El mundo Daenghu, creado por los dioses Dana y Dispater; en dónde los ángeles surcan los cielos, los anumos viven en la tierra y los demonios vagan en el infierno.
Los ángeles tienen luchas constantes contra los demonios en la línea que los comunica...
Toshiya, el demonio más poderoso estaba postrado en su cama, con fiebre alta, vómito y dolores de cabeza. Hiroko podía sentir lo que pasaba el demonio, quería ir a ese lugar, necesitaba ver a su amado y a su hijo, sin embargo no tenía la oportunidad, tenía que atravesar parte del infierno; eso era una muerte segura.
Los padres de Toshiya cuidaban de él, Geremias sufría por ver a su hijo de esa manera, ponía hierbas de *Kalelu machacadas con Ahgru en la frente del demonio, de vez en cuando lo enderezaba para que sorbiera té de *Shue, -No me gusta verte así-
Gelial entro a la habitación y vio a su primogénito alucinando, llamando a "Hiroko", pensaban que era la demonio que amaba su adorado hijo.
-Este embarazo no es normal- exclamó el demonio mayor.
-Lo sé...deberíamos preguntarle a Lucifer, tal vez él sepa qué hacer-
-Es una buena idea, pero es un viaje de dos semanas-
Una demonio joven, de unos 20 años años entro a la habitación, -Un ángel podría ayudarlos-
-Mari- pronunciaron los dos padres.
-Sabes que los ángeles nos odian- dijo Geremias.
-No todos, puedo pedir ayuda a una ángel, ella fue rescatada por Toshiya, así que debe estarle agradecida-
-Toshiya, pero si él... bueno, habla con ella y tráela- mando Gelial.
Mari salió de la habitación, camino por los amplios pasillos hasta salir de la gran casa, se dirigió a las afueras del infierno; el viento soplaba fuerte, moviendo las hojas de los árboles, el pasto verde y el cielo azul; todo lo que la demonio amaba.
-¿Dónde dijo que se veía con aquella ángel?...mmm...¡ah!, el risco-
Sus alas salieron, dejando ver su tono negro al principio degradado hasta las puntas de color verde y puntos amarillos, sus cuernos en punta, su cabello corto de color verde y sus ojos negros; emprendió el vuelo hacia el risco.
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En la habitación de la pareja de aquel demonio, Hiroko se veía muy mal al igual que su amado.
-Hiroko...te ves fatal- dijo Minako.
-Siento el dolor que siente Toshiya, mi pecho se oprime-
-Nunca supe de casos en los que los dolores se traspasen a la pareja-
Shiro empezó a relinchar, golpeó la puerta del establo hasta romperla, se asomó por la ventana de Hiroko y pegó despacio en la ventana.
