Capítulo 3

194 8 0
                                    

[Narra Nicole]

Íbamos de camino hacia el banco de antes y tuve una idea.

"Alex, ¿qué te parece si le jugamos una broma a Gio? Dije sonriendo ampliamente.

Mi mejor amiga me miró con picardía, le gustó mi idea. "¿Qué tipo de broma?"

"Hemos tardado un tiempo, ¿no?" Alex asintió. "Pues digámosle que me desmayé o algo por el estilo" Al notar la cara de Alex pensativa creí que no era una buena idea. "¿Me he pasado demasiado?" Añadí.

Ella sonrió "Lo justo" Y las dos comenzamos a soltar carcajadas como si no hubiera mañana.

Llegamos a donde estaba Gio, estaba impaciente, se podía notar en su cara.

"Gio puedo explicarte porque tardamos tanto" comenzó a decir Alex "verás, entré en el baño y me encontré a Nicole tirada en el suelo, ella se desmayó de nuevo" pude observar como ella intentaba aguantar la sonrisa que luchaba por asomar, al igual que yo.

"Oh Dios mío Nicole" Pude ver la angustia en sus ojos. "¿Te encuentras bien?"

"Sí, bueno" Dije en un tono nada convincente. Hice el amago de andar "En realidad... n- no" Y directamente me "desmayé" en los brazos de Alex.

"¡¡NICOLE!! ¡UN MÉDICO POR FAVOR! DIOS MÍO ALEX, AGUÁNTALA FUERTE" Gio estaba como loco, gritando por todos lados, pero mi mejor amiga y yo no pudimos aguantar más y soltamos las carcajadas más fuertes que nos pudieron salir. Tiradas en el suelo aún riendo pude ver que Gio nos miraba sin comprender nada.

"Tenías que ver la cara que has puesto" Dije aún riendo fuertemente mientras me levantaba y ayudaba a Alex a hacer lo mismo.

"SOIS IDIOTAS, ¡OS ODIO!" Alex y yo chocamos nuestras manos. "No tiene gracia" Cruzó los brazos sobre su pecho y comenzó a caminar más rápido que nosotras.

"Oh vamos, era una broma, no te pongas así" Añadió Alex un poco más seria.

Lo alcanzamos y nos pusimos cada una a un lado suyo.

"Realmente me has asustado, Nicole" Dijo Gio con un tono serio.

"Lo siento, si hubiera sabido que iba a desmayarme habría avisado" Encogí mis hombros y  él se echó a reír de repente. "¿Cómo se puede ser tan bipolar?" Dije entre carcajadas, levanté mis cejas en modo vacilante, cosa que él imitó. "Eres de lo que no hay" le saqué la lengua bromeando.

"Lo mismo digo" Soltó subiendo sus brazos en el aire.

 "Eh, ¡mirad! Allí están jugando un partido de fútbol, ¿vamos a verlo?" Interrumpió Alex la conversación.

"Solo quieres ver si Eddie está jugando, ¿verdad?"

"¿Qué? Oh, no, simplemente por pasar lo que nos queda de tarde" La conocía perfectamente, pero seguí su juego y acabamos viendo el partido, sentados muy cerca de la valla, donde podíamos ver todo a la perfección.

Comprobamos que Eddie jugaba ese partido, así que nos quedamos a verlo por Alex.

"¿A qué juega genial?" Pude notar la emoción en su voz, era como una niña pequeña con un juguete nuevo.

Seguí fijándome en el partido y vi a un chico bastante atractivo que jugaba con el número 6 en su camiseta. Era rubio y tenía el pelo alborotado debido al sudor y al agua que se echaba cada cinco minutos por el calor que tenía, sus ojos no pude distinguirlos bien, pero podía afirmar que no eran ni azules ni verdes. Tenía los labios con forma de una especie de corazón. No podía parar de fijarme en él, y se podía decir que físicamente estaba  genial.

"Ts, rubia, ya sé que estoy bueno, pero mejor hazme una foto, te durará más" Aquel chico rubio se dirigió a mí enviándome un guiño. Me sacó de mis pensamientos.

"Ni me había fijado en ti, imbécil" Le dije con asco en mis palabras y antes de que él pudiera replicarme nada tuvo que salir corriendo para coger el balón.

"¡MILLER! ¡MILLER! AQUÍ, ESTOY SOLO" Y él pasó la pelota a ese chico que le gritaba.

Así que le llamaban Miller. Me pareció un mote original. Realmente era demasiado atractivo, pero un engreído de mierda. 'Maldición, se le da demasiado bien, mira como maneja la bola' pensé al fijarme mejor en como jugaba al fútbol. A mí me encanta ver partidos, así que tampoco lo estaba pasando tan mal.

Cambiaron a un jugador, el número 8 exactamente, por otro del banquillo, del equipo de Eddie, pero de pronto me quede sin aire de nuevo, no podía ser ¿Derek? ¿Qué coño? ¿Allí? Volví a respirar. No, no, no puede ser.' Joder, esta mierda no puede dejarme tranquila ni un puto segundo de mi vida' decían mis pensamientos.

Empecé a sentirme mareada de nuevo, todo se veía doble. Esas voces insufribles volvieron a mi cabeza.

"¿Realmente solo me estabas utilizando todo este tiempo? ¿Ya no te importo o simplemente nunca te importé?"

"Ya te conté toda la verdad y no, nunca te he querido, eres buena en la cama, pero prefiero ser hombre de varias mujeres" elevó las cejas y todo lo que sentía en estos momentos era repugnancia.

"Das asco Derek Persky" mis palabras contenían asco, demasiado, lo odiaba, realmente lo hacía, no podía comprender como pude estar enamorada de tal persona, si podía llamar persona.

"No quería que te enteraras de esta manera" Dijo sin darle importancia, metiendo sus manos en los bolsillos de sus pantalones, se notaba que se la sudaba todo.

"Ah, ¿no? ¿Y cómo sino? ¿Dejándome una puta nota? Cobarde de mierda..."

"Mira, ni siquiera sé porque te doy explicaciones, sí, fue una puta apuesta, la gané y ya está. Ahora me iré, acabó toda esta mierda"

"¡Eso digo yo! ¡Vete por esa puerta no quiero ver tu culo por aquí en mi vida! Nunca debí confiar en un engreído como tú".

"Eh, rubia, ¿te encuentras bien?" Ese chico tan atractivo, ese tal Miller me sacó de esas voces infernales, pero no podía contestarle, no en ese momento, una cosa es recordar y otra diferente verle allí, a ese cabrón que amargó mi vida.

"A-a-lex" le pegué un golpe con mi mano en su hombro, ella me miró extrañada y rápidamente siguió mis ojos hacia donde ellos estaban señalando. "Me encuentro fatal" dije casi sin voz. Fue entonces cuando tapo su boca con sus manos.

"Cabrón" susurró ella "por favor Nicole, no de nuevo, aguanta"

"Sabes que no lo puedo controlar" Dije intentando controlar mi respiración, que fallaba por momentos o iba demasiado deprisa.

"No, no significas nada para mí"

"¡POR FAVOR!" Gritó "¡QUE ALGUIEN LLAMÉ A LA ENFERMERA, MI AMIGA TIENE HIPERTENSIÓN!" Alex empezó a abrazarme y a darme aire con un abanico que sacó de su gran bolso.

"PUEDE LLEVAR A ALGO... muy grave" esas dos últimas palabras fueron casi inaudibles, su voz se quebró.

Heartbeats.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora