En este trago amargo
En este mundo incierto
¿Soy alguien o acaso soy algo?
Soy la mente ardiendo
Soy de la apariencia el fango
Lo que hablan los ojos en blanco
Lo que miran los labios ajenos
Que ríen desde el palco
Sin saber el daño que hacen dentro.
Soy todo lo que callo
Soy todo lo que pienso
Todo aquello que dije en vano
Por desgracia todo aquello de lo que me arrepiento
Soy la locura que en silencio guardo
Soy el alma aún sobria en busca de lo eterno
Tiñéndose de poco a poco en pardo
Observando a todos consumirse en el incienso.
Preguntándose por que llevamos el corazón atravesado
Si las cenizas las llevará el viento
Preguntándose ¿Por qué tan atados?
Sin riesgos ante la condena del tiempo
Es tan injusto este legado
Del mudo hablaran los ciegos
Y del ciego hablaran los callados
Pero ante la pregunta tiemblo
¿Por qué soy lo que otros quieran si en interior tanto ardo?
Aunque al menos lo declaro en el cuaderno
Evadiendome de este suave letargo.
