¿Es una cita?

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Capítulo 3

Daniel

- ¿Y qué tan guapo está? - preguntó Dulce sacándome de mis pensamientos.

- Del 1 al 10... creo que 11

- ¿Es en serio?, ¿Y va en nuestra escuela?

- ¡Si!, Lo conocí en clase de español. - dije mientras me recostaba en mi cama extendiendo mi brazos.

- ¿Y de qué han hablado?, ¿Ya salieron?, - vaya que cuando a Dulce le intersaba algo, en serio quería saberlo todo.

- Solo hemos hablado de lo que hacemos, nuestros hobbies, pasatiempos, gustos, etcetera. Y no hemos salido, solo hemos estado en la escuela, de echo lo llevé a dar un tour para que se hubicara en la escula. Me pidió mi número. - parecía que salían corazones de mí.

- Muestrame una foto de él. - dijo desde la silla que estaba al lado de mi cama.

Saqué mi celular para buscar alguna foto de él, no tenía muchas, solo las que le tomé en clase de historia cuando se distrajo, eso no es raro verdad ¿Ó sí?. Le acerqué mi celular para mostrarle la foto.

- ¿Y...?, ¿Qué dices?

No dijo nada, solo ví la expresión en su cara con los ojos demasiado abiertos.

- ¡Dios mío!, creo que me he enamorado - dijo mientras babeaba mi celular.

- Ey tranquila, calma tus hormonas, yo lo ví primero. - le arrebaté mi celular.

- Lo sé, pero es que en serio es hermoso. Y además, no sabes si le gustan los chicos o no.

- Callate - tapé mi rostro con mis manos y me tiré en la cama e hice un puchero - En serio me gusta y quiero hacercarme más a él.

- ¿Por qué no lo invitas a salir?

- ¡¿Qué?! ¿Estas loca? Como dijiste, no sé si es gay o si le atraen los chicos. Además me aterraría pedirle eso, jamás he invitado a alguien a salir.

- Tranquilo... - intentó calmarme - solo envíale un mensaje, dijiste que tenías su número ¿cierto? Dile que salgan como amigos y te apuesto que aceptará. ¿Qué es lo peor que puede pasar?

- Que diga que no, que se entere de que soy gay, que me diga que me aleje, se cambie de escuela y jamás lo vuelva a ver. - Dije como siempre dramático, viéndo solo el lado negativo de las cosas.

- Te juro que no pasar nada de eso, solo mandale un mensaje, todo saldrá bien - sonrió.

- No lo sé, no estoy seguro. ¡Dios por favor envíame una señal!

Parecía como si Dios me hubiese escuchado, porque justo en ese momento mi celular sonó.

- Por dios, ¡Es él! - estaba emocionado, saltando enzima de mi cama. No lo podía creer. - ¿Qué hago?

- ¡Contesta!, vamos - dijo Dulce igual de emocionada que yo.

No lo pensé otra vez y contesté la llamada. En seguida sentí mi cuerpo calentarse a causa de que la aceleración con que mi corazón bombeaba la sangre.

- Ho-ola - por fín dije una palabra aunque mi voz tenblaba, como el resto de mi cuerpo.

- Hola Danny, soy Memo... - por dios amaba que dijera mi nombre. A diferencia de mí, él se escuchaba muy calmado - estaba pensando ¿si quisieras salir a dar una vuelta o a comer algo?

Si El Destino Lo Quiere...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora