|Tres|

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*Película*

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Porque hay momentos en los que cuando vez una película y aparece una escena tierna, quieres ser tú la protagonista.

Es exactamente lo que le pasa a Mavis Vermilion. Ella quiere una escena como la que ve, pero al ver la seriedad en el rostro de Zeref, no dice nada y sigue mirando la pantalla. Más no se le quitan las ganas, y a lo largo de todo, siempre lanza miradas furtivas y cada vez ve que los ojos negros se van cerrando, cansados. Cuando los ve totalmente cerrados, ve la oportunidad perfecta de recrear lo que quiere. Se acerca silenciosa y le deposita un beso casto, por supuesto que ha cerrado los ojos, y cuando los abre, ¡vaya sorpresa!, el pelinegro acompañante también los tiene abiertos.

― ¿Así es como asaltas los labios de un indefenso? ― la pulla está presente y la curvatura en esos labios lo demuestra, pero luego estos se vuelven más sinceros y tiernos al verla abrir y cerrar los labios buscando palabras adecuadas para defenderse.

―Y-y-yo...n-n-no... ― no tiene ninguna.

Ver a Mavis Vermilion no teniendo audaces palabras que ofrecer es todo un logro.

―Si lo querías, solo pídelo. ―demasiada ternura son esas mejillas sonrosadas y esos gestos desesperados.

En contra de sus amables palabras, es el momento para ser el desalmado que le roba a la doncella un beso. De todos modos esos papeles de villano le quedan genial.

Y para ser sinceros que el malo de la película ofrezca muestras de ternura frente a la chica indicada es un cliché demasiado atrayente y lindo.

Así es como Mavis logra recrear dos escenas y se siente ladrona y victima a la vez.


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