Capítulo 2. Alternativa

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Sakura inspeccionó cuidadosamente el pulso del chico, era la tercera vez que lo hacía. De igual modo había inspeccionado escrupulosamente los análisis de sangre y mirado reiteradamente las radiografías que se le habían tomado a Lee. Al final se limitó a dar un largo suspiro y mirar a Lee durante unos instantes. Al chuunin de la Hoja no le gusto eso, quien conocía de sobra las expresiones en el rostro de los médicos; sabía que ese suspiro no auguraba algo bueno. Y no era el único, un tanto alejado de la escena, Gaara esperaba pacientemente a que la kunoichi médico concluyera algo más esperanzador.

-Que cara tan seria Sakura-san, me estás dando algo de miedo – Lee sonrió dulcemente, haciendo que la chica riera un poco –

-Lee-kun, siempre has sido un pésimo paciente – La chica se cruzó de brazos – Apuesto a que sigues entrenando como loco... Pesé a que te dije que estaba estrictamente prohibido – Gaara miró severamente a Lee, quien no pudo evitar un escalofrío al sentir el reproche de ambos.

-Sólo el tiempo que Gaara-kun está demasiado ocupado, el resto del tiempo lo pasó con él y claro sin entrenar –

-Ya veo, debes seguir tomando los medicamentos, eso evitará el dolor – entrecerró los ojos contemplándolo un tanto impaciente – Aunque odias tomar medicinas, lo sé. Vamos, aquí traigo una mezcla especial que hice especialmente para ti, estoy segura de que te sentirás mejor – Dijo abriendo un pequeño termo.

Un goterón bajo por la mejilla del amo del taijutsu cuando viera a Sakura verter un té de extraño color de aquel termo. Y no únicamente era el indefinido color que tenía aquel raro batidillo, poseía un aroma todavía más extraño... Seguro que sabía de la misma forma que se veía. Lee sin embargo, era un caballero y no despreciaría el esfuerzo de la bella chica; agradeció sinceramente sus atenciones y bebió de golpe hasta la última gota del turbio líquido. Suspiró una vez lo tomara todo, regalándole una sonrisa a la pelirrosa.

-¿Y qué tal? – Pregunto ella sirviendo un poco más.

-Algo fuerte, pensé que el sabor sería otro – Dijo cordialmente el chico. Claro que no, el té había sido todavía más terrible de lo esperado. Tan solo con el primer sorbo de aquella espesa mezcla deslizándose lentamente por su garganta, se había sentido a punto de vomitar. Pero aquello no se trataba del sabor, Sakura era un excelente ninja médico y el azabache confiaba plenamente en sus conocimientos – Gracias –

-Bueno, ahora debes dormir un poco para maximizar el efecto. Vámonos todos, usted también Kazekage-sama –

*

Apenas se alejarán lo suficiente de la habitación, Sakura pudo sentir la inquisidora mirada del joven pelirrojo sobre ella. Se detuvo, sin atreverse a mirar a los ojos al joven pelirrojo.

-Se lo que quiere preguntarme, y lamento mucho no poder darle buenas noticias - murmuró la chica de ojos verdes – El té es bueno, lo relajara y no sentirá dolor durante muchas horas. Cuando el efecto haya pasado, yo me aseguraré de que Lee no tenga molestias, se lo prometo. Al menos hasta que... –

-Ya lo sé, no tienes que decir nada – El Kazekage de la arena le dio la espalda renuente a escuchar sobre ese momento - ¿Crees que ha habido alguna mejoría? ¿Aunque sea pequeña? -

Sakura suspiro, no pudiendo encontrar palabras adecuadas.

-No. Ninguna en absoluto, todo lo contrario –

Gaara tragó saliva sin mirarla. Ya lo suponía.

-Lee-kun sigue entrenando pese a su condición, eso no le va a ayudar en nada. Sus músculos, principalmente su corazón se están empezando a deteriorar rápidamente. El tipo de chakra que invade su cuerpo es algo inusual y no existe tratamiento conocido. Kazekage-sama... –

InnocentDonde viven las historias. Descúbrelo ahora