Seis preguntas.

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-Es una sorpresa encontrar a un ángel aquí, no pensé que sería fácil.

-¿Quien eres?- tiemblo y trato de disimularlo.

-Veo que eres nuevo, si no lo fueras sabrías quien soy. -saca una media sonrisa que me pone los pelos de punta,mucho mas aterradora que la del chico sin nombre- Tu protector es débil, ha sido fácil. A pesar de tu poco experiencia tu anillo parece muy poderoso. Podrías entrar en mi bando, te enseñaría a manejar tus poderes y aumentarlos.

-Mi protector,como tu dices, me enseñará a manejarlos, no creo que necesite mas ayuda-algo me dice que esto es muy malo, pero las palabras "ha sido fácil" se repiten en mi cabeza. ¿Que ha podido hacerle? Me siento impotente. Vuela hacia mi tan rápido que casi ni lo veo. Me agarra con fuerza del cuello.

-Eres débil, puede que demasiado, noto demasiado poder y morirás antes de manejarlos -suelta una carcajada- pareces un niño pequeño asustado.

En una cosa tiene razón, estoy muy asustado. Se me hace un nudo en él estomago e impulso con mis manos su pecho para alejarlo, a la vez de que trato que mis alas me impulsen lejos de él. Pero nada. Es demasiado fuerte. Aprieta aun mas mi cuello, no puedo respirar. Vuela hacia adelante a la vez que aprieta mi cuello. Me lleva a alguna parte ¿pero a donde? La presión y la falta de oxigeno me paraliza y me causa aun mas terror.
Cuando estoy a punto de perder el conocimiento dejo de notar presión. Siento las lágrimas recorrer mi mejilla sin control.

-¡Korel voy a matarte!

Alguien esta aguantando mi cuerpo y sé que es él. Escondo la cabeza en su pecho e intento recuperar el aliento. Siento fatiga y me duele en cuello. ¿Korel?

-Protégelo todo lo que quieras, al fin he encontrado algo que me interesa y no podrás esconderlo.

Cuando recobro él aliento no hay nadie. Me remuevo en sus brazos e intento volar otra vez. Cuando miro su cara él rostro de ira acumulada se ve decorado con mucha sangre en él labio y varios moratones, tiene bastante sangre. Me incorporo un poco en sus brazos y toco la herida en su labio. Sus tatuajes han aparecido de nuevo. Posa su mirada en mi y me mira serio pero con cautela.

-¿Que?-me levanta un poco en sus brazos,sostiene su mirada y suspira- tienes él cuello rojo.

-Ya-carraspeo -me lo imaginaba.

Dejo caer mi cabeza en su hombro, siento mi cuerpo pesado y aun no he recobrado él aliento por completo.

-Te llevaré a mi casa.

Asiento con la cabeza, la cual me da vueltas.

En unos minutos una casa blanca, muy normal aparece delante de nosotros. Es totalmente de noche. Me preocupa que mi tía no sepa donde estoy, tengo que llamarla pero cuanto menos sepa mejor.
Entramos en la casa y yo hago desaparecer mis alas. Realmente es mas fácil de lo que parece. Me baja al suelo y me agarra de la cintura hasta que consigo mantener él equilibrio.

-Ven-me empuja escaleras arriba por un pasillo azul claro hasta una habitación grande con paredes azul oscuro.
De frente hay una venta de cortinas negras y pegada a la pared de al lado una cama sencilla,con colcha blanca. El contraste me encanta. Si pudiera,y mi tía no fuera a matarme,lo pondría todo oscuro.

Me sienta en la cama despacio y al instante hecho de menos su cálido brazo en mi cintura y la sensación de seguridad que me provocaba.
Sale de la habitación un segundo y aprovecho para tumbarme en la cama. Cierro los ojos. Necesito que me responda a algunas preguntas y lo necesito ya, por cojones. Oigo él ruido del agua corriendo por unos segundos y respiro hondo. Me sobresalto al notar él roce de algo en la cara. Me levanto de un salto al verle tan cerca de mi y me doy un golpe con la pared. Hago un ruido extraño que me recuerda a un cerdo,soy subnormal. Escucho su risa por lo bajini.

El camino al infierno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora