5. No me pidas que deje de llamarte así

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Sin perder el tiempo él me guía hasta el final del pasillo y sé que quizá esto esta mal pero en éstos momentos no me importa, ahora quiero olvidar esa espantosa escena de Chris sobre esa chica horrible. Cuando ya estamos dentro no sé que decir o hacer así que James habla.

—¿Estás segura de hacer esto?

—¿Tú no?

—Amor, claro que quiero pero cuando te besé en el estacionamiento me abofeteaste y... ¿Ahora estas de acuerdo con que hagamos esto?—explica sorprendido y ahora entiendo el por qué de su sorpresa.

—Quiero hacerlo, James —digo antes de acercarme a él para unir nuestros labios.

Él me guía hasta la cama y siento el colchón rozando mis piernas pero parece que él no quiere que me acueste aún pues no hace ningún movimiento, sólo se mantiene besándome mientras mueve sus manos por mi espalda. Cuando menos me lo espero introduce sus manos por debajo de la falda de mi vestido y las mueve con lentitud, sólo puedo pensar en lo mucho que quiero que haga lo que Chris hacía, quiero que sea mejor que Chris.

—Vamos —pido, pero no sé exactamente a que me refiero con eso.

—Eres impaciente —dice— estoy tratando de hacerlo especial para ti, amor.

No digo nada más pues él se mueve y siento como se sienta en la cama, con sus manos en mi cintura me indica que haga lo mismo y lo hago poniendo una pierna a cada lado. Hay tensión en el aire y sólo unas cuantas prendas que nos separan.

—Quiero que hagas lo que hacían todos en las habitaciones —pido entre besos y escucho su risa.

—Vaya, alguien se calentó —dice pero no me avergüenzo, tiene razón— ¿Tu estrategia era hacerme ver a esa gente para que luego te hiciera lo mismo a ti, amor?

—No.

Antes de que comience una pelea entre ambos James saca mi vestido por encima de mis hombros, para balancear la situación saco su camiseta dejando a la vista los músculos marcados de su abdomen y pecho, los de sus brazos siempre son visibles. Vuelvo a unir sus labios con los míos, antes de volver a revivir la escena de hace unos minutos. Quito mi sujetador, no quiero pensar en nada más, sólo quiero que él lo haga de una vez.

—¿Por qué estás tan ansiosa? —pregunta masajeando mi mejilla, pero cuando estoy por contestar hace algo que me deja sin habla.

Es bueno con la boca y las manos. Mi espalda esta arqueada e involuntariamente me empujo más hacía él, deseando más.

De la nada la posición en la que nos encontramos cambia y ahora él esta encima de mí, sus manos han abandonado mi pecho al igual que su boca y me toma unos segundos saber que está desabrochando su pantalón, para luego sacarlo liberando sus piernas. Ahora estamos igual, sólo hay una prenda cubriéndonos. James me toma como si no pesara nada y me mueve debajo de él para abrir mis piernas y posicionarse en medio de ellas.

Deja caer su peso de la cintura para abajo y eso me hace desearlo aún más.

—¿Te gusta? —pregunta antes de besarme y asiento, pero ya no puedo aguantar más, yo lo quiero todo.

—Quiero más —digo en murmullos.

—¿Qué? —pregunta nuevamente, está vez deteniendose, así que lo tomo entre mis manos.

—Esto —digo y aprieto suavemente viendo como sus ojos se cierran.

Ambos deseamos tanto esto que deja de tocarme y se quita lo único que impide nuestro contacto total. Veo como abre el cajón de la mesa de noche a lado de la cama y saca de ahí un preservativo, el cual que se pone con rapidez para luego entrar en mí.

Mis ojos están cerrados, es muy grande y aunque lo imaginé me toma unos segundos acostumbrarme, él lo sabe así que espera un poco antes de moverse. Y puedo decir que todo el juego previo parece nada comparado con lo que siento ahora.

—¿Te gusta, amor? —pregunta y yo sólo asiento en respuesta— ¿quieres más?

Asiento nuevamente e incrementa sus embestidas, no puedo evitar gemir y creo que le gusta eso. Sujeta mis manos encima de mi cabeza, mis ojos están cerrados cuando vuelve a besarme.

—Amor —lo escucho decir con la voz agitada.

—No me llames amor —digo. Clavo mis uñas en su espalda y muerdo mis labios, todo en mí está temblando. El cuerpo de James cae sobre el mío y escucho su respiración agitada golpear mi cuello.

—Después de esto no me pidas que deje de llamarte así —dice para luego besarme otra vez.


**

—¡¿Dónde mierdas te metiste anoche?! —grita Camila entrando a mi habitación.

—No sé, tal vez en la fiesta a la que me obligaste a ir para luego dejarme sola —respondo mirándola.

—No me vengas con eso —levanta su dedo índice en mi dirección, se ve que está molesta— estuve buscándote por mucho tiempo y jamás te encontré. Tampoco vi a James ni a Chris.

—¿Y Chris que tiene que ver? Él ni siquiera me habla.

—Pero te gusta, y siempre lo estás acosando —hace una de esas señas de no importa con sus manos— ¿Dónde estabas?

—Estaba con James —digo recordando lo que paso la noche anterior. Lo hicimos dos veces más y fue increíble, es demasiado bueno.

—¿Con James? —dice y de inmediato su rostro cambia a uno parecido a la lunita de whatsapp— por ahí hubieras empezado.

—Ah, ahora ya no estas enojada —finjo indignación.

—No porque James es un gran partido —dice como si fuera obvio, luego se tira en mi cama y casi caigo al suelo por su culpa— ¿Qué paso con James?

—¿Tú que crees? —esta vez soy yo quien imita a la luna de whatsapp y su cara es tan épica que empiezo a reír a carcajadas.

—¡¿Lo hicieron?!

—Tres veces.

—¡¿Qué?! —grita y quiero decirle que cierre la boca, sus gritos son tan fuertes que mis tímpanos palpitan— ¿Cómo demonios te convenció?

Le cuento absolutamente todo, desde que vi a Chris besándose con esa estúpida y horrible chica en la fiesta, cuando subimos a revisar las habitaciones con la excusa de encontrarla antes de que se metiera con un extraño; le dije que había visto a mi crush con esa bruja en esa habitación y le conté con detalles lo que había sentido dentro del pecho cuando los vi. Y para finalizar llegué a la parte más esperada por Camila, cómo fue que terminé con James en su habitación y feliz estando con él.

—¿Sólo lo hiciste por que viste a Chris con esa chica?

—Bueno, al principio sí era por eso pero cuando entramos a su habitación y empezó todo en lo que menos pensé fue en Chris —digo, y es verdad porque una vez que James entró en mi mente ya no pude pensar en nada, sólo quería más de él.

—¿Y qué es eso de decirte "amor"? —hace comillas con sus dedos mientras ríe.

—No sé, ha tomando la costumbre de decirme así.

—Después de lo que paso dudo que te quites ese apodo pronto —se burla de mí. Me encojo de hombros pero sé que es verdad lo que dice.

—No me recuerdes eso, te aseguro que James dejara de molestarme después de esto —digo— no creo que siga detrás de mí después de que ya pasó lo que él quería.

—¿Y eso no te molesta? Prácticamente te usó, Tris.

—Yo lo usé a él —sonrío victoriosa y por un momento me siento poderosa. James estuvo conmigo anoche y no me arrepiento de ello.

Crush (DISPONIBLE EN DREAME)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora