No entres.

Pesadilla.

Está obscuro, escucho el crujir de las ramas de los árboles, no se hacia donde voy, pero tengo que correr.
Estoy cubierto de sangre, tengo miedo.

Estoy en el interior de una casa, estoy atado, no entiendo qué pasa,  escucho voces la gente está gritando.

¿Que demonios pasa aquí?

Conforme mi vista se acopla distingo una figura frente a mí, es una niña, está llorando, la casa me parece bastante familiar, intento moverme pero me doy cuenta de que no tengo fuerzas ni para tratar de liberarme, intento llamar a la niña, pero de mi, no sale más que un susurro sofocado.

¿Qué pasa?

No puedo hacer nada, estoy atrapado, en ese momento se hace la luz, no,  no es luz, es fuego, le han prendido fuego a la casa, escucho a la niña comenzar a gritar "Yo no lo hice, yo no lo hice".
No pedía ayuda solo repetía aquellas palabras, la casa se volvió al rojo vivo, la niña no me notaba, su lindo vestido blanco tenía manchas de sangre y ahora  se volvía negro por la ceniza comenzó a arder, la misma niña comenzaba a quemarse.

Entonces, pude moverme, fui liberado, me levanté y como pude avance hasta la pobre niña, intentaba hacer algo por ella, no sabía que ni como, pero quería hacer​ algo para salvarla, tome su mano, tenía quemaduras graves, sí no me movía y salía de ahí no solo  y ella iba morir.

~Alphonse tierno niño~

La voz no salía de ella, era como si se encontrará dentro de mi cabeza. Ella no alzaba la vista se mantenía agachada.

~Pobre niño ingenuo, tú no puedes ni salvarte a tu mismo e intentas hacer algo por mi que ya estoy perdida~

En ese momento su mano se cerró al rededor de la mía tan fuerte que sentí como se entumia, comenzé a quemarme, mi ropa comenzó a arder.
Volteé a verla y  entonces, me miró, estaba quemada de la cara a tal grado que partes de su piel se desprendían, se puso frente a mí, me sonrió y dijo.

-Dulces sueños-.