Cap 26
Estaba mas que asustada. Pasaban las horas y nadie me decia nada. -Estamos haciendo todo lo que podemos para salvarle la vida- era todo lo que me decían durante 4 horas de espera. Me estaba volviendo loca dando vueltas mientras esperaba a mis padres que venian de camino. Llame a la hermana de Mathews y se preocupo mucho pero aun asi le dije que no podía decirle a su madre por que sabe Dios que haría ella en estos momentos con Mathews tan vulnerable. Quedo en venir lo antes posible. Todo estaba mal, las cosas no debian pasar asi, y lo peor era que no tenia a nadie con quien hablar o asi me sentía.
Tarde en la noche nos informaron que todo habia salido bien en la operación pero que aun estaba muy delicado. Lo tenían en observación y para mi fueron las horas mas largas de mi vida. Cuando el Dr. me indico entre para verlo. Se veía palido. Estaba mal. Camine hacia el y tome su mano en la mia. El parecía estar en un sueno profundo. Y sin poder evitarlo las lagrimas comenzaron a salir de mis ojos. -Esto es culpa mia yo debería ser la que este ahí, no tu.- le dije en un susurro. -No es justo, tu eres tan bueno, tan lindo, tu no merecias esto.- acaricie su cabello y bese su frente. Me recosté a su lado y coloqué mi cabeza en su hombro. Y por ese instante fingí que todo estaba bien, que el despertaría y nos iríamos felices, aunque en el fondo sabía que, aunque despertara no sabíamos los danos que podría tener. Llore y llore sin poder controlarme. Me sentía como si una parte de mí se estuviera muriendo lentamente.
No sé en qué momento me quede dormida, pero me levanto mi madre con una cara de preocupación. -Estas bien? - no era una pregunta que quisiera responder, pero sabía que estaba preocupada realmente por mí. Y aunque odiaba profundamente esa pregunta por qué creo que en un momento si todos saben que no hay una repuesta clara para ella, respondí sin ánimos-Si- mentí. Asintió con una sonrisa forzada, pero con su expresión sabía que no me creía. -te traje un café y un sándwich. -
-Gracias, pero no tengo hambre ahora mismo. - dije sin ánimos. No quería salirme de su lado. Quería permanecer aquí hasta que despierte.
-Debes alimentarte si quieres estar aquí para cuidarlo. Estando tu enferma y en otra habitación no podrás cuidar de él.
- Esta bien. - dije algo entre dientes y me senté en la silla que estaba al lado de la camilla.
Algunos días pasaron y Mathew no daba señales de cambio. Los doctores no sabían cuando despertaría, solo decían que debíamos esperar. Esta sin duda era la espera más agonizante de mi vida y eso que aun tenía un largo camino con mi embarazo mi embarazo, lo había olvidado por completo. Pero no me juzguen, es demasiado para mí en estos momentos. Es más que obvio que mi madre no sabía aun nada y el ocultárselo me hacía sentir como una mala hija, pero sabía que se desilusionaría por mi estupidez, muchísimo más sin saber quién es el padre.
Pasado casi dos semanas la hermana de Mathew finalmente llego y como siempre era muy buena conmigo. -Lamento mucho que no pude venir antes- decía cada vez que podía, pero prefería que viniera más tarde a que su madre se entere de lo que paso y lo aleje de mí.
-Sabes, deberías ir a chequearte - me dijo seriamente -Es mejor asegurarnos de que estén bien, los dos.
-Lo sé, ¿pero es que es algo que íbamos hacer juntos y sabes? Él estaba tan emocionado incluso sabiendo que podría no ser de él.
-Él te ama demasiado y de eso estoy segura. Solo quiere lo mejor para ti, no importe lo que pase.
Unos días más tarde fui a ver a mi ginecóloga. Me hizo sonograma y unas pruebas para confirmar mi embarazo. -Todo parece estar bien. Tienes 8 semanas de embarazo- cuando me dijo el tiempo lo supe sin dudarlo no sabía que sentir o cómo reaccionar. Solo seguí escuchando. -bebe se está desarrollando muy bien, la placenta se ve bien y tu como te sientes?
-no lo sé mi novio está en el hospital desde hace unas semanas. No despierta
-Vaya! Lamento mucho lo que te está pasando. ¿Y que fue una enfermedad o accidente?
-accidente, salvándome a mí de ser atropellada, lo atropellaron a él.
-Wow, bueno solo recuerda que es de vital importancia que te cuides mucho, te alimentes bien, tomes tus prenatales y camines, aunque sean de 15 a 30 minutos. Sé que no es fácil con todo lo que está pasando, pero por el bien tuyo y de bebe necesitas cuidarte.
-Así lo hare. Gracias.
-Bueno, te veré en 3 semanas.
Me mando unos papeles para hacerme laboratorios y me dio una copia de mi sonograma.
¡Mi pequeño bebé! Era increíble que hubiera vida dentro de mi y todo sería mejor con Mathew a mi lado, pero lamentablemente no podía estar. No podía dejar de sentirme culpable por la situación. No había nada que me hiciera cambiar mi sentir y me sentía aun peor por no tener a nadie con quien hablar de lo que me pasaba. A pesar de que mi madre y yo teníamos una buena relación me sentía atadas de brazos porque no quiero lastimarla o desilusionarla. Yo debí saber mejor. Y por otro lado estaba el hecho de que tendré que decirle a Mathew cuando se levante, no puedo imaginarme su expresión, su rostrosi es que levanta.
Salí con una alegría por dentro que era sorprendente. Me sentía fuerte y que podría con lo que vendría. Entonces caminando hacia mi carro me encontré con una tienda de ropa y no pude evitar entrar a ver el hermoso traje de bebe que se encontraba en la vitrina. Imagine a mi bebe dentro de él, porque pensaba que sería niña. Su piel suavecita, su cuerpecito delicado y su hermosa sonrisa, encajarían perfectamente con este vestido.
Recibí una llamada de la hermana de Mathew que me preocupo al oír su voz, pero me dio esperanza. -Movió su mano!!! ¡Movió su mano!!! Lo podría jurar, debes venir. - Salí corriendo hacia el hospital con la esperanza de ver alguna mejoría, pero no la había. Todo estaba igual, el seguía sin despertar y yo seguía sintiéndome impotente ante la situación.