Me pregunto
Si no estás harto del progreso decadente
Del decoro perdido
Decorado de adusto;
Del cambio permanente
Lo acritico asumido
Las críticas dominando el mundo
Es el movimiento insano de las mentes
¿Tu lo sabes? ¿Oyes los alaridos?
Tu hoyo es poco profundo
Allá donde te escondes
Allá donde surcan todos los caminos
Excusas destruidas con el paso de un segundo
Vivir escondiendo lo que sientes
Y sin admitirlo, inmerso en tus sentidos
Viviendo al raso del paso seguro
Pero allí no hay raso existente
Allí nadie ha accedido
Y aquí nadie te librará del apuro
Llegas imperfecto, con antojos tal vez calificados de sandeces
Dichosos amaneceres
Vidas incoherentes
Llegas al mundo sin ser bienvenidos
Mas el tampoco lo fue y aún no lo mato el cúmulo
¿Admites lo que temes?
¿Admiras lo prohibido?
¿Que es lo que haces mientras yo sucumbo?
Mantienes lo que tienes
Mientras amenaza el recorrido
No hay verdad ni temor más absoluto
Ni hay olvidó más adictivo.
Me pregunto
Será que siempre me inspiro de noche
Porque el sueño no oportuno
Y cuento desgracias
Cuento amantes del consumo
Cuento corruptos
También falsos forajidos
Reunidos en falacia
Hechos abruptos
Todos los forzados a robar por no haber comido;
Pero yo parece que escribo indiferente
Pagando con piel y culpabilidad la sepultura
Si para escribir la crueldad es referente
Y aún más culpable en cada cultura
Pero ya no se palpa la inocencia
En cada corazón y alma ardiente
Cada cual más plagado de ataduras
Es el colmo que culmina en la intrascendencia
Es el culmen de la calma que nos ingiere
Colmando el silencio, el oye lo que mientras
Y mira a la cara a la apariencia
Él es el cuchillo que corta la tensión
Tal vez no venza pero no se detiene
Me conciencia de la efímera cordura
Cuando ya no tengo ni paciencia
Ni el tiempo como luz incandescente
Ni motiva la ambición
Donde pálpitos claman vehemencia
Donde todo te miente
Frenética sensación
El amanecer frente a las carencias
Escribir no es suficiente
Dudo de darlo todo sin valor
Dudo si volver
Deseo volar
Ya no se que hacer de estos pálpitos vehementes
No se comprender
No se si evadir o enfrentar
Porque me pregunto
Si no estás harto del progreso decadente
Del decoro perdido
Decorado de adusto
Mas lo está mi alma latente
No quiere irse sin haber ardido
Sin haber tornado el mundo
Y dejarle a la vida su presente, su recorrido
Superar su temor absoluto
Su tan adictivo olvido.
