Capítulo 7.

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[Narra Justin]

Fui caminando hasta casa después del encuentro "inesperado" con Nicole. Pensando en ella, en cómo podía conseguir llevarla a mi cama, como hacía con todas. Calculé que unas 3 semanas servirían para tenerla a mis pies. Sonreí.

Cuando llegué estaba Jack, como siempre, sin hacer nada, simplemente sentado en el sofá de nuestro salón.

"Eh man, ¿puedo pedirte algo?" comencé.

"Mmm, claro" se quedó pensativo un instante "¿A dónde fuist-"

"¿Tienes el número de Nicole?" dije mirando al suelo.

"Claro que sí, pero espera..." dudó "tú, Nicole, ¿qué ha pasado Bieber?"

"He quedado con ella mañana después de estar haciendo una hora de footing con ella hoy" me encogí de hombros, pero pude notar su mirada.

"¿¡Qué tú que!?" Exclamó sobresaltado "Tío, ¿sabes que cientos de chicos están detrás de ella y ninguno consigue nada?"

"Tú sabes que soy una excepción" Moví mis cejas de arriba a abajo repetidamente. Reí.  "¿Me lo das o qué?" Acto seguido Jack sacó su móvil y me dicto el número de Nicole, yo tecleé los números que él me iba diciendo. Guardé su número finalmente. "Gracias bro".

Me dirigí hacia mi habitación, quitando mis deportivas amarillas me tumbé sobre la cama. Iba a conseguir que esa chica estuviera loca por mí, era mi siguiente objetivo. Tenía algo diferente, ella no me tenía miedo, yo no le imponía, era un reto perfecto y yo, Justin Miller lo iba a conseguir. Pensé en ello, ¿cómo podía llamar su atención? Tenía su número de teléfono, comenzaría por ahí.

Saqué mi móvil de mis caídos pantalones y busqué su número, pensé durante un rato y mis dedos comenzaron a teclear.

Mensaje para Rubia:

"¿Qué te parece tú y yo mañana a las 12 en Wendy's?"

Sonreí. Habíamos quedado a las 10:30, a las 12 teníamos el tiempo justo para arreglarnos después de una hora intensa de deporte. No estaba muy seguro de si aceptaría, pero el sonido de mi teléfono iba a resolverme esa duda.

Mensaje de Rubia:

"No va a poder ser, tengo academia de baile a esa hora, pero no me des plantón tú a mí a las 10:30, ¿eh?" Supe que se estaba burlando de lo último que le dije cuando nos despedimos esa misma mañana.

Bloqueé la pantalla del móvil haciendo que esta se pusiera en negro. Comencé a recordar lo que había pasado por la mañana, en lo guapa que iba Nicole vestida, no había hecho falta que llevara un escote y un vestido ajustado para llamar mi atención, como con todas en las fiestas. Aún así ¿qué más daba? Siempre me ligaba a las que estaban más buenas, fuera donde fuera y quien fuera la chica. Soy un superficial y un engreído, o eso me suelen decir, yo simplemente me veo... sexy, sí, esa es la palabra.

La puerta  se abrió de un golpe seco, Jack entró bruscamente se acercó a donde yo estaba y me tiró una carta a la cara.

"¿Qué cojones haces con tu vida Jack?" dije levantándome y plantándole cara.

"¿¡Quieres leer la puta carta!?" me gritó.

"Tío, eres un puto inestable" La vena de mi cuello se hinchó, tengo el carácter suficiente para saltar a la mínima de cambio. Comencé a leer la carta. Entendí de lo que hablaba. "¿Me estás jodiendo? ¡Me dijiste que nadie estaba mirando!"

"¿¡Te crees que si hubiera sabido que había alguien mirando te habría dado vía libre!?" solo retumbaban gritos y más gritos por toda la casa.

"No lo sé man, pero acabamos de meternos en una mierda muy grande" pasé las manos por mi cara y mi pelo, lo revolví fuertemente. "Ya sabes por qué me fui de Canadá, no puede pasarme lo mismo aquí, mis padres ya no quieren ni verme".

"Debemos arreglar esto, mañana por la mañana van a venir a interrogarnos, prepara una buena escusa" Estaba de los nervios, podía romper algo en ese mismo instante, de repente recordé una cosa 'mierda, Nicole' pensé.

"No puedo" susurré.

"¿Cómo dices?" La voz de Jack sonaba seca.

"Que no puedo mañana, joder"

"No me jodas Miller, ¿qué te crees que están a tu disposición las 24 putas horas del día?" Sus ojos iban a salirse de sus órbitas "Si la has cagado no te escondas como una nena".

"¡Te recuerdo que el que comenzó toda la mierda de vender drogas fuiste tú! Y si ese gran hijo de puta hubiera pagado lo que nos debía no hubiéramos tenido que partirle la cara" mi sangre ardía, mi corazón latía tan rápido que no sé cómo no se salió de mi pecho. "Estamos juntos en esto, man".

Heartbeats.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora