Kat Lambert rompe la cuarta pared más que Deadpool, y eso es decir mucho. Le gustaría tener más cosas en común con Deadpool, a propósito (ser invencible le vendría genial cuando medio mundo conspira para comérsela, asesinarla, molerla a palos con pú...
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En serio, no la lean, me da mucha vergüenza esta wea KAJSJAJS
Un pájaro acababa de defecar sobre mi cabeza.
Así es, de todos los infortunios que podían ocurrir en el fin del mundo dominado por mugrosos, como ser mordida, secuestrada por un grupo de punks anarquistas o capturada por Saw, a mí, Kat Lambert, me caía mierda de pájaro en el cuero cabelludo.
Que buena manera de empezar mi primer día con catorce años, ¿no?
—¡Oh, claro, ahora huye, maldita paloma cobarde! —exclamé, agarrando una roca del suelo e intentando golpear al ave que había depositado sus haces sobre mi cabello. La cobardía del siglo veintiuno había llegado a niveles jodidamente impresionantes, y aquella paloma era la prueba.
Solté un bufido y bajé la mirada la mapa de Georgia que había demorado más de una hora en comprender. Según él, aún me quedaban quinientos metros para llegar a la condenada gasolinera que había marcado, en donde si tenía suerte —cosa que escaseaba lo suficiente en mi vida a estas alturas—, esta tendría una tienda que no había saqueada. Y con aún más suerte, habrían fideos.
Porque sí, así es como la vida de una sobreviviente del holocausto de los mugrosos (alias muertos-que-se-mueven-y-te-comen) luce en pleno 2014. Puedes tirar al traste todos esos estereotipos de sobrevivientes que las películas de Hollywood intentan vender, no hay ningún Rambo deambulando por aquí, ni pandillas temibles pero tremendamente cool usando motocicletas con picas en los neumáticos, e individualmente, el tiempo que no estás siendo un torpe escapando de mugrosos, lo utilizas aburriéndote y siendo ocioso, sin hacer absolutamente nada productivo con tu vida.
Y sí, estoy hablando en segunda persona a pesar de que con todo eso me refiero a mí.
Para dejar aún más claro lo aburrida que es la vida de una sobreviviente al apocalipsis, dibujé un gráfico:
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