¿Dónde estas?

Capítulo 18

- Quisiera acercarme - dije aun con el tono burlon y desinteresado. Accedieron a mis exigencias dandome paso libre hacia su posición, mi corazón empezó a acelerarse al punto de querer salir de mi pecho y hacer mis piernas temblar. Mis ojos empezarian a escocer en cualquier momento.

Con cada paso que daba podía sentir como el empezaba a alterarse, su cabeza estaba gacha asi que no podía ver su rostro. Cuando estuve completamente cerca lo escuché gruñir, quise reirme y abrazarlo como si no hubiera un mañana.

- Vamos hombre, no tenemos todo el día - los ignoré cuando vi como el alzaba su cabeza, su ojoos estaban vendados y la venda ensangrentada. Mi cuerpo tembló y quise echarme a llorar, necesitaba besarle, decirle que todo estaría bien.

- No podré hacer contacto visual asi que tendre que realizar contacto atraves de sus labios, y sería incomodo ya saben que esten ahí ademas sus energías me estorban - ambos bufaron por mi comportamiento hostil y burlon mas no se negaron y salieron dejandonos solos y cerrando la puerta a la vez.

Cuando ya no podía escucharlos me abalanze a sus brazos. En un inicio quiso apartarme pero pareció reconocerme y al instante su cuerpo perdio la tensión que lo cubría.

- Bill, estoy aquí. Estoy aquí vine por ti - mis ojos se cristalizaron y mi voz se quebró ligeramente. Llevé una de mis manos haci mi rostro y baje el buff que cubría mis labios antes de quitarme las gafas de cubrían mis ojos, aunque fue inutil ya que él no puede verme despues de todo sus ojos estan vendados.

- Dipper, no puede ser, estas aquí, en serio estas aquí. Te extrañe tanto mi dulce ovejita, cuanto te he extrañado - su voz sonó quebrada y ronca se nota que ultimamente no ha estado usandola. Lo bese, lo bese con fuerza e intensidad, mis sentimientos se deslizaron por sus labios, querían llenarlo, querían impregnarse en el y jamas dejarlo.

- No volviste idiota - le reclamé aun con la sonrisa en mi rostro y mis manos en sus pálidas y hermosas mejillas.

- Lo siento, cielo, para la proxima tratare de llegar antes de la cena ni un minuto tarde - reímos por su comentario y volvimos a besarnos.

- Más te vale que no haya una proxima vez - besé su frente y volví a cubrir mi rostro. Reímos nuevamente mientras yo trataba de levantarme para ir en busca de los peliblancos para informarles sobre mi falso descubrimiemto pero al girar me arrepentí por completo Rei estaba apoyado en la pared con una enorme sonrisa, Gideon a su lado me miraba con total desepción y a Bill lo miraba con ira y rencor. Rei ensanchando su sonrisa aplaudió un par de veces antes de erguirse y tratar de acercarse a nosotros obviamente no se lo permití.

Tire mis lentes por lejos y bajé el buff ya que ahora no me servían de nada literalmente, ellos sabían mi identitad ya no tenía sentido. Saque mi arma del bosillo de mi casaca y los apunte con desición.

- Resultaste un gran actor, Dippy. Un juguete muy interesante - sentí como Bill empezaba a tensarse y a gruñir de nuevo, obviamente quería golpearlo, pero las cadenas se lo impedían.

- Y tu resultaste ser un idiota, saqué la nota más baja en mi clase de actuación - lo miré mal, un poco confundido incluso y empecé a dispararle con apidez mientras Gideon trataba de cubrirse corriendo de un lado al otro,  menudo maricon.

- Calma niño, esto incluso te beneficia ¿sabes? - gruñí con agresividad antes de sacar una segunda pistola para seguir disparando. Soy una máquina asesina.

- Una máquina asesina muy sexy, no sabes la vista que tengo desde aca -

- Se supone que estas ciego -

- Pues te lo dije antes ¿no? Mi poder incrementa a tu lado y asi mi regeneración mejora -

Mi rostro se tornó rojo a la ves que mi rostro expresó una gran sonrisa, a pesar de todo extrañaba sus comentarios tontos, pero como todo buen uke avergonzado moví mi trasero de manera que salga de su campo de visión.

- Tu no sabes de beneficios idiota, yo amo a Bill, es mi jodido esposo ¿es tan dificil entender? Por amor a los doritos ya dejense de mierderos - saqué la cuchilla electodestructiva y la tiré hacia las cadenas de Bill para romperlas, pero las cosas dieron un vuelco que jamas debieron haber dado.

- Y ¿por qué no te quedaste conmigo?-

- Porque el te quería a ti y yo no iba a permitirlo -

- Quise hacer las cosas tranquilo, pero no me dejas opción niño. No debiste ser tan escurridizo. Que la fuerza te acompañe - la tierra bajo mis pies se quebró, se destrozó.

- DIPPER, NO, POR FAVOR DIPPER NOOOO - mi cuerpo perdió la sensación de peso y mis ojos empezaron a lagrimear.

-BILL! -

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He aquí un capítulo cortito y yo me voy a dormir. No contestare sus comentarios por ahora pero prometo hacerlo mañana.

Y eso es todo bye.

H.