Mutuo

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Escuchaba sin hacerlo realmente. Lo único en lo que podía pensar era en lo que diría de mi.

Levanté la vista lentamente con el miedo de encontrar enojo en sus ojos. Sólo encontré preocupación. Mantuvimos el contacto visual durante unos segundos acompañado del silencio.

Estaba presente sin estarlo realmente.

¿Alguna vez has sentido cómo las cosas están en su peor punto y quieres arreglarlo pero tienes miedo de lo que suceda? Bueno, esa es mi situación.

-¿Te pasa algo?

Su voz me trajo devuelta a la realidad. Lo seguí mirando a los ojos.

Interpreta mi silencio.

Al parecer sí lo interpretó ya que enseguida hizo un ademán de que podía hablar. Tengo miedo de liarla, otra vez. A la mierda. La vida es un riesgo. Una vez que comencé a hablar, ya no supe cómo detenerme.

-Sé que las cosas entre nosotros se han complicado últimamente y entiendo tus motivos. Aunque no puedo decir un 'nosotros' por que no somos nada. Pero no quiero seguir distanciada de ti. No es que tengamos que ser pareja; podemos quedar como mejores amigos, sólo cómo amigos. Y es que probablemente me esté viendo cómo una niñata patética pero es que no puedo evitarlo por que tú me pones así. Sé que no quieres hacerme daño por que sabes que me gustas y yo no te gusto pero eso no importa. Si quieres podemos dejar de hablar, la verdad es que nadie...

Aunque hablaba un poco rápido por los nervios, no logré terminar la oración ya que lo siguiente que pasó fue que juntó sus labios con los míos.

Con la mente hecha un desastre, cerré los ojos y me dejé llevar por la situación.

Segundos después nos separamos y nos miramos a los ojos, con las respiraciones agitadas y con mil palabras dispuestas a ser transmitidas a través de otro beso.

-Tú también me gustas.

Esas cuatro palabras fueron suficientes para besarlo una vez más.

Lo que quiero decirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora