Capítulo 10.

107 13 3
                                    

[Narra Nicole]

Justin me estaba poniendo de los nervios, es el típico niño pijo, chulo y engreído. No gracias, aspiro a algo más. Tampoco puedo negar que no sea guapo y tenga lo suyo, pero el plantón que me había dado esa misma mañana no pensaba perdonárselo, no tan rápido.

El colmo ya fue cuando me cargo sobre su hombro, odio eso, el cabrón de Derek siempre me lo hacía, y después de todo lo pasado, no me gusta nada que lo hagan.

"Miller, por favor, para" chillé "te lo estoy diciendo en serio, ¡bájame ahora mismo!"

"¿Cómo? ¿Alguien está diciendo algo?"

'Gilipollas' pensé. "Justin, esto puede acabar mal, hazme caso" sonaba más bien como una súplica.

"Por fin me llamas por mi nombre" susurró mientras me bajaba, pero en ese momento empecé a sentirme cansada y mi vista se nubló. No solo porque ese chico me saca de mis casillas, sino porque últimamente tenía las defensas bajas, y a la mínima...

*******

"Soy un gran idiota" la voz de Justin me despertó. Cuando pude terminar de abrir mis ojos me sorprendí, seguíamos delante de mi academia de baile. Debían haber pasado a penas minutos desde que me desmayé. Él no se percató de que me había despertado.

"Más bien un imbécil, diría yo" mi voz sonó casi inaudible. Justin se asustó.

"¡Dios mío Nicole! Lo siento mucho, de verdad, debí hacerte caso" me abrazó, espera... ¿me abrazó? Hay algo mal, ¿yo no me aparté de él? Tenía las fuerzas suficientes para hacerlo, fue una tontería ese mareo, pero no lo hice, no me aparté de sus brazos, en cambio, no le devolví el mismo gesto.

"Déjalo, está claro que no sueles hacer caso" me levanté, desequilibrándome un poco, pero podía andar, apartándole finalmente.

"¿Necesitas que te lleve a casa?" Preguntó cogiéndome del brazo "No es molestia para mí"

"No hace falta Bieber, puedo ir sola" y dicho eso, mis pies comenzaron a caminar, hasta que él se interpuso de nuevo en mi camino. "Por favor, tengo cosas que hacer" le dije.

"Por eso mismo, yo te llevaré a casa" me miró fijamente a los ojos  "por favor"

"De acuerdo, pero solo porque mi coche sigue estropeado" dije sin ganas de discutir más. Justin agarró mi muñeca y me dirigió hacia su gran Ferrari negro, aparcado un poco lejos, parecía que no lo utilizaba mucho. Quedé asombrada.

Justin rió al ver mi expresión. "No es nada del otro mundo" se encogió de hombros "venga pasa" abrió la puerta del copiloto para que yo pasara y la cerró detrás de mí. Seguidamente subió al coche, depositando la llave en el contacto y arrancó.

Todavía estaba enfadada. Mil pensamientos estaban en mi cabeza al mismo tiempo, pero tenía una duda demasiado grande.

"¿Porqué estabas en la puerta de mi academia?" dije mirando al frente.

Justin giró su cabeza para mirarme "¿Qué menos podía hacer? Ya te dije que esta mañana no pude salir de casa, pero en cuanto me lo permitieron me dirigí hacia el lugar donde habíamos quedado, pero era demasiado tarde" tragó saliva "ya no estabas. Pensé que estarías muy enfadada y que no querrías verme otra vez, pero necesitaba encontrarte y explicártelo"

"Estabas en lo cierto" No podía creerlo, pensaba que simplemente Justin era un engreído que solo pensaba en él, pero el hecho de que se preocupara por mí a pesar de conocernos tan poco, me sorprendió.

"Me volví loco pensando donde estaría tu academia. Entiendo si no quieres perdonarme." mirando hacia la carretera no dijo nada más. El coche se quedó en un silencio absoluto, pero decidí romperlo.

"Justin" comencé  "¿qué te parece si empezamos de cero?" Él, asombrado por mis palabras, dejó de mirar hacia la carretera y dirigió su mirada hacia mis ojos.

"¿De veras harías eso por mí?" preguntó.

"Pues... sí, pareces un buen chico, pero hemos empezado con mal pie" tragué saliva "Olvidemos todo lo pasado, ¿vale?"

"De acuerdo" dijo sonriente. "Entonces, ¿me dices la calle dónde vives?" los dos reímos, él sabía perfectamente dónde era.

"Que coincidencia, es aquí mismo" dije con ironía, Justin paró el coche y yo abrí la puerta del copiloto para salir. "Gracias por traerme, nos vemos" y acto seguido cerré la puerta. Justin se despidió con la mano y guiñó un ojo. Giré sobre mis tobillos con la cara ardiendo y el corazón latiendo rápido.

Heartbeats.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora