SPETTRO

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Le gustaba correr descalzo por los pasillos de su castillo. Cargaba sus zapatitos para no hacer ruido y molestar a mamá. Porque mamá se enoja feo y dice cosas que duelen en el pechito. También amaba jugar entre las flores que su abuela trataba de mantener vivas. Le gustaba escurrirse en la biblioteca y de vez en cuando tocar la perilla del estudio de música. Solo tocar un poco la perilla, no demasiado porque tal vez se daban cuenta que estaba husmeando y le iban a levantar la voz. Cuando mamá levanta la voz, sus ojos se ponen de color miedo, sus cejitas cambian y sus dientes rechinan. Da un poco de miedo, pero mami es mami. 

Pero si mami le encontraba jugando descuidadamente, "arruinando" sus flores o deseando entrar a lugares que no estaban permitidos, puede que ella le deje las manitos rojitas o las mejillas color carmesí. Después tendría que esconderse de papá y la abuelita. Eso no le gusta, esconderse de la abuelita no es lindo. Ella visita pocas veces el castillo, por eso debe portarse bien para no esconderse. Con papá es diferente, papá siempre para encerrado detrás de la puerta de la perilla dorada. Sin embargo, eso no impedía soñar con ser como papá porque según la abuelita, papá era una genio. Papá era de los mejores que podría haber en el mundo y KyungSoo era una partecita de su gran genialidad. La abuela siempre dice que un día llegaría a ser como él, e incluso mejor, pero a mamá no le gustan las palabras de la abuela. Mamá se molesta, a mamá no le gusta que sus expectativas crezcan. Mamá es complicada, pero linda porque es mamá y a las mamás se les quiere.

A KyungSoo le gusta aprender, absorber todo lo que podía de sus clases privadas. Le gustaba preguntar por su padre y escuchar como todos hablaban con orgullo de él. Sin embargo, no sólo alababan a su papá, de mami también decían cosas asombrosas, del abuelo y de la abuela. Al parecer su familia era una entre muy pocas, eso hacía que sus ojos brillaran. Tal vez mamá sea aún más linda con él si logra ser como papá. Tal vez papá salga de su estudio si puede dominar los instrumentos. Tal vez pueda ser nombrado junto a su familia. Tal vez no sean sólo sueños de un pequeñísimo niño que tal vez ya no recuerda. Tal vez.

Se iba a esforzar más que nadie y cuando sea grande, iba a ser digno de ser un Do más. 

Quería preguntarle a mami sobre las cuerdas, pero ella le alejaba con una simple mirada y salía al jardín a sentarse en sus sillas de metal. Pasaba horas y horas contemplando la flores  si lo piensa detenidamente, nunca ha visto  mamá con su instrumento...Solo quedaba papá, pero papá no salía ni para el desayuno. A veces si, y mamá sonreía tanto que sus ojitos se arrugaban y sus dientes brillaban, pero no duraba. Papá comía un poco, sonreía a mamá y despeinaba los delicados cabellitos de un pequeño curioso. Después desaparecía tras cerrarse la puerta y la sonrisa de mamá caía como las pétalos del jardín. 

Una madrugada, el ruido estruendoso llegaba a su cuarto. Golpeaba sus oídos e inclusive los lastimaba. Ese ruido provenía del primer piso. Daba mucho miedo camiar por su gran castillo a oscuras, pero debía hacer que ese ruido parase. Jugó con sus pequeños pies hasta estabilizarse en el piso. Cogió su manta y a rastras la llevó consigo hasta el primer piso. Mientra se acercaba, el ruido era más fuerte y doloroso, ese piano sufría y lloraba, estaba siendo torturado vilmente. La abuelita dice que los instrumentos son como el tesoro de cada músico. Como un hijo, como un bebé. Pero el piano de la sala con perilla dorada estaba sufriendo, agonizaba terriblemente y KyungSoo quería llorar. Al pobre piano le debe doler... No estaba permitido entrar a esa sala, mami dice que si interrumpe a papá, le encerrará en el cuarto oscuro cerca a la puerta y no dejará que toque por un tiempo. No debía desobedecer a mami porque después le va a mirar feo, después no va a poder sostener su mano como iguales, después no le va a querer y si mami no le quiere, papá tampoco y la abuelita menos, "Nadie quiere a los niños malcriados", pero ese piano pedía ayuda. Sus ojitos querían derretirse en lágrimas cuando estuvo frente a la puerta que estaba entrecerrada. Se acerco hasta poder observar entre la apertura, pero con eso sólo hizo que la puerta se abriera por completo, dejando ver el desastre de partituras, adornos destrozados en el suelo y a papá golpeando las teclas. Las maltrataba y su rostro era uno desconocido, parecía un monstruo que se desprendía de la oscuridad del salón para poder maltratar el tesoro de su papá. 

KyungSoo lloró.

Apretaba su mantita contra su pecho y lloraba a todo pulmón, sólo así se detuvo el sufrimiento del piano, sólo así obtuvo atención. Su padre volteó para ver a su hijo destrozado, hizo que sintiera aún más culpa por ser tan incompetente, no podía hacer nada y hasta ponía a llorar a su pequeño. Se acercó con cautela para reconfortar su triste corazón, pero el pequeño parecía temerle. Por eso le sonrió sacando la dulzura que sólo podía ser ofrecida a su bebé. Con cuidado deslizó su mano en los suaves cabellos y deslizó sus dedos por las lágrimas del pequeño. Necesitaba cargarle para que no se lastimara con los pedazos de porcelana rotos del suelo, necesitaba sentir el calor de su pequeño niño, necesitaba tener un poco de su esencia para poder crear su obra maestra. El pequeño se aferró al cálido pecho de su padre e hipó hasta haberse calmado por completo en los suaves brazos. Su padre se movía de una lado a otro y daba pequeños revotes para poder distraer al pequeño que poco a poco trataba de sonreír. Se sentía feliz de ser consolado por papá, de sentir la calidez de su abrazo y su amor entre sus palmas. Definitivamente, esas manos no podían haber lastimado al piano, ha debía ser otra persona quien atento contra el pobre. 

Su padre se había detenido en el caminar, había hundido su nariz entre los cabellos de su hijo y estabilizado su cordura que ya no estaba funcionando. Su bebé era la mejor cura para todo. Su bebé era lo mejor en su pequeño mundo cuadrado. Su bebé le señalaba el piano y él obedientemente se acercaba para sentarse frente al que antes había torturado. Su hijo se veía emocionado por encontrarse con el brillante piano de cola, veía con fascinación las teclas y sentía el escozor en sus deditos, pero no se atrevía a posarlos sobre ellas. Su padre le acomodó sobre su regazo y tocó para él. Toco como si el mismo cielo se abriera y un nuevo concepto de música se instalara el la infantil mente del pequeño. Su padre guió sus pequeños deditos e hizo que tocaran juntos, estaba siendo igual a su padre. Había subido una grada de la gran escalera que tenía por delante. 

Sin embargo, KyungSoo prefirió dejar que su padre le dedicara piezas musicales nunca antes escuchadas, piezas que se le ocurrían en el momento y que serían sólo para ellos. Piezas que llevaban a KyungSoo a un sueño sobre nubes, lleno de notas y calidez. Piezas que hacían llorar a la princesa que estaba apoyada en la pared, a esa princesa que espiaba y sufría en silencio. 

Su padre tocó hasta sentir la pausada respiración de su precioso niño, tocó hasta poder contemplarle y decidir llevarle a su habitación. Debía despedirse porque su creación estaba esperado por él, debía seguir en a ardua labor de perpetuar su amor por ese ser que a pesar de ser tan pequeño puede dar tanto. Sin embargo, más madrugadas como esas se repitieron, su pequeño aparecía junto a su mantita y aprendía un poco de su padre, se dormía después de haber aprendido y escuchado la melodía del corazón de su progenitor. Luego amanecería en su camita y al bajar encontraría a puerta de perilla dorada cerrada. 

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Buena tarde~ quiero empezar agradeciéndoles. DRMKS llegó a 1k, cosa que es irreal. No sólo eso, Sooffee y Love letter también lo hicieron. Wao, gracias por haberle dado una oportunidad a este escrito y a lo otros que he publicado. Lamento tanto que demore mil vidas para publicar, lamento mucho decepcionarles de una u otra manera, pero aún así ustedes han hecho que estos escritos llegaran a esa cantidad. Puede parecer que no es mucho, pero para mi es enorme, irreal, sorprendente. No existe más que agradecimiento y cariño de mi parte hacia ustedes. Muchísimas gracias por darle una oportunidad a lo que he escrito. Muchísimas gracias por conversar conmigo entre letras y ver una parte de mi escondida entre párrafos. Mis enteras gracias.


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⏰ Última actualización: Apr 12, 2017 ⏰

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