Acto 1: El Ataque Al Polo Norte

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Era época de Navidad, todas las personas creyentes en el mundo se preparaban para recibir este momento tan especial que sólo ocurre una vez al año...

Y como siempre en el polo norte, los duendecillos de Santa Claus trabajaban arduamente y sin descanso preparando juguetes y regalos para que los más pequeños del mundo, a quienes más les encantaba por los regalos, tuvieran una buena Navidad...

Pero no todo era color de rosa, en especial en el Polo Norte...

—¡Oh no! ¡Esta aquí! —Exclamó un duendecillo, mientras estaba trabajando en la sala de computadoras.

—¿Que sucede? —Preguntó el jefe de área.

—Señor, como usted ya sabrá, cada cien años alguien llega para destruir la navidad ¿Verdad? —Preguntó el duendecillo.

—¡Si, así es! —Respondió el jefe de área. —¿Algún problema con eso?

—Pues... Este año son otros cien años, señor. —Contestó el duendecillo, algo preocupado.

—¡Es... Es verdad! —Dijo el jefe de área, sonando preocupado.

Nuestros sensores detectaron una anomalía cerca de aquí —Dijo otro duendecillo. Entonces, todos se quedaron en silencio por unos segundos.

—¡No puede ser! ¡El... El esta aquí! —Exclamó el jefe de área preocupado nuevamente. La seriedad se le fue y le entró el pánico.

¡Debo avisarle a Santa!

Enseguida, el jefe de área corre a toda velocidad hasta donde estaba Santa para informarle de la mala noticia...

—¡Santa... Santa...!

Finalmente, luego de tanto correr, el jefe de área llega hasta el cuarto donde estaba Santa...

—¡Santa! —Exclamó exaltado el jefe de área, respirando cansadamente después de tanto correr.

—¡Recupera tu aliento! —Ordenó Santa.

—Santa, me temo que tenemos problemas. —Informó el jefe de área. - El...

—¡Si, lo sé! —Replicó Santa.

—¿Señor?

—¡Krampus... Ha vuelto!

—Señor, ¿Usted ya lo sabía? —Preguntó el jefe de área.

—Porsupuesto que si pequeño, recuerda que soy Santa. —Contestó Santa. —Además, ya han pasado cien años.

—Se... Señor, ¿Que hacemos? —Preguntó algo asustado el jefe de área.

—¡Debemos prepararnos! ¡Agita a todos! —Ordenó Santa en voz alta.

—¡Si señor, enseguida!

En ese momento, todo el polo norte y toda la fábrica de juguetes de Santa se puso en alerta máxima. Krampus había regresado luego de su letargo de cien años...

—¡Alerta Navideña, Alerta Navideña! —Empezó a sonar la alarma.

¡Se han cumplido cien años y Krampus ha regresado! ¡Repito, Krampus ha regresado!

Esto no es un simulacro, repito, esto no es un simulacro. A todos los presentes se les ordena ponerse en posiciones defensivas y prepararse para combatir.

Todos los duendes y trabajadores de la fábrica empezaron a correr asustados por la alarma y a ponerse en sus posiciones y otros fueron a esconderse...

—Bien señor, ya están agitados. ¿Que hacemos? —Preguntó el jefe de área.

—Ahora esperaremos a que aparezca Krampus para empezar las maniobras de defensa. —Contestó Santa.

Power Rangers Guardianes Naturales: Salvemos La Navidad (Especial de Navidad)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora