¿Primera pista?

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Mis días en el instituto después de la pelea fueron muy malos, sobre todo para manejarlos yo sola. Si estaría Noah me habría protegido como siempre ha hecho desde que heramos pequeñas. Me sentía tan sola, mis padres no habían aceptado aún la muerte de Noah, todavía era temprano para hacerlo.

El mes pasó sin ninguna pista, tenía muchísimas ganas de pillarle pero no sabía como. No quiero olvidarte Noah, pero tengo que seguir adelante. Antes de olvidarme de este asunto, descubriré quien es el que te hizo aquello ¡y lo mataré! ¿Pero que estoy diciendo? Cálmate Nara, asesinar está mal. Para encontrar a el capullo que te ha hecho esto necesito alguna pista... Por pequeña que sea. ¡Joder! Piensa Nara, piensa. Noah no se habría ido con cualquier desconocido, ella siempre había tenído cuidado con esas cosas. Tenía que ser alguién que ella conocía.  Y... el asesino era un hombre porque antes de matarla la... Hijo de puta, como te pille te mato, dije mientras limpiaba mis lágrimas de rabia.  ¡Mierda! así no podré resolver el caso, la policía de los cojones no hace nada para encontrar al asesino, así que para que descanses en paz tendré que resolverlo yo... Cerré los ojos y me concentré en tragar el enorme nudo que apareció de nuevo en mi garganta, así no podría ayudar a Noah, para ello necesitaba frialdad.

El asesino tenía que ser alguién conocido. Decidí investigar primero a los estudiantes. Me concentre al máximo en recordar a la persona más cercana de mi hermana. Y entonces recordé a Hugo. Creí que la mejor idea era hablar con él. Lo peor era que cada vez que hablaba de esto con alguién acababa perdiendo la tranquilidad además, Hugo estaba enamorado de Noah, por lo tanto tendría que hablar con una persona que ha sufrido la pérdida de la misma persona. Decidí ir su universidad antes de tener instituto y esperarle en la entrada pero no apareció. Ni ese día ni el siguiente, ni el siguiente. No conseguía recordar a más amigos de mi hermana así que decidí investigar a fondo sobre Hugo. Miré la lista de clases de la univeridad y vi en que clase estaba Hugo. Le pregunté a los profesores si sabían donde estaba y entonces me dijo que ya no iba a la universidad. Me dió un bajón. Ya sé, intentaré hackear los datos de la uni para ver si su expediente con información personal sigue allí. Si tenía suerte, había una pequeña probabilidad de que su expediente siguiera abierto. En ese momento se me ocurrió otra idea, entrar en la habitación de Noah y buscar alguna información de ayuda. Desde que murió mis padres no han quitado nada de su habitación y con algo de suerte podría encontrar alguna pista.

Al llegar a casa, decidí buscar en la habitación de mi hermana primero, pero al estar en frente de la puerta supe que sería duro entrar, aquella habitación tenía demasiados recuerdos. Respiré hondo y dí un paso hacia delante. Al cruzar la puerta algunos recuerdos empezaron a venirme a la mente. Visualicé a mi hermana y a mí en el suelo jugando con camiones de bomberos. O cuando teníamos 5 años que me caí y ella me puso tiritas para curarme. Empecé a andar rápidamente hacia su escritorio, no quería ver más recuerdos. Empecé a respirar con mucho estres. Revolví todo los papeles de su escritorio, pero nada. Desesperada me senté en la silla y pegué un puñetazo a la mesa. Miré hacia el techo.

-¿Por qué me has dejado sola? Por lo menos ayudame en esto por favor- dije llorando. Al levantarme de la silla y cuando me disponía a salir de la habitación por la derrota, le pegué una patada a una basura que había detrás de la puerta. Me agaché rezando para encontrar algo que pudiera llevarme a algún sitio, una dirección un número de teléfono, cualquier cosa.

-¡Bingo!- grité. Encontré un número de cuatro cifras que no tenía ni idea de para qué era, y una dirección. Me puse depies y abrí la puerta para salir de la habitación

-Cierra la puerta, Nara- oí casi susurrando en mi oído. Me giré y en el escritorio ví a mi hermana con los cascos puestos para estudiar con música. Estaba sonriendo. Cogí el pomo de la puerta y empecé a cerrar la puerta como ella me dijo.

-Te quiero, Noah- dije en voz alta

-Y yo a ti- me dijo.  Cerré la puerta por completo. Sentía que me iba a ahogar. Me dolía muchísimo el pecho. Me relajé y busqué en internet la dirección que había encontrado.  Por desgracia, esa dirección era un parque de niños, igualmente fuí con la esperanza de encontrar alguna pista o algo. Decepcionada por la pista inútil que encontré, me senté en un banco en el parque.

Había unos columpios y muchísimos niños en el parquecillo de arena de al lado de los columpios. Había unas cuantas parejas sentados en bancos, amigos, familias... Una vez más, me encontraba sin ninguna pista.  Decidí dar una vuelta por la zona, y pasar por el callejón. En esos momentos no sentía ningun tipo de emoción. Me sentía completamente vacía, sin vida. Mientras andaba lentamente hacia el callejón se fue haciendo de noche.

Cuando llegué al callejón, me dí cuenta de que las cintas seguían puestas, pero no había ninguna pista o arma homicida ni nada. Había sangre seca en el suelo a parte de eso no había nada. Sea como sea, tengo que encontrar a ese cabrón. Dí media vuelta frustada por los resultados de mi "investigación" y empecé a volver a casa.

A esas horas no había nadie por la calle aunque cuando me alejaba lentamente del callejón, me crucé con una chico, que iba directo al callejón. Llevaba una sudadera negra con el choto puesto y no se le veía la cara. Parecia tener el pelo rizado y castaño oscuro. Tal vez estuviera imaginando muchas cosas, pero decidí esconderme para seguirle sin que el lo supiera. Entró en el callejón y pensando que él seguría adelante me adentré en el callejón también. Mientras andaba se paró de golpe, a lo que me pilló tan de sorpresa que me tuve que esconder detras del contenedor que había al lado. Se giró y empezó a acercarse. Ví como sus pies se iban acercando al contenedor. ¡Mierda! me ha visto, voy a morir. Cerré los ojos y me agarré las piernas haciendo una bola con el cuerpo y rezando que no me hubiera visto. Estaba aterrada. Derrepente, oí un fuerte golpe en la parte de arriba del contenedor. Pegué un bote por el susto. Abrí los ojos y me tapé la boca para no hacer nigún ruido, unas lágrimas empezaron a salir de mis ojos. Estaba temblando.

El chico pasó de largo del contenedor y se fue andando por donde entró al callejón. Empecé a respirar agitadamente. Había sido un susto muy grande pero igualmente tenía que seguirle. Esta vez esperé a que saliera del callejón para moverme. Me costó mover las piernas, estaba aterrada. Pero entonces, pensé en Noah y me moví. Empecé a espiarle desde la pared del callejón y le seguí con mucho más cuidado.  Hasta que llegó a una casa. Tocó el timbre y oí una voz de una señora mayor.

-¿Qué te he dicho de la hora de vuelta a casa?- dijo la señora enfadada.

-Lo siento esque se me ha pasado la hora- dijo el chico.

-Ya no sé que hacer contigo Hugo- dijo la mujer.

¿Hugo? No será... ese Hugo ¿verdad? aterrorizada por la idea de que el fuera el amigo de mi hermana. No puede ser.

Decidí volver a casa e investigar a Hugo mañana. Al llegar a casa, ví a los investigadores sentados en el salón, con mis padres. Yo todavía nerviosa saludé y empecé a subir las escaleras hacia mi habitación.  El detective que llevaba el caso me dijo que me acercara. Yo temblando me acerqué.

-Veníamos a preguntarte si sospechabas de alguién.- Me dijo.

Claro que sospechaba de alguién pero no quería decir nada, quería investigarlo por mi cuenta. La policía era un grupo de inútiles que no hacian nada. ¿Después de 1 mes me preguntan esto? Eso se pregunta antes, por favor.

-La verdad, es que no, no sospecho de nadie.- dije casi tartamudeando. El investigador me puso cara rara.

-¿Estas bien?- me preguntó.

-¿Eh? claro, si, si, estoy bien.- dije finjiendo una sonrisa. - Bueno me voy a la cama estoy cansadísima, hoy ha sido un día duro. Buenas noches- dije mientras me giraba para subir las escaleras.

-Buenas noches- dijo el detective con una voz rara.

Subí del todo las escaleras y me cambié de ropa. Me metí en la cama y aunque estuve dándole vueltas a lo ocurrido pude dormirme bastante rápido.

Murder SceneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora