Pluma blanca

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En un segundo la navaja desaparece de mis manos y trato de zafarme de sus manos. Acerca su boca a mi oído y su respiración me hace cosquillas.

-Soy tu protector gato, no creo que quieras que muera por que entonces tú estarías en peligro y morirías en menos de dos minutos-me muerde la oreja,estoy totalmente paralizado- intenta no amenazar a quienes van a ayudarte y creeme me echarías de menos.

Termina de hablar y me empuja, caigo al suelo de espaldas mientras oigo sus pasos alejarse. Empiezo a respirar de nuevo, no me había dado cuenta del miedo que tenia hasta que se ha ido.  Me siento en mi asiento y trato de respirar, no puedo dejar que me asuste.

Camino dando zancadas por el camino de vuelta a casa ¿quien se creerá que es? No me callare la próxima y me ha quitado mi navaja, yo lo mato. Paso por un callejón de casas azules para ir mas rápido, ahora me arrepiento de no haber cogido el metro. Una sombra oscura aparece delante de mi. Cae con fuerza en el suelo y para cuando me doy cuenta ya estoy corriendo. Me tropiezo con mis propios pies y me caigo al suelo. Escucho una risa por detrás.

-¿Asustado gato?

Quien iba a ser.

-No te rías -me agarro un momento la rodilla -me ha dolido.

Sus pasos se acercan y me niego a echarme hacia atrás. Me coge en brazos y eleva el vuelo en un segundo y con muchísima fuerza, escondo la cabeza en su pecho y creo que le clavo las uñas. Cuando me baja veo que estamos otra vez en un edificio. Desde aquí esta todo muy alto y oscuro, puesto que se acerca tormenta, me giro hacia él sin saber que está pasando.

-Vas a entrenar.

-¿Entrenar?

-Te voy a enseñar a desplegar tus alas y a volar.

¿Desplegar mis alas?

Se acerca a mi despacio pero con seguridad, yo me mantengo firme. Sostiene la mano que tiene el anillo y me mira.

-Tienes que desearlo con fuerza y el anillo te escuchará.

Lo miro atónito unos segundos,luego intento concentrarme. No se bien como desearlo solo pienso en como serian unas alas de ángel y me convenzo de que esto es real. Siento el suave roce de algo en mi brazo. Miro hacia atrás y unas enormes alas blancas destacan en el paisaje oscuro. Aprieto la mano de el chico mientras acaricio las plumas con mis manos. Para sorpresa noto el tacto de mis manos en las alas. Son hermosas. Si esto es un sueño, realmente no quiero despertar.

El camino al infierno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora