Cine

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Hola a todos :)

Esta actualización fue rápida, pero es que ya la tenía en mente, puede que sea melancólica para algunos como lo fue para mí escribirla, espero les guste.

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Cine.

-¿ya llegamos?

-Ya casi Manzanita.

El pequeño Milo se encontraba emocionado, era la primera vez que asistía a un cine (sus padres no le habían llevado antes porque Degel temía que el ruido excesivo lastimara sus oídos), el chiquillo brincaba en los hombros de su padre canturreando ¡Cine, Cine!

Ya había oído hablar de ese lugar, sus amiguitos en el parque contaban cosas fantásticas. Era un lugar muy amplio, lleno de pasadizos, con enormes salas y asientos que en ocasiones se mecían de un lado a otro (disponible solo en 4k), adornado con carteles, luces y figuras de plástico para tomar fotos, también tenía una gran dulcería y un área de videojuegos. Pero lo más divertido eran las películas, caricaturas gigantes de colores llamativos y muy parlanchines. Milo se imaginaba el cine como un amplio castillo, lleno de cosas mágicas, pero cuando llegaron...se decepciono un poco.

No era un edificio muy grande, ni estaba rodeado por grandes tiendas, era más bien un edificio pequeño, con un gran cartel rodeado por foquitos de colores, rodeado por un minúsculo parque que contaba solo con un pasamanos y un par de columpios. El interior tampoco era un laberinto como le habían dicho, en cuanto cruzaron fueron recibidos por una pequeña sala, en esta había un par de mesas redondas y sillas, todo de metal, en una esquina una pequeña casita donde un hombre, vestido con un chaleco rojo y camisa blanca, les saludo. Su padre lo bajo y fue a comprar los boletos, mientras Milo recorría el lugar bajo la atenta mirada de Degel.

Logro dar con la dulcería, que se encontraba al final al lado de unas escaleras, no era tan grande como sus amigos decían, pero dulces son dulces, pego su carita en el mostrador, se sorprendió un poco al no ver las envolturas tan extravagantes llenas de colores y personajes que veía siempre en la tienda, ahí los dulces estaban acomodados de otra manera, pequeñas charolas cuadradas les dejaban a la vista, había gomitas, chocolates en bola y barra, pistaches, cacahuates, chiclosos, pasitas y demás.

-deme unos mangos con chile.

Un señor se acercó al mostrador. Milo observo como una señorita, también vestida con el chaleco y camisa blanca, pero con una especie de bolsas en las manos, despachaba. La mujer tomo una bandeja en la cual había mango en tiritas, coloco una de estas en una especie de barquito de cartón y después los baño con un líquido rojo y les espolvoreo un poco de sal. El chiquillo observo como el señor los probaba, deberían estar muy ricos ya que sonreía.

-¿quieres uno?

La voz de su papi lo sorprendió, Degel se acercó a su pequeño y lo tomo en brazos, Milo alcanzo a divisar otros frascos, colocados en una repisa en la parte de atrás, llenos de golosinas, había bombones de figuras, monedas de chocolate, gusanitos de gelatina, sus ojitos se abrieron emocionados, no era una tienda grande pero si tenía cosas muy ricas. Le señalo a su papi unas tres golosinas y Degel accedió.

-yo quiero chocomentas.-Kardia no tardo en unirse a ellos.- Disculpe señorita ¿y las palomitas?

-ah, ya vienen señor.

Una puerta se abrió a un costado, un muchacho apareció empujando un gran carrito de cristal, Milo miro emocionado la gran cantidad de palomas de maíz que traía en su interior, el niño no tardo en pedir a su papá le comprara unas. El joven les dio una bolsa grande, esta no tenía imágenes, solo estaba adornada por unas rayas azules y la palabra palomitas en el centro.

Dos Bichos y un cuboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora