Erotismo "Al estilo ajedrez"

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"Entrega de un Amor Prohibido"

"Cierre de Ciclo"

"Cierre de Ciclo"

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Y cuando lo prohibido se hace debido, todo queda en manos del deseo de aquellos que lo sintieron:

"El Ajedrez de un excitante amor"

(De ella: Para "Él")
(De él: Para "Ella")


Relaje la pelvis. Y active las manos.

Rodéese como si de las paredes de mi boca se tratara, como si mis labios alrededor de su centro se deslizaran, tratándolo a usted mismo como si de chupeta se realizara.

Una cintura está posada encima de sus piernas, piel resbalándose con tanto líquido, dedos traviesos asegurándose de que la intención se cumpla, acariciando abdomen, y jugueteando húmedas con los labios...

Expanda la mente, de riendas sueltas a un mundo de imaginación, y que cada posición imposible se experimente en contemplación.

Tome mi centro, y póselo sobre usted, forma parte entonces, completamente de mi ser, haga música con su instrumento, y dirija una excitante canción, dónde sonidos agudizan, cada portentosa sensación.

Que mi cara quede enfrente de la suya, y una pared invisible evite el contacto de ambos pares de labios, están cerca, muy cerca, pero no hay choque, rostro se dirige a cuello, y lengua se pasea por la piel, un juego de movimientos ágiles como el ajedrez, lo aceleran sublime.

La pared se destruye, se desborona, se deshace, se pulveriza con cada emoción, y el fuego se aviva en los labios de cada uno de los 2, pecho embriagado en palpitar, senos calientes como el mañana, varias caricias que envuelven el alma...

El movimiento se hace parte de nosotros, y nos embelesamos con el sentir, una magia corre por las venas, una que aviva el amor, y se lleva excitante con el deseo...

Palabras se contienen a la tentación del momento, pues las respiraciones y los sentires ya demostraban completos el apetito, la ambición carnal que ya desde hace mucho se traían. Un incontrolable flujo corría por su paisaje, y él se deleitaba con la lluvia de su manantial, pues parecía que desde hace mucho agua no caía de ese cielo blanco en precipitación.Manos cual pinceles pintaban un camino de placer, y junto con los latidos estremecían al ser.

Gotas de pintura se deslizan esperando ser expresadas con su pincel, el tacto de la punta con la piel.

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Para "Ella"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora