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- ¿Cómo estás Jiminie?- Preguntó en un hilo de voz lastimero.
- Bien, estoy bien hoseokkie.- Dijo sonriendo, pero no era como las sonrisas que el solía regalar.- Aún tengo a la luz de mis ojos para poder sonreír y seguir adelante.
Esa era la linda forma de Jimin para referirse a su hermano mayor y a Hoseok le encantaba porque lo hacía sentirse especial y amado.
- Y yo podré seguir solo si te tengo a mi lado, en los mejores y en los peores momentos.
Se abrazaron fuertemente con tal de sentir el calor de sus cuerpos, pero el ruido de las rejas de aquel lugar abrirse y dar paso a los guardias.
- ¡Deprisa y despierten, los esperan esclavos!- esas palabras dolían, dolían mucho y aunque quisieran negarse no podían, ahora debían obedecer.
Caminaron hasta donde les ordenaron y sus amos los estaban esperando.

- Ven aquí Jimin.- ordenó su amo Jungkook, pero Jimin tenía mucho miedo incluso sin conocerlo. En repuesta tomó más fuerte la mano de Hoseok y bajó la mirada.- ¡Obedece esclavo!
Ante el grito Jimin soltó la mano de su hermano y se dirigió hacia aquel hombre, se agachó para sentarse sobre sus rodillas y mirar a su amo.
- Eres bonito, pero no me gusta que me desobedezcan, así que tú castigo será limpiar los pisos.- sentenció Jungkook, tal vez no parecía un castigo tan malo pero lo que le esperaba no era nada bueno.- Se supone que debes responder "Si mi amo"
- S-si mi amo.- esas palabras sonaban asquerosas para Jimin, el no tenía el derecho de ser llamado amo.
- Tu... Acércate.- ordenó Yoongi sacando de sus pensamientos a Hoseok, el inmediatamente hizo lo mismo que su hermano y se colocó delante de su amo.- ¿Tienes nombre?
- Hoseok...
- A partir de ahora solo yo puedo llamarte por tu nombre, los demás solo te pondrán nombres que te mereces como el esclavo que eres.- Hoseok no dijo nada, solo se limitó a mirar a su hermano que se levantaba para ir a limpiar los pisos, quería ir con el, no quería que estuviera solo y tampoco el quería estar solo con su "amo" a solas.

- Tiene una mirada muy curiosa.- Dijo Jungkook y Hoseok lo miró extrañado.- Este esclavo también. Será porque son Sillianos.
- Tal vez, la gente de Sillia suele ser así de estúpida, teniendo amor y respeto por todo. Son muy frágiles y eso los hace débiles.- respondió Yoongi sin apartar su mirada de Hoseok.
- Eso es porque apreciamos la vida, algo qué tal vez nunca entenderán.- la respuesta de Hoseok no fue del agrado de ninguno de sus dos amos y recibió una bofetada que lo tiró al piso.
- Debes aprender a carrar la boca y no abrirla a menos que te lo ordenen y dejar de soltar esos tontos comentarios.- Yoongi lo veía de una forma extraña, tal vez estaba enojado.
- Tal vez debería ir a ayudar a su amigo.- La sugerencia de Jungkook alegró a Hoseok, quería estar con su hermano.
- Bién, vamos.- se levantaron y Hoseok hizo lo mismo, siguió a ambos por varios pasillos hasta llegar en dónde estaba Jimin.
Pero lo que vieron sus ojos no fue nada más que nefasto, Jimin arrodillado en el piso pasando un trapo mojado mientras los guardias que se encontraban ahí se reían de él, soltaban comentarios lascivos y escupían en dónde el ya había limpiado.
- Jiminie...- Se dirigió al lado de su hermano y tomó otro trapo para ayudar a su hermano.
- Limpien bien o su castigo será mucho peor.- Con un gesto de parte de Jungkook los guardias se retiraron y Yoongi y Jungkook lo hicieron también.
Una vez solos los hermanos, Hoseok se lanzó para abrazar a Jimin y soltar ambos pequeñas lágrimas.
Una vez separados Jimin le sonrió y siguieron su trabajo, ellos limpiaron todos y cada uno de los pisos, al terminar sus brazos y cadera dolían mucho, pero no podían quejarse.
Al terminar caminaron sin rumbo hasta que encontraron una puerta corrediza que daba al patio y se podía ver un lindo atardecer, era rosa y el sol daba unos destellos de amarillo.

- Es muy bonito...
- Si que lo es, sabes Hoseokkie no sé si te pase lo mismo o si solo es cosa mía pero extraño mucho a papá, a Tae, pero por sobretodo a...- antes de que Jimin terminara de hablar Hoseok terminó la frase con unas simples palabras.
- A mamá...- Jimin miró a su hermano, y el hizo lo mismo tan solo se abrazaron muy fuerte sin querer soltarse.
Detrás de ellos se encontraban otros dos hermanos que acababan de llegar en busca de sus esclavos.
- Pero que conmovedor.- Dijo sarcásticamente Jungkook y los otros dos se separaron instantáneamente.
- ¿Se puede saber porque tanto amor? - preguntó Yoongi pero ninguno supo como responder, se les cortaba el habla y la respiración cuando ellos estaban cerca.
- Parece que ahora son mudos, Jimin ven conmigo.
Sin más Jimin abrazó a su hermano y lo soltó para dirigirse con su amo. Dejando a Hoseok con Yoongi.
Jimin estaba asustado, su hermano no estaba con él y su amo Jungkook parecía enojado. Jimin era muy débil y lo sabía, sabía que cualquiera en Baekje se aprovecharía de eso, de su bondad, ingenuidad y su amor.
- Entra.- le ordenó y Jimin obedeció sin decir nada más.
- ¿Por qué me trajo hasta su habitación...amo?- no quería que lo volvieran a castigar así que esa palabra tenía que quedarse en su mente.
- ¿Acaso necesito una razón? Hago lo que quiero con mis juguetes.
Jimin quería gritarle que no era un juguete, que él era una persona que sentía y lo que le decía le dolía.
- ¿Necesita algo?.- Quería irse de allí lo antes posible.
- Si... Quítate la ropa.
- ¿Qué? - Jimin no podía estar más que confundido, no quería quitarse la ropa frente a su amo.
- Obedece o sabes lo que te puede pasar y no hablo de limpiar pisos.- la frialdad en mirada y las palabras de Jungkook eran armas muy filosas que hacían mucho daño al frágil Jimin que le pedía a su madre lo que ayudará.-¡Ahora!
Y con ese gritó Jimin con manos temblorosas comenzó a desatar la cinta que rodeaba su cintura, miró por un segundo a Jungkook y volvió a bajar la vista para seguir con su trabajo, cuando terminó dejo caer su Hanbok que cubría su delicado cuerpo.
Jungkook observó a Jimin desnudo en todo su esplendor, su piel se veía muy blanca y delicada que lo invitaba a morderla y sentir su calidez.
- Tu piel se ve muy suave...- le dijo al momentos de tocarla a su antojo, casi haciendole daño.
- Por favor...- Susurró pero no lo escucho. En eso mientras Jungkook tocaba su rostro y pecho noto un pequeño collar que llevaba puesto, era una luna preciosa de color azul.
- Este collar...no puedes tenerlo, ahora eres un esclavo.- le dijo al momento de tomar el dije en forma de luna, pero antes de que pudiera arrancarlo Jimin tomó su mano.
- Por favor no, no me lo quites.- sus lágrimas caían porque era un recuerdo muy preciado para el, no le importaba el valor que tenía, sino que fue un regalo de su querida madre.-
- ¿Crees que por llorar y pedir por favor conseguirás lo que quieres? Por eso la gente de Sillia me da asco, su amor, afecto y valor sentimental por las cosas como un tonto collar, son muy ingenuos e imbéciles.- amagó a querer quitarle el collar pero Jimin imitó si acción nuevamente.
- Por favor, haré lo que sea pero no me lo quites.- suplicó y a Jungkook le pareció una mejor idea de la que ya tenía, se divertiría con su nuevo esclavo y dejaría que se quedara con el collar al menos por ahora, luego si le apetecía se lo quitaría.
- Bien, pero obedeceras y harás lo que yo diga sin reprochar.- Jimin asintió y soltó la mano de Jungkook para que esté soltará el dije.
- Ven...- le dijo y lo acostó en el futon se subió encima de él para atacar directamente sus labios, un beso fogoso lleno de lujuria de parte de Jungkook y lágrimas en respuesta de Jimin, sabía que no podía hacer nada en ese momento.
Mientras seguía atacando los carnosos labios de Jimin, recorría su cuerpo con sus manos, no le importaba si lo disfrutaba, solo quería encontrar un poco de placer y ese pequeño cuerpo se lo daría en grande.
Repartió dolorosos besos en su cuello y pecho hasta el cansancio mineras Jimin deseaba su muerte y anhelaba un dulce abrazo de su madre.
Jungkook bajo sus besos hasta la intimidad de de su esclavo y repartió muchos mordiscos para que Jimin incluso después de varios días pudiera ver las marcar que le demostraban que le pertenecía.
- Ahhh...- gimió lastimero,no quería sentir todo eso. Jungkook se cansó ya de besar y morder así que simplemente volteó a Jimin y aún con su ropa puesta frotó su erección entre las nalgas de Jimin.
- Sientelo.... Ahhh Jimin... - sin más quitó sus ropas y con un poco de saliva en sus dedos introdujo uno de sus dedos y Jimin soltó un suspiro de dolor, cuando el segundo fue introducido y los movimientos de tijeras se hicieron presentes y Jimin soltaba jadeos, gemidos y gritos de dolor.
- Me....duele amo.- sus súplicas eran ignoradas y Jungkook ya estaba listo para adentrarse en el máximo placer que el cuerpo de Jimin le podía dar.
- Jimin solo por esta vez dejaré que me llames por mi nombre, gime mi nombre.- Aunque su maldito amo le permitió llamarlo por su nombre sentía que el hacerlo lo complacía y era lo que menos quería en ese momento.
- N-no puedo...
- ¡Dilo! Di mi nombre como si lo estuvieras disfrutando, o algo muy malo podría pasarte y a tu hermano también.- le susurró cerca de su oído, lo que provocó un suspiro en Jimin, que de solo pensar en que algo podría pasarle a su hermano le partía el alma.
- Jung-Jungkook... Ahhh- el mencionado se introdujo un poco dentro de Jimin, lenta y dolorosamente de a poco hasta estar completamente dentro y el pobre chico sentía que moría, y era lo que deseaba en ese momento,morirse es lo que pedía mentalmente con cada grito que le provocaban las fuertes embestidas, quería abrazar a su madre.
- Eres... delicioso ahh,debería hacer que todo el ejército de Baekje pasara por este culo de puta que traes.- ni siquiera en esos momentos Jungkook se apiadaba de su sufrimiento y dolor.
- Ya no...por favor.- pedía a los cielos que lo salvarán de todo lo que le estaba sucediendo, pero Jungkook no tenía pensado dejarlo ir hasta mancillarlo todavía más. Lo volteó para poder ver el rostro de la persona que se encontraba debajo de él,ojos llorosos,mejillas rojas y una mirada apagada se reflejaba en Jimin. En cada embestida su cuerpo subía y bajaba, estaba deleitado con la imagen que veía y eso lo encendía incluso más.
- Di mi nombre...¡Dilo!
- Jungkook...- susurró y aunque fue muy bajo el otro pudo escucharlo,ya que eran los únicos que se encontraban en esa habitación y con ese último suspiro se corrió dentro del pequeño el cual se desmayó en brazos de su lamentable amo.

Esclavos JiKook YoonseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora