para hacer eso", así que por favor deja de juzgarme y comienza a preguntarte por qué lo hice?... Aunque intentaba ocultarlo, aunque intentaba fingir que todo estaba bien, sus palabras volvían a golpearme como si fueran latigazos repitiendo me "Todos te van a abandonar, por lo estúpida que eres, te vas a quedar sola y antes de lo esperado vas a desaparecer de este mundo sin tan siquiera haber muerto, porque todos te dejarán y te abandonaran". Muchas personas dirían "yo soy tú y me voy de la casa", pero la verdad es que no tenía a donde ir y no quería ser una carga para mis amigas, ellas ya habían hecho suficiente por mi. Pero todo se derrumbó aquel día que mis padres se fueron de la casa y me abandonaron junto con esta, cumpliendo sus tan preciadas palabras de que algún día me iba a quedar sola.

Leí la carta con pausa y asombro de la valentía y coraje que tenía esta persona al escribirla. Me removí en el sofá individual, intentado encontrar una posición más cómoda para leer el papel en mis manos nuevamente. En eso una fuerte ventisca entro por las puertas de cristal que daban al balcón, las cuales estaban abiertas, provocando que la hoja saliera volando y cayera unos pasos más allá de donde estaba sentada. De un brinco me incorpore del sillón, hasta quedar frente a la hoja. Me incline un poco para recogerla, pero en el momento que las yemas de mis dedos rozaron el papel, una gran punzada se instaló en mis sienes, haciéndome caer de rodillas por el intenso dolor y provocando que mi vista se nublara.