Chapter 1

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Harry estaba de pie cerca de la alta ventana de guillotina que daba a los jardines de la escuela, viendo el carro de su padre irse por la entrada de grava de coches que cortaba el perfecto césped verde de la escuela. Tenía dieciséis años y este era su séptimo año en un internado. La añoranza nunca fue un impedimento, pero nunca había sentido el pesar de ver a su padre partir tan profundamente como hoy.

Las vacaciones de Navidad, recién terminadas, habían sido un tiempo para establecer una totalmente nueva conexión entre padre e hijo después del incidente en su vieja escuela que le había llevado a su expulsión y a la larga, a su primer día aquí, en el colegio universitario Lyndale, un nuevo chico, una nueva escuela, pero no un nuevo año escolar, en el cual asentarse iba a ser difícil.

Se apartó de la ventana y de la escena debajo en la que chicos y camiones escolares llegaban y eran descargardos, de penosas despedidas y renuentes besos de expectantes mejillas de madres, de entusiastas golpes en espaldas y ruidosos saludos, separados por un mes y felices de estar de vuelta entre los conocidos alrededores y los olores de los corredores de la escuela.

Un prefecto de la escuela, Harry ya había olvidado su nombre, le habían mostrado a él y a su padre su habitación, pero su compañero de cuarto, otro nombre que ya había perdido en la densa bruma de su primera hora, se esperaba que llegara un poco más tarde. El dormitorio a su alrededor era grande y más bien espartano, pero los posters de su compañero en las paredes, y algunas de sus posesiones personales que habían sido dejadas en vacaciones, le daba al cuarto un sentimiento de comodidad que a Harry le gustaba. Por unos momentos distrajo su mente, especulando sobre qué clase de chico Tomlinson, el nombre regresó a él, Louis Tomlinson, qué clase de chico podría ser, pero los afiches en la pared eran los mismos encontrados en las habitaciones de muchos chicos, y no habían libros u objetos pequeños alrededor que pudieran haberle dado más específicos indicios.

Por lo menos no había señales obvias de que Louis fuera un loco futbolista. Harry era lo que su madre siempre describía como “muy estudioso a diferencia de su padre”. Su padre era un aficionado deportista y siempre había intentado contagiarle su entusiasmo a Harry, pero había sido una batalla perdida desde su primera patada a un balón en el pequeño jardín de la primera casa en la que Harry recordaba haber vivido. 

La desgana de Harry había creado una barrera invisible en la formación de un respeto mutuo entre él y su padre por muchos años. Por eso Harry tenía tanto miedo reunido desde su vieja escuela, dos semanas antes del fin año escolar, en respuesta a los furiosos llamamientos del director. Harry había esperado, había temido, reacciones que fueran conformes con su joven imagen estereotipada de la gente. Había estado tan equivocado, y el recuerdo del las vacaciones trajo el sentimiento de pérdida por la partida de su padre devuelta a la superficie. Si el sentimiento no era de añoranza, era muy cerca a eso, y a Harry no le agradaba. Se volteó para mirar afuera a través de la ventana, de nuevo consciente de la presión de lágrimas luchando contra la represión emocional de años en la escuela.
- ¡Hola! – una voz detrás de él le devolvió al presente – Soy Louis, y tú debes ser mi nuevo compañero de cuarto, Harry.

Harry estrechó la mano que Louis extendía para él.
- Puedes llamarme Lou si quieres, todo el mundo lo hace, aunque, a decir verdad, estoy un poco harto de eso, suena un poco como nombre de chica realmente – continuó Louis, todavía apretando la mano de Harry firmemente - … o como vamos a estar compartiendo por lo menos el resto del año, puedes llamarme Lou o Louis… si quieres. ¡Lo que sea realmente!

Harry le devolvió la sonrisa a Louis, una sonrisa que pensó era acogedora.
- Harry, Harry Styles.

Louis retrocedió liberando la mano de Harry, y le miró como si le evaluara. Hubo un momento de silencia y Harry sintió una punzada de vergüenza por un momento antes de que Louis pareciera de repente darse cuenta que le había estado mirando mucho tiempo y habló de nuevo.
- Lo siento, no debería mirarte tan fijamente – pero lo hizo un poco más antes de preguntar a Harry si había desempacado todo. 

Harry explico que no había desempacado nada aún porque no sabía donde deberían ir sus cosas o cuál de las diversas gavetas y armarios en el cuarto debía usar.
- ¡Oh, sí! – dijo Louis mirando alrededor de la habitación como un agente inmobiliario examinando el potencial de una propiedad que carecía de mucha potencia por examinar – tuve el cuarto para mí sólo el último año, nadie lo quería compartir conmigo… sólo bromeo… es sólo cuestión de suerte.
- Lo siento – Harry, quien nunca había tenido una habitación individual pensó en cuánto Louis podría estar molesto por perder la privacidad, y compartirlo con un chico nuevo simplemente parecía hacer el panorama menos agradable.
- ¡No lo sientas! – Louis miró a Harry – Lo odio. ¡Aburrido! Ahora… ¿Qué cómoda quieres?

Harry se relajó. Le agradaba Louis. Mientras ambos chicos comenzaban a desempacar, él empezó a sentirse cómodo con Louis y el dormitorio que ellos iban a compartir. A Louis no le gustaba el fútbol, de hecho lo “odiaba mucho” y sí le gustaba la música, enumerando algunas bandas conocidas y muchas más de las que Harry nunca había escuchado. Amaba Inglés y “odiaba sumamente” Matemáticas, aunque hasta donde Harry podía decir, esto tenía más que ver con que no era muy bueno en ello que cualquier rechazo profundamente arraigado a los números.
Harry terminó de empacar rápidamente y se sentó sobre la cama, observando a Louis y escuchándole mientras le bombardeaba de información acerca de quién era quién y qué era qué en Lyndale, nombres, horarios y hechos regularmente entremezclados con “No lo recordarás pero te lo diré de todos modos” y “lo odio sumamente”.

Louis era apuesto, Harry pensó para sí mismo. Tenía un suave y bastante dulce rostro cubierto con una mata de pelo castaño de textura fina, con los más brillantes ojos azules, y para alguien que aseguraba detestar toda y cualquier forma de actividad física, parecía extraordinariamente esbelto y saludable. 

Harry se preguntaba cómo sería el cuerpo de Louis debajo de su limpio uniforme gris y negro y cuáles podrían ser las disposiciones para cambiarse y ducharse en Lyndale. Pensó en lo que había sucedido el año pasado, en su amigo Niall y en las Navidades con su padre.
- ¡Vamos! Hora de cenar.
Harry empezó a andar y Louis le sonrió.
- ¡Estabas sumamente lejos de aquí! Vamos, la campana significa comida, y, a diferencia de cualquier otro lugar, la comida aquí es estupenda, a menos que sea hígado…
- ¡Joder, lo odio! – ambos chicos gritaron en unísono y echaron a reír por su sincronización, feliz por la fácil formación de su nueva amistad, feliz por saber que el compartir iba a ser genial.

And Then I Met You - Larry (Traducida) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora