Capitulo 13 - Perece un sueño

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A la mañana siguiente me levanto el rico olor de café recien colado. Me estire y luego me dirigi hacia el baño. Tome uno de los cepillo de dientes que estaban alli aun en sus envolturas y me lave la boca. Me recogi el cabello en una semi dona alta y me lave la cara. Me mire en el espejo y me veia totalmente descansada. Y tambien me sentia asi. Sali hasta la cocina h ahi estaba él, preparando el desayuno. Tostadas francesas hechas en casa y café recien colado. Me recoste de la pared de la entrada y admire la vista que tenia ante mis ojos. Cuando se voltio para poner una de las tostadas en uno de los platos se fijo de que yo estaba ahi.

-Hola, buenos días, belleza.- sonrio felizmente.

-Bueno días.

-Dormiste bien?- siguió haciendo el desayuno.

-Si.- se sentía raro después de haber dormido juntos.

-Estas bien?- parecía conocerme un poco.

-Si- dije un tanto para mi.

Soltó las cosas que tenia en mano y se dirigió a mi. Me tomo de la cintura y con una sonrisa de lado a lado me dio un beso que me dejo sin aire, fue asombroso.

-No tienes por que sentirte incomoda por haber dormido conmigo. No hicimos nada malo, aunque si hubiéramos hecho tampoco seria malo.- me miro con una cara tierna que me encantaba. Sabia a lo que se refería y sabia que me había sonrojado. En ese tema yo no sabia mucho por lo que no dije nada y solo sonreí. No quería parecer una tonta. Por lo que había escuchado él conocía bastante bien el tema. -Bueno, a comer se a dicho. Ya esta todo listo. Quieres café?- me pregunto soltándome y yendo hacia la cocina otra vez.

-Si, por favor.- sonaba un tanto desesperada. Esté lo noto y rio.

-Como te gusta?

-Mitad café, mitad leche con 3 cucharadas de azúcar.

-De casualidad tu bebes café a diario?

-Si- confesé. Fui hacia él para ayudarlo en lo demás.

Al ver lo que hacia me miro y sonrio de una manera de agradecimiento. Tomé los platos y los coloque en la mesa. Luego tome dos vasos y los coloque al lado de cada plato. Al probar las riiiiicas tostadas francesas me sentí en el paíso. Fue un manjar para mi boca. Le dije como veinte veces lo rico que estaban y este se reía cada vez que lo hacia.

Todo en el desayuno paso tranquilamente. Hablamos de muchas cosas y hasta me sorprendió lo fácil que era hablar con él.

*NOC, NOC*

Se escuchó la puerta y Kaél fue abrir, mientras yo me quedaba terminando de comer este delicioso manjar.

-Titi, titi Sophia!- entró la pequeña gritando con Kaél y Cristy detrás. Yo la mire y me puse colorada por la manera en que ella me llamaba. Se veía tan entusiasmada y feliz por el hecho de que yo seria su "titi" ahora. Me abrazo fuerte y luego me dio un pequeño beso en la mejilla.

-Hola, pequeña.

-Titi, ya no soy pequeña. Tengo 4 años, ya soy grande.

-Ah, si. Pero como quiera eres la mas pequeña asi que puedo decirte asi, esta bien?- dije en forma de juego y todos rieron.

-Esta bien pero solo tu.

-Ok.

-Hola, Sophia.- me saludo Cristy con una sonrisa. Le contesté con un "hola" para atrás. -Durmieron bien?- nuevamente mis mejillas ardian.

-Bien, al menos yo lo hice.- dijo Kaél con una sonrisa de oreja a oreja. Realmente se veía feliz y a gusto. Como si esto fuera normal.

-Yo también dormí bien.

Siempre fuistes... TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora