Chapter 2

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Era cerca de tres horas más tarde cuando los chicos decidieron volver a su habitación, Louis emocionado por la renovada amistad y la disfrutada responsabilidad de introducir a Harry ante sus amigos, en particular a su viejo mejor amigo Liam Payne y a Ingrid, la grande y grasienta dama sonriente quien cocinaba y ayudaba a servir la cena de bienvenida de huevos, granos, salchicha y papas fritas y quien parecía enamorada de Louis y había hecho sentir especial a Harry como amigo de Louis. 
- Ella es tolerante conmigo, sabes – había dicho Louis mientras dejaban el gran comedor de paneles de roble – pero la amo, y a ella le agradas así que está bien.

Harry se conmovió por la obvia devoción de Louis a Ingrid y pensó para sí mismo que si ser amigo de Louis era una serie de pruebas, entonces ya acababan de pasar una importante con éxito.

Harry estaba cansado. Después de la cena habían estado en la capilla y luego un poco en la pequeña sala de reuniones con más presentaciones. Estaba agradecido por haber hablado poco. Louis semejaba capaz de hablar interminablemente en su beneficio, y ni el tema de su antigua escuela, ni su razón de partir de ella habían sido tocados. Cuando volvieron a la habitación, Harry se sacó sus zapatos, se desplomó sobre su cama y miró a Louis quien encendió la lámpara de leer – Anglepoise lamp – junto a su cama y apagó la luz principal.
- Gracias Louis – dijo Harry – por enseñarme todo.
- No hay problema Harry, no hay problema en lo absoluto – sonrió levantando la vista de desatarse sus zapatos y quitando sus calcetines. Tomó un libro de la gaveta de su mesa de noche y, recostándose en su cama, comenzó a leer. 

Harry dejó su lámpara de noche apagada disfrutando la tranquilizadora calma de la poca luz y la estable respiración de Louis interrumpida cada minute o algo así por el crujido de una página siendo pasada. 

Sintiéndose seguro en la penumbra de su lado, Harry miraba a Louis otra vez y pensó en cuán atractivo era. Sus rodillas estaban levantadas sosteniendo su libro y la luz reflejada por las blancas páginas iluminaba su concentrado perfil. Su negro pantalón del uniforme se había alzado ligeramente permitiendo a Harry ver sus desnudos tobillos y pies, una vista que le provocó una no deseada e incómoda erección. 

Ajustó sus piernas para aliviar la molestia. Louis levantó la vista y puso su libro boca abajo, abierto sobre su pecho.
- ¿Estás bien Harry? – el tono era de preocupación genuina.
- Mmm, sólo cansado, creo; ha sido mucho para asimilar hoy y eso…
- ¿Estás seguro?... es sólo que… - Louis se pausó, preguntándose si debía o no preguntar algo que había estado en su mente desde que vio a Harry por primera vez aquella tarde –…es sólo que cuando llegué esta tarde, te veías… bueno, un poco molesto. 
Lucías así luego de la cena.

Harry sintió la calidez de una solitaria lágrima correr por la suave piel de su rostro, e inseguro de contener su emoción, permaneció en silencio.
- Lo siento, no debí preguntar. Sólo, no te preocupes por mí: yo era la persona más nostálgica en el mundo cuando empecé aquí. No he olvidado cómo se sentía.
- Gracias Louis. No es nostalgia, no exactamente, no he sido así desde los nueve años.
- ¿Has estado en internados antes? – Louis estaba sorprendido, y se dio cuenta que en realidad no se había enterado de mucho acerca de su nuevo amigo. 

Se sintió culpable como un anfitrión que no había realizado sus deberes. Entusiasta por intentar arreglar su negligencia, continuó – no lo sabía, asumí que tú apenas acababas de empezar. Lo siento. ¿Dónde estuviste antes?

Harry le dijo el nombre de su escuela, pero Louis había escuchado de él.
- Así que, ¿Cómo fuiste a parar aquí?

Harry luchó con los pensamientos que corrían a través de su mente. Le agradaba Louis, pero no estaba listo para hablar todavía acerca de lo que sucedió con el otro chico. Quizás nunca lo estaría. El recuerdo de él y Niall y la última noche aún quemaba con una caliente y dolorosa llama. Sin embargo, sabía que Louis no sería el primero en preguntar y que tendría que decir algo. Sabía que su nuevo maestro y el director del internado sabían, su padre tuvo la molestia de asegurarse de sus reacciones antes de que él y Harry optaran por Lyndale. Más significativamente, Harry sentía que mentir sería peor, que arruinaría los recuerdos de lo que había sido tan bueno en su vida, de él y Niall.
- Fui expulsado.
- ¡Whoa! – Louis se sorprendió. ¿Expulsado por qué? Algo genial pero estúpido como tomar drogas o algo malo como robar. Harry entendió lo que estaría pensando, los mismos pensamientos que Harry estaría teniendo.
- No fue nada malo Louis, digo, no golpeé a nadie o robé cosas ni nada de eso. Nunca hice algo que yo pensara fuera malo, quiero decir que no te debes preocupar por compartir conmigo.

Había desesperación en la voz de Harry, la cual por ahora empezaba a tartamudear mientras luchaba por no llorar. 
- ¡No jodas! ¿Expulsado? ¿Qué hiciste?

Incluso mientras lo preguntaba Louis se arrepentía. Le gustaba Harry y estaba preguntando cosas que le estaban molestando.
- Olvídalo. Olvida lo que te pregunté. No importa. Si no quieres hablar sobre eso, yo tampoco. Lo siento, simplemente tenía curiosidad.

Pero era muy tarde. Harry estaba llorando.
- ¡Oh mierda! Lo siento. Soy un idiota a veces. Harry por favor, no llores. En verdad no importa. Eres mi amigo, estamos compartiendo y está bien. Por favor.

Louis se levantó y caminó, inseguro de sí mismo, a la cama de Harry. Se sentó a su lado y posó su mano en la manga de la blanca camisa del colegio de algodón recién planchada, tomándose un momento para asimilar el hermoso rostro de su nuevo amigo. Harry tenía su labio inferior entre sus dientes y sus ojos cerrados. Louis sabía que no tomaría mucho para que él empezara a llorar también, siempre parecía llorar cuando la gente lo hacía.
- Estás cansado, soy un gilipollas. Sólo vamos a alistarnos para la cama y podrás dormir un poco y yo podré callarme. Por favor Harry, o yo también lloraré.
Harry se sentó y miró a través de sus lágrimas a Louis.
- Te diré, lo prometo – sollozó. La necesidad de su cuerpo y su mente por amor y cuidado le rebasaban y envolvió sus brazos alrededor de los hombros de Louis y le abrazó.

Louis no sabía qué hacer. Nadie antes le había abrazado excepto como una tonta broma. Devolvió el abrazo y luego lo rompió al sentir una vergonzosa protuberancia en sus pantalones.
- Cuando estés listo Harry, cuando sea.

Se levantó sin mirar a Harry para ocultar lo que sentía debía ser un obvio bulto en sus pantalones y caminó de vuelta a su cama donde se sentó y comenzó a desvestirse.
- Puedes ducharte en la mañana o en la tarde – dijo, desesperado por cambiar la conversación a asuntos más mundanos – yo usualmente lo hago en la mañana… me despierta un poco.

Subió la mirada y vio que Harry ya estaba poniéndose su pijama. Notó de nuevo cuán apuesto era Harry, incluso cuando se levantó descalzo en un pantalones holgados, simplemente lucía bien. Ambos chicos tomaron su neceser de las gavetas de su mesa de noche y juntos fueron a la puerta. Louis miró su neceser para revisar si estaba ahí su cepillo de dientes.
- ¡Oh no! ¡Mi mamá ha puesto esa pasta dental de hierbabuena de nuevo! ¡Odio eso! – miró casi suplicante a Harry, desesperado por redimirse. Harry le miró y sonrió.
- La mía es sólo menta ordinaria, podríamos compartirla.

Louis estaba seguro que nunca había estado más feliz y sonrió, despeinando un mechón de rulos de su amigo.
- Pero “me agradas sumamente” – dijo – de hecho, “te adoro sumamente” – pensó para sí mismo - … y no estoy seguro de lo que pueda hacer sobre eso.

And Then I Met You - Larry (Traducida) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora