3. Creo que estás borracho

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—¿Por qué no te ves feliz? —miro a Camila, y hay una mueca en su rostro.

—¿Debería estarlo?

—De hecho deberías estar hasta saltando en un pie de la emoción —ella ríe y se levanta del sillón en el que está para hacer una mala ejemplificación— ¡Con una mierda!

Me burlo cuando se golpea el pie con la mesa de centro, es tan buena para hacerme reír.

—¡No te burles de mi dolor!

—¿Acaso no querías verme feliz?

—¡Pero no feliz por mi dolor! —grita nuevamente mientras se deja caer en el sillón y sujeta su pie— yo me refería a estar feliz por todo lo que pasó hoy.

—Chris ni siquiera me recordaba y eso que me acababa de ver, además cuando se acordó de mí fue porque pensó que era la novia de James —ruedo los ojos al recordar lo último— Así que no sé porque debería estar feliz.

—¡Te golpearé si no dejas de hablar así! —me señala con uno de sus dedos— ¡no seas una pesada de mierda! Chris por fin te habló, ¡Mantuviste una conversación con él! Rara, pero conversación al fin y al cabo.

—Sabes que tengo vecinos, ¿cierto?

—¡Tris! No me importan tus vecinos, si no grito tú no escuchas —ajá, grita nuevamente.

—¡Claro que sí!

Camila de la nada se abalanza sobre mí y aunque parece inofensiva el impacto es tan fuerte que logra tirar el sillón y ambas caemos al suelo dando un golpe sordo. Esta es mi desastrosa tarde con mi mejor amiga.

—¿Vamos a ir a la fiesta de James? —pregunta, ahora nos encontramos en mi habitación acostadas en el suelo— sería una grosería si no vamos.

—Claro que no sería una grosería —ruedo los ojos y me siento en el piso— tú te mueres por ir pero no creo que sea buena idea.

—¿Por qué no? ¡Necesito una fiesta!

—Ve tú sola entonces.

—Eres una maldita mala amiga, tú deberías ser la más interesada ya que la ratita de la que estas enamorada irá —mi vista viajo rápidamente a ella antes de arrojarle el cojín en el que había estado recargada— ¡Au!

—Yo no estoy enamorada de Chris y ya deja de llamarlo así él no te ha hecho nada —lo defiendo inmediatamente.

—Está bien —eleva sus manos a la vez que rueda los ojos— Vamos a ir a esa fiesta.

—¡No! Me niego completamente —digo dándole fin a la conversación.

**


Mis tímpanos están a punto de estallar y eso que ni siquiera hemos entrado a la casa de James, traigo puesto un vestido de falda circular en color negro y unas zapatillas del mismo color, todo esto es por culpa de Camila pues no exagero cuando digo que estuvo a punto de cambiarme de ropa ella misma porque me negaba a venir. Así que al final no me quedó más opción que aceptar.

Estoy bien mentalizada a que James va a estar detrás de mí un largo rato y que voy a ver a Chris aquí probablemente, Camila me ha dicho que él asiste a la mayoría de las fiestas que organizan los chicos del instituto.

—¡Bebé! —sonrío frustrada al escuchar la voz de James gritar sobre la música— ¿Cómo está la chica más hermosa que he conocido jamás?

—No sé —me burlo, aunque esta vez es por pura diversión, él me cansa pero era gracioso escucharlo hablar así.

—¡Eres tú! —eleva sus brazos al cielo antes de bajarlos en mi dirección y atraparme en un abrazo.

—¡James! —grito cuando siento que mis pies ya no tocan el suelo— ¡bajame!

—¿Por qué, princesa? Jamás te dejaría caer —dice— y si caes caería yo primero para ser tu soporte y evitar que te lastimes.

—Guau, eso no me lo esperaba —digo enternecida, pues ese tipo de frases suelen aparecer en las películas y nunca creí que nadie me diría algo así a mí.

—Es que estoy loco por ti —dice sin dudar y por un momento en el que nuestros ojos se encuentran, siento que dice la verdad— No sé como mierdas paso pero me tienes loco, Tris.

—No es cierto —la parte que se niega a creerle una palabra sale a relucir mientras niego con la cabeza lentamente— sólo lo dices para que acepte salir contigo y después puedas botarme.

—No, contigo jamás ha sido así pero no me crees —explica rápidamente con un brillo en la mirada que nunca había visto.

—¿Sabes? Creó que estás borracho —bromeo buscando cambiar de tema y parece que funciona cuando James ríe y me baja por fin.

—¿Qué demonios hago para que me creas? —pregunta con la vista hacía el cielo pero sé que bromea igual que yo hace un momento.

—Calla, James —digo— te tocara ser mi compañía porque por tu culpa Camila me abandonó.

—Será un honor, mi amor —dice y toma mi mano para guiarme entre la gente, y sí, yo rodé los ojos.

Ha medida que avanzamos entre la multitud voy reconociendo rostros y veo que James saluda a muchos, bueno es obvio que saluda a todo el mundo pues es su fiesta pero al verlo así se ve, ¿lindo? ¡Obviamente se ve lindo! Es James y él siempre se ve bien, pero me refiero a que nunca había puesto atención en la manera en la que interactúa con los demás.

Cualquiera pensaría que al ser el chico más popular del instituto y el capitán del equipo de fútbol sería un engreído que se cree superior a cualquiera como pasa en muchos casos, pero James no es para nada así. Él siempre habla con todos aunque no los conozca, no es grosero y nunca he sido testigo de que abuse de alguien —excepto la vez que trato de burlarse de Chris, aunque Chris no se molesto y James jugaba nada más— ¡Mierda! Que tanto estoy diciendo, no se supone que deba ver todas las cosas buenas de James. Chris es mi crush, no James.

Chris, no James. Recuerda eso cerebro.

Crush (DISPONIBLE EN DREAME)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora