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Esa sensación de estar solos se termino cuando note que Raúl se acercaba.

Sacudi un poco la cabeza, fui retrocediendo lentamente, Raúl se acercaba más rápido, así que sali corriendo, Raúl me seguia.

Estaba cruzando la calle, volteó y miro a Raúl, corro mas  rápido, cuando ví a mi lado izquierdo un auto, se acercaba, me detuve  bruscamente, cubri mi cara con mi mano, cerré fuertemente mis ojos y estaba muy segura de que ese auto me chocaria.

Senti unos brazos que me rodeaban, cuando abrí los ojos me di cuenta de que era Raúl, tambien mire el auto el cual habia frenado a escasos centimetros de nosotros.

Quedé completamente paralizada, el conductor nos decia un montón de cosas, se le notaba que estaba cabreado, Raúl se disculpo y me rodeo con un solo brazo, llegamos a la otra calle y me sente en el piso, el se sento al lado mio y me miro serio.

-¿Qué te pasa en la cabeza?

No respondí, solo miré a un lado.

-¡Oh vamos! Maite, no me hagas la ley del hielo.

*¿Por qué?

Me miro confundido.

-¿Qué cosa?

*¿Por qué sigues aqui? ¿Por qué me sigues hablando como si nada pasara? ¿Acaso no estas molesto?

-¿Por qué estaria molesto contigo?

Suspire y lo mire.

*Porque te dije que me gustas.

-Ah, eso, ¿Por qué estaria molesto de que una chica tan genial y dejame añadir guapa, me confesara sus  sentimientos? -sonrio- ademas que no me dejaste responderte, ya que saliste huyendo.

Mis mejillas me comenzaron a arder y miraba perpleja a Raúl.

Me miro sonriendo, tomo mi mano con las suyas y la puso en su rostro.

-Tambien me gustas Maite.

Senti que mi corazón se aceleró demasiado, por poco y se sale.

Raúl se fue acercando lentamente, ahora el estaba tomando mis mejillas, apoyó su frente con la mia y cerró sus ojos.

-Luego de esto, por favor no huyas -rio-

Separo su frente de la mia y se acerco a mis labios, solamente hizo que sus labios tocaran los mios.

Solo basto eso para que se me erizara la piel, cerré mis ojos y labios de Raúl comenzaron a besar los mios.

No pensaba quedarme ahí tiesa como si estuviera besando a la pared, así que decidí seguirle el beso.

Ese beso fue el mejor que dí en toda mi vida, con mi ídolo, con la persona que me gusta, con Raúl...

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Un poco corto, lo sé, pero espero que les guste

Querido RaúlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora