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Sillia, aliada de Koguryo dos de los tres grandes reinos de corea, formaron una alianza secreta que trascendió años, mantenían un lazo de una gran amistad, estaban en contra del tercer gran reino Baekje, por sus ideas sobre ser el único y más grande reino, la esclavitud y la sangrienta idea sobre la vida que tenían. Trataban de mantener la paz entre los reinos pero era muy difícil hacerlo con Baekje, lástima que la última reunión de los grandes señores no terminara tan bien, grandes cosas se avecinan mientras el señor de Sillia solo podía pensar en sus dos jóvenes hijos, herederos del reino: Jimin y Hoseok. Aún eran muy jóvenes para asumir tanta responsabilidad, increíble era que después de tantos años de paz entre los dos reinos el tercero acabará con esto tan rápido como un suspiro.

- Trae a mis hijos, necesito hablar con ellos.- Ordenó el gran señor. Obediente su súbdito fue en busca del los jóvenes hermanos.
Se encontraban riendo cerca de un pequeño río que estaba dentro del palacio, no hacía ni frío ni calor y sus suaves cabellos se balanceaban con el suave viento. Hoseok reposaba su cabeza en las piernas de su hermano menor y este solo se relajaba mientras el sol los abrazaba.

- Joven Hoseok y joven Jimin su padre requiere de su presencia adentro, además no deberían estar muy lejos, a su padre no le gusta.
- Relájate TaeTae, papá no se enterará.- Dijo Jimin mientras ayudaba a Hoseok a despertar.
- Soy un superior podrías ser más respetuoso conmigo ¿No creés?
- ¿Por qué? Siempre serás TaeTae.- Dijo Hoseok en un susurro.
- Si lo dice Hoseokkie es palabra de los dioses.
Taehyung rodó sus ojos y se giró para caminar y llevar a los jóvenes en dónde se encontraba su padre esperándolos con no muy buenas noticias. Ambos hermanos sacudieron las largas prendas de sus Hanbok (ropa tradicional en corea) de bellos colores y siguieron a Tae.
Entraron en el bonito palacio en el cual habían pasado toda su vida, siempre dentro, jamás fuera, porque era peligroso según su padre.
Fueron con Taehyung hacia una de las habitaciones en la que se encontraba su padre y este no traía buena cara.

- Aquí están señor me retiro.- Taehyung hizo una leve reverencia y salió para darles privacidad.
- ¿Qué sucede padre?- Las malas noticias siempre llegan primero eso Hoseok lo sabía muy bien, pero las malas noticias siempre hacían que su corazón se estruje.
- Hoseok... Jimin, lo que les voy a decir no es bueno, pero espero lo entiendan.
- Padre me estás asustando.- El rostro de Jimin estaba contraído, al igual que su hermano no le gustaba ese tipo de charlas en las que algo malo de seguro pasaba.
- El reino Baekje ha declarado la guerra a Sillia y Koguryo, quieren rompen la alianza que fue creada tanto tiempo atrás.
- Que terrible, ¿Por qué no pueden dejarnos en paz?- Jimin nunca entendió el porque de tanto odio de parte de la gente de Baekje y eso hacía que estuviera triste ya que su cultura y métodos de crianza en su reino son muy sentimentales, el dolor causado por sentimientos encontrados era algo terrible para alguien que entendía y sufría por las demás personas sin siquiera conocerlas.
- Porque son unos salvajes hijo, no entienden nuestro sentido de la paz y justicia, ellos quieren dominar sobre los demás reinos a base de esclavitud.
- Eso es tan horrible.- Hoseok compartía los mismos sentimientos que su hermano - ¿Hay algo qué podamos hacer contra esto Padre?
- Iremos a la guerra, Koguryo ha dado la iniciativa para defender nuestros ideales. El blanco somos nosotros, no sabemos cuándo o cómo pero nos atacaran y antes de eso nos mandarán más tropas de parte de la alianza y ustedes irán a Koguryo con su primo, ahí estarán a salvo.
- ¿No vendrás con nosotros​?- preguntó alarmado Jimin.
- No...Debo quedarme aquí para la batalla, Taehyung los llevará con su primo NamJoon y allí se quedarán hasta que la situación se calme.
- NamJoon-Hyung se acaba de casar con Seokjin-Hyung y ya se avecina una guerra.- Para Jimin el matrimonio era algo hermoso y llendo de amor pero a causa de la guerra el amor de su primo y su pareja tendrían que esperar.
- No estaré tranquilo si se que estás aquí corriendo peligro padre.- El susurro de Hoseok pudo ser escuchado por los otros dos y ambos hermanos ya soltaban lágrimas anticipadas.
- Niños....Ustedes son los herederos de Sillia y mis queridos hijos, no puedo permitir que les hagan daño, esto será por un tiempo, deben tener esperanza.- Envolvió a sus dos hijos con sus brazos para tenerlos cerca, no sabía cuándo podría volver a tenerlos cerca.
- Te Quiero mucho padre y a ti Jiminie.
- Igual yo Hoseokkie y...A mamá donde quiera que esté...Te amamos.
Los tres volvieron a abrazarse un largo tiempo, pero tiempo era lo que menos les quedaba.
Al salir de la habitación en la que se encontraba con su padre anteriormente Taehyung los estaba esperando.
- Hola TaeTae....- Jimin sonada desganado y nostálgico, aún no pasaba nada y ya sentía que extrañaba todo.
- Nosotros....- Hoseok no pudo terminar lo que quiso decir ya que tuvo que morder su labio para no soltar un solloso.
- Lo se chicos, pero tranquilos, todo saldrá bien se los aseguro.
Y esta vez Taehyung abrazo a los hermanos que correspondieron con gusto, sin decir más los dejó solos a ambos.
Jimin tomó el brazo de Hoseok y mientras caminaban apoyaba su cabeza en su hombro.
La noche iba llegando y aunque no tenían apetito alguno, querían estar con su padre lo máximo que les fuera posible. La cena fue muy silenciosa, sin las sonrisas de Hoseok ni la contagiosa risa de Jimin.
Ambos jóvenes compartían habitación así que luego del té al finalizar la cena fueron a dormir sin decir más que buenas noches y ojalá que mañana sea un día mejor...Solo ojalá.
No muy lejos de ahí tropas silenciosas se acercaban a Sillia a destruir ese ojalá.
La guerra se aproximaba silenciosas mucho antes de lo esperado.

Esclavos JiKook YoonseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora